Al margen de la crónica

Por el Beagle y Samoré

Fue un absurdo cargado de elementos grotescos. Una pintura de trazos gruesos, casi como las comedias italianas que durante varias décadas habían alimentado los cines del mundo y en especial los argentinos. Pero también había peligro, lágrimas, temor, ausencias y un ruego que se elevaba desde ambos costados de la cordillera: la Argentina y Chile parecían que llegaban a la vía de las armas para resolver la cuestión limítrofe que había sido sometida a laudo arbitral en 1971 ante la corona británica para resolver el diferendo por el Canal de Beagle.

El rechazo de la Argentina en 1977 y la encerrona diplomática derivaron en la movilización de tropas hacia la extensa frontera en común. Ambos ejércitos desplegaron su armamento con el fin de resolver por la vía militar el fracaso de la acción política.

En esos tensos momentos del año ‘78 -apagados los ecos del Mundial de Fútbol- las fuerzas movilizadas en la frontera vivían momentos singulares que hoy se traducen en un largo anecdotario que incluyen asados de cordero que compartieron entre argentinos y chilenos fuera de la mirada de los superiores; conversaciones que se mantenían a la distancia entre los supuestos enemigos que se enfrentaban por las miras de sus fusiles; alguna noche de confraternidad con algún buen vino chileno y otras tantas historias de los soldados que no sabían exactamente qué era lo que tenían que defender y, si se trataba de un ataque, cuáles eran los reales motivos del desbarajuste.

Finalmente, la incertidumbre se quebró por la intervención de la Iglesia Católica que envió al cardenal Antonio Samoré para intentar acercar a las partes en conflicto y alcanzar un acuerdo por vía de la negociación.

Mientras que en aquellos años se enfrentaron las caras más sanguinarias de las dictaduras: Agusto Pinochet Ugarte y Jorge Rafael Videla pasados 25 años se logró un reencuentro en el Vaticano con dos presidentes mujeres que se encontraron -junto al Sumo Pontífice- para olvidar aquellos años oscuros.

L’Osservatore Romano destacó en su edición de ayer que “La violencia y la guerra no sirven como medios para resolver las controversias”, en tanto destacaba la visita de Cristina Fernández de Kirchner y Michelle Bachelet al Vaticano en el aniversario 25º de la firma del Tratado de Paz y Amistad suscripto entre Argentina y Chile.

Si bien el país necesitó de algunos años más para superar definitivamente el diferendo limítrofe, algunos de los soldados que participaron de la movilización siguen recordando las anécdotas y reconocen que “al principio parecía la guerra, pero después descubrimos que era todo un disparate”, mientras esconden una amarga sonrisa.