Reforma política
Es ley el nuevo sistema electoral
Establece las elecciones primarias abiertas y obligatorias. También regula las campañas electorales. El oficialismo la aprobó con el rechazo de toda la oposición.
Viviana Mariño/El Litoral
CMI/DyN
En la última sesión del año antes del próximo recambio parlamentario, el Senado convirtió anoche en ley el proyecto de reforma política impulsado por la Casa Rosada y que, entre sus ejes centrales, establece el esquema de elecciones primarias abiertas, obligatorias y simultáneas para definir candidatos a presidente, vice y legisladores nacionales.
Pese al firme rechazo del arco opositor, el oficialismo logró cumplir con el objetivo político trazado por el poder central antes de la asunción de los nuevos legisladores y sancionar la ley con 42 votos a favor -5 más de los 37 necesarios- y 24 en contra tras casi seis horas de debate en una sesión que marcó el cierre del ciclo de hegemonía kirchnerista en el Congreso.
El kirchnerismo logró que la iniciativa sea aprobada sin introducir nuevas modificaciones al más de medio centenar que la Cámara de Diputados había realizado al texto para lograr la adhesión de aliados. Y avanzó hacia la sanción que requería de una mayoría especial por tratarse de una reforma electoral con el apoyo de aliados estratégicos de partidos provinciales.
Esas alianzas quedaron traducidas en el respaldo clave de los senadores Horacio Lores (Movimiento Popular Neuquino) y los ex aristas de Tierra del Fuego José Carlos Martínez y María Rosa Díaz.
Como sucedió en la Cámara baja, el radicalismo, la Coalición Cívica (CC) de Elisa Carrió y el socialismo rechazaron la iniciativa con la adhesión del peronismo disidente que, en Diputados, había dispersado su voto con el acompañamiento de algunos legisladores al proyecto diseñado por el Ministerio del Interior.
La iniciativa también había sido cuestionada por la centroizquierda que interpretó los límites para la integración de partidos como un intento de fortalecer a los partidos tradicionales en desmedro de las fuerzas menores. Aunque el oficialismo aceptó modificar los pisos para que un partido obtenga personería y compita en internas, ese sector mantuvo su rechazo.
Fortalecer la política
Anoche, el oficialismo logró cerrar la secuencia iniciada la semana pasada cuando logró despacho del plenario de comisiones y resistió la discusión de nuevos cambios propuestos por la oposición. Con la extensión del período de sesiones ordinarias dispuesto por el Ejecutivo nacional, el oficialismo pudo finalmente cumplir con su plan inicial.
El titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, el kirchnerista Nicólas Fernández, fundamentó la defensa de la iniciativa porque el actual sistema electoral es “muy pero muy malo”. “El punto central es fortalecer la política, la representación político-partidaria en el país, las estructuras que dirimirán las políticas públicas”, enfatizó.
En la misma línea, el jefe de la bancada del Frente para la Victoria (FPV), Miguel Angel Pichetto, rechazó el reclamo opositor para debatir la iniciativa en marzo próximo porque “en el Congreso que viene habrá más fragmentación”, y advirtió que, pese a su rechazo, el radicalismo aprueba los términos generales de la reforma.
“Esta ley es necesaria, no hay que tener miedo al debate”, puntualizó el legislador kirchnerista.
Desde la oposición, el radical Gerardo Morales insistió en cuestionar la “falta de consenso” alrededor del proyecto oficial. “Es de una gran irresponsabilidad. Esta ley no tiene consenso del radicalismo, ni del Acuerdo Cívico y Social, ni de Unión-Pro, pero tampoco de la izquierda. Está hecho a la medida del kirchnerismo”, subrayó el jefe del radicalismo.
Por su parte, el cordobés Carlos Rossi (Partido Nuevo) advirtió que el proyecto oficial “no termina de resolver el problema del transfuguismo”. “Sin voto electrónico va a continuar el robo de boletas en el cuarto oscuro”, juzgó.
