Cambios con polémica

Hasta el lunes sigue la

incógnita en Seguridad

De la redacción de El Litoral

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Recién el lunes podría conocerse el nombre del reemplazante definitivo de Carlos Iparraguirre en la Secretaría de Seguridad de la provincia, tras el fallido nombramiento de José Luis Giacometti. Hoy, después de 48 horas sin declaraciones, rompió el silencio el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti, quien reconoció el “apresuramiento” en el que incurrieron con la designación.

“En el apresuramiento se pensó en un nombre; después escuchamos reparos”, dijo el funcionario en diálogo con Radio Dos de Rosario. Sin embargo, no precisó de qué reparos se trataba; es más, en lo personal, sostuvo que no tenía “valoración negativa” sobre Giacometti. “Trabajé con él en el 97 (cuando era secretario de Gobierno de la Municipalidad y el comisario retirado subjefe de la Unidad Regional II) y siempre nos dio excelentes respuestas. Es una persona totalmente honorable. Me siento triste por Giacometti”, confesó.

También intentó minimizar la amenaza de renuncias masivas de los secretarios del área, enojados con el nombramiento de un ex comisario. “Hay mucho delirio en algunas interpretaciones; no hay nadie que pueda condicionar al gobernador o a los ministros”, afirmó.

Pese a ello, distintos funcionarios de segundas líneas del Ministerio consultados hoy por El Litoral, admitieron que hicieron un planteo sobre Giacometti. “Es verdad que no se trató de una amenaza de renuncia masiva, pero sí pedimos una discusión política seria del tema, porque nos enteramos de quién iba a ser el futuro secretario, cuando Bonfatti lo anunciaba a la prensa. Si iba a haber un cambio de orientación política en el Ministerio, queríamos que nos lo dijeran para que después nosotros decidiéramos si nos quedábamos o no”, relataron. Hablaron de una suerte de “intervención” del Ministerio de Justicia y de su titular, Héctor Superti, sobre la cartera de Seguridad, y aseguraron que la “movida” provocó el enojo del propio ministro saliente, Daniel Cuenca. “Ése no era el acuerdo; el acuerdo implicaba que se iba a dar una transición”, dijeron.

Críticas

Mientras tanto, arreciaron las críticas en la Legislatura contra las decisiones adoptadas en materia de seguridad. El presidente del bloque de senadores del PJ, Ricardo Spinozzi, afirmó que “nuevamente el gobierno ha demostrado que se maneja con improvisación para llevar adelante la gestión del Estado, pero cuando se improvisa en materia de seguridad el costo que se sigue pagando son vidas de ciudadanos santafesinos”.

El titular del PJ siguió con sus expresiones a la de los diputados -también reutemanistas-Jorge Lagna y Alberto Monti que hicieron hincapié en la improvisación del gobierno tras la salida de Cuenca.

“Más allá de los graves problemas de salud de Daniel Cuenca, destacado catedrático penalista, el Ministerio de Seguridad fue en los últimos meses una cartera acéfala, por los inconvenientes personales de su titular y por feroces internas en su seno, y esto fue percibido por la sociedad, por la propia Policía que nota la falta de conducción política y está a la deriva, pero sobre todo por los delincuentes, que tienen la certeza de zonas liberadas para su accionar contra la ley” dijo Spinozzi.

En tanto, el diputado Monti declaró que “la política de seguridad de este gobierno parece estar signada por el papelón”, e insistió en señalar que “con la seguridad no se juega. Para Lagna, la salida de Cuenca y Carlos Iparraguirre era la crónica de una muerte anunciada. “Espero que más allá de un cambio de nombres se dé un cambio de políticas. Creemos que Cuenca, un excelente profesional del derecho, no había podido dar en la tecla en su gestión política”, expresó.

/// análisis

Una semana difícil

José Curiotto

La semana que está llegando a su fin pasará a la historia como un período complicado para el gobierno santafesino. A la hora de las miradas retrospectivas, será ésta una de esas páginas que algunos intentarán pasar lo más rápido posible, y otros preferirán saltear.

Pocas horas después de que la Corte Suprema de Justicia designara a un hombre confrontativo como Rafael Gutiérrez como su nuevo presidente -lo que seguramente no fue una buena noticia para el gobierno-, el Ejecutivo incurrió en una llamativa desinteligencia en la designación del nuevo secretario de Seguridad de la provincia.

Tanto en lo formal, como en la práctica, Antonio Bonfatti es la segunda figura en importancia detrás del gobernador Hermes Binner.

Fue él, ni más, ni menos, quien ante los medios de comunicación informó durante la mañana del miércoles que el ministro de Seguridad, Daniel Cuenca, iba a ser reemplazado por el abogado Álvaro Gaviola. También dijo que el ex comisario José Luis Giacometti era el elegido para reemplazar a Carlos Iparraguirre en la Secretaría de Seguridad.

Pero en un par de horas, el anuncio del ministro se terminó diluyendo. Por lo que se sabe extraoficialmente, los subsecretarios Enrique Font, Gonzalo Armas y Leandro Corti dejaron en claro su desacuerdo con la designación del ex comisario rosarino. Finalmente, Giacometti no asumió.

El costo político para el gobierno después de semejante situación es mayúsculo desde distintos puntos de vista.

Para empezar, los hechos hicieron que las primeras declaraciones públicas de Álvaro Gaviola como ministro hayan pasado a la historia como un cúmulo de titubeos, en un área donde no existen demasiados márgenes para titubear. ¿Qué mensaje se le dio a los miles de policías de la provincia, que siguen con atención esta desventura del gobierno en la elección de un secretario de Seguridad?

Por otra parte, la figura del ministro Bonfatti quedó herida. Aunque al gobierno le duela aceptarlo, las desprolijidades terminaron exponiendo al hombre fuerte de Hermes Binner. Los hechos terminaron contradiciendo las palabras de Bonfatti, no la de un hombre de segundas líneas. La autoridad del ministro quedó cuestionada. Nada más, nada menos.

Desde lo político, el gobierno acaba de poner en manos de sus potenciales contrincantes una carta fuerte. A la hora de las críticas o reproches, seguramente el caso Giacometti retumbará con fuerza, como de hecho ya comenzó a ocurrir.

Por último, lo que tal vez sea más importante: la sensación que queda en la opinión pública. Y es que cualquier santafesino tiene hoy derecho a preguntarse: ¿si esto pasó en un área tan delicada como la seguridad, qué garantiza que no ocurra algo similar en otras áreas cuando el gobierno debe tomar decisiones importantes?

El Ejecutivo deberá mostrar ahora sus reflejos para salir lo antes posible de este atolladero.

Lo del miércoles fue un grave error, que no debería repetirse, no sólo por la imagen del gobierno y de los hombres que lo integran, sino sobre todo por la ciudadanía que desde hace demasiados años aguarda soluciones a ciertos problemas puntuales, entre los que la inseguridad ocupa un lugar relevante.

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