El contrato actual vence en febrero

Concesión de la autopista: dudas e incertidumbre de los inversores

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Las autoridades no descartan la posibilidad de prorrogar (por segunda vez) el contrato de concesión vigente, si no mejora el clima de negocios para los oferentes.

Foto: Archivo El Litoral.

El ministro Antonio Ciancio admitió los reparos que están planteando los eventuales interesados en el proceso licitatorio. Invocan inconvenientes para obtener créditos, el problema de las tarifas y las perspectivas económicas del país para 2010.

 

De la redacción de El Litoral

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El ministro de Aguas y Servicios Públicos, Antonio Ciancio, ratificó la decisión de su cartera de llamar a licitación para renovar la concesión de la autopista Santa Fe-Rosario (hoy en manos de Aufe), que vence el próximo 28 de febrero. Sin embargo, advirtió sobre una serie de complicaciones vinculadas al contexto económico que estarían condicionando a los eventuales inversores.

“El proceso licitatorio está relacionado con la situación de los probables oferentes que se han ido acercando, interesados en el proceso -comentó-. Ellos han planteado algunas cuestiones, como la dificultad que existe en el mercado económico para conseguir las financiaciones y créditos necesarios para encarar las obras que nosotros estamos exigiendo”.

En declaraciones a la prensa, el funcionario admitió que están esperando “que se despeje el panorama hacia febrero o marzo, donde estaríamos encarando la recta final del llamado a licitación. Incluso, no descartó una nueva prórroga (la primera fue en octubre y hasta fines de febrero de 2010) del contrato con Aufe. “Estamos viendo si es necesario prorrogarlo o no, y en qué condiciones”, sostuvo.

Cóctel

Ciancio planteó un escenario complejo no sólo para los potenciales concesionarios, sino para las empresas que ya tienen alguna explotación a su cargo.

“Hay una cuestión muy importante que está ocurriendo en todas las concesiones del país, donde en algunos casos hasta se han dado por caídos los contratos, y en otros, las empresas intentan terminar con esos vínculos porque se sienten muy vulnerables hacia los costos que significan los accidentes de tránsito. En ese sentido -explicó-, si bien tenemos aquí una relativa tranquilidad, también han ocurrido algunos accidentes que repercuten en forma muy importante en los presupuestos de las empresas prestadoras”.

Para el ministro, éste y otros componentes constituyen un “menú o cóctel” que no se puede pasar por alto. “Esto tiene que ver con las inversiones necesarias, también con las tarifas, con la búsqueda de créditos para financiar las obras que hoy estamos exigiendo y con los problemas que se le presentan a las concesionarias cuando hay accidentes con consecuencias lamentables. Por otra parte, el panorama para el año que viene es de un crecimiento modesto para la economía del país”.

Tras esa descripción del contexto, Ciancio se sinceró: “Todo esto nos plantea un panorama bastante complejo y no muy claro sobre qué es lo que va a ocurrir, y cuáles van a ser las posibilidades de avanzar en este camino (el del proceso licitatorio). Estamos esperando que se despeje un poco el horizonte. Además, los fines de año no son buenos para encarar situaciones nuevas”, aclaró.

Conforme

Ante la incertidumbre planteada, Ciancio se conformó con que en la autopista Santa Fe-Rosario se estén haciendo algunas obras de mantenimiento.

“He ido varias veces a Buenos Aires y comparando las dos autopistas, si bien la nuestra no está en muy buen estado, al menos se están haciendo algunas obras de remodelación, cosa que, la verdad, no veo en la de Rosario-Buenos Aires. Y el primer tramo de la de Rosario-Córdoba está en bastante malas condiciones”, opinó.

El funcionario aclaró que “la cuestión caminera no es un problema sólo de la provincia de Santa Fe; ya se está transformando en un problema nacional”.


Pliego

El borrador del pliego de bases y condiciones que redacta el Ministerio de Aguas y Servicios Públicos exige una serie de obras para la puesta en valor y modernización de la autopista. Entre ellas se mencionan señalización vertical y horizontal, mayores controles, líneas de pesajes de vehículos, nuevos puentes y accesos, y hasta un tercer carril.

Desde 1994

La concesión de la autopista Santa Fe Rosario fue decidida en 1994, durante el primer gobierno de Carlos Reutemann. La explotación del peaje había previsto una serie de obras, entre ellas una paulatina repavimentación hasta completar la vía de comunicación, antes del año décimo del contrato (2004), lo que finalmente no se hizo. En 2001 -con el congelamiento de las tarifas al estallar la Convertibilidad- la obligación contractual quedó en suspenso. El Ente de Control que debe vigilar la concesión depende de la Dirección Provincial de Vialidad.