Un make-up para cada edad

Un make-up para cada edad

El maquillaje debe fundirse con la piel, estar en armonía con la edad y aplicarse de forma natural, con un resultado elegante. es un aliado que realza la belleza y potencia las facciones.

Fuente. www.mundoelite.com. FOTO. EL LITORAL

Limpieza e hidratación son las principales bases de un buen maquillaje. Lo más importante para lucir buena cara es afrontar las arrugas y las pequeñas imperfecciones sin trauma alguno.

Pero más que utilizar el rubor, la máscara de pestañas, los lápices de los ojos, los polvos compactos y las barras de labios a discreción, se debe de hacer una selección de los productos y convertirlos en cómplices. Eso sí, cada edad requiere unos colores y unos cosméticos determinados que favorezcan e impidan salir a la calle con una máscara o disfrazada. La máxima del maquillaje es: menos es más.

Antes de aplicar el maquillaje, es necesario conocer los primeros auxilios de la piel, sin olvidar que cada edad requiere cuidados específicos. La disciplina y los buenos hábitos son las mejores armas para que el make-up siente sus bases. Una alimentación equilibrada, ocho horas de sueño, ejercicio continuado, sol con protección, alcohol en contadas ocasiones y dos litros de agua, garantizan un buen rostro.

Descubrir qué nos favorece

- A los 15. Cuando el acné todavía está instalado en la piel, las adolescentes comienzan a descubrir los cosméticos de su madre. Pero no deben caer en el error de utilizarlos, ya que no son los idóneos para su piel. La limpieza e hidratación son los mejores amigos para esta etapa. Si quieren realzar la belleza, bastará con un ligero rubor sobre las mejillas y un poco de máscara de pestañas para iluminar los ojos.

- De los 20 a los 25. A estas edades la piel luce en todo su esplendor. No existen signos de envejecimiento ni señales que alerten de las primeras arrugas. Los tratamientos deben dirigirse a la prevención. Jamás aplicar un fondo de maquillaje sin la hidratación adecuada, ni caer en el error de aplicar tratamientos demasiados nutritivos en una piel tan joven.

Para las más jóvenes, los expertos aconsejan una base ligera o crema de color, mejor si tiene protección solar y polvos bronceadores. Un toque de colorete rosado-mandarina en el centro de las mejillas, brillo en los labios, máscara de pestañas y sombras de ojos.

- A los 30. Es la edad de oro de la piel. La cosmética para esta etapa tiene la misión de retener todo el capital de la belleza. El primer signo de envejecimiento no son las arrugas ni la pérdida de tonicidad, sino la alteración del tono de la piel, que se vuelve opaco y gris. Es importante evitar el rostro lavado, ya que sólo favorece a las adolescentes. Si se quiere borrar el cansancio y no se tiene demasiado tiempo, aplicar iluminador antes de la base de maquillaje, antiojeras en el contorno de los ojos y en las zonas hundidas del rostro (como los extremos de la nariz). Luego, aplicar sombra de ojos. Evitar los tonos violetas, morados, ciruelas y rosas intensos si se tienen ojeras. Sentarán mejor los tostados y marrones. Terminar el maquillaje con máscara de pestañas, brillo en los labios y cepillado de cejas.

- A los 40. A esta edad el objetivo del maquillaje es añadir frescura al rostro y disimular las líneas de expresión y las manchas de la piel si se tuviera. A partir de los cuarenta, la piel necesita hidratación extra y un maquillaje fresco, suave. Lo ideal es escoger una base de textura ligera y disimular las manchas con uno o dos tonos de corrector más claro que la tez y aplicarlo antes que el fondo de maquillaje. Realzar las mejillas con rubor. Si la tez es pálida, probar con un rosa y si es morena con un tono mandarina. No olvidar maquillar los labios con tonos intensos, siempre favorecen más a medida que se cumplen años.

- De los 50 en adelante. Está prohibido maquillarse como si se tuviesen treinta años y bajar de peso drásticamente, ya que la piel pierde toda la tersura y es imposible su recuperación. Los productos reafirmantes son los mejores aliados para atenuar las señales del paso del tiempo. Evitar los tonos llamativos. Después de aplicar una base de maquillaje untuosa y con un ligero brillo, espesa con un lápiz marrón oscuro o gris las cejas si empiezan a estar despobladas. Para los ojos, elegir tonos suaves y luminosos con acabado mate; los nacarados acentúan las arrugas de los párpados. A continuación, colocar un poquito de colorete sobre la mejilla y difuminarlo hacia las sienes, lo que iluminará la tez. No salir de casa sin pintarse los labios, buscando siempre colores intensos y brillantes, que proporcionan una cálida y atractiva sonrisa.