Claves contra los excesos

missing image file

En general, Nochebuena, Navidad y año nuevo son ocasiones propicias para desbandarse. Si bien para algunos significa sólo un “resbalón”; para otros puede representar un serio obstáculo en un proceso exitoso de descenso de peso. ¿Qué hacer para que esto no ocurra?, ¿Cómo continuar al día siguiente?.

FUENTE. PRO SALUD NEWS. FOTO. EL LITORAL

La Nochebuena, la Navidad y el año nuevo representan un peligro. Si, aunque la afirmación pueda sonar exagerada, durante esos días (y más precisamente a raíz de esas comidas), muchas mujeres y una gran cantidad de hombres incurren en excesos de alimentos y bebidas de los cuales es difícil recuperarse.

Comidas hipercalóricas, entrada, plato principal, postre, mesa dulce. Todo eso junto y con pocos días de diferencia. Ese es el escenario de la mesa argentina, país en el cual por tradición las comidas suelen ser abundantes.

Indudablemente todos -hombres, mujeres y niños- comen más durante las fiestas. Pero, lo que para algunos puede ser un simple “exceso”, para otros puede convertirse en un “factor de riesgo” para el éxito de un plan de alimentación.

¿Cómo hacer para que la ensalada de la tía, combinada con el pavo del abuelo y los turrones de la cuñada no hagan colapsar una dieta que puede haber dado excelentes resultados durante todo el año?.

“Lo primero que debemos considerar es que la idea de las fiestas no es igual para una persona que está en su peso o ligeramente por encima, que para una persona que se encuentra en un plan de descenso o que en un determinado período de tiempo ha logrado bajar muchos kilos y le tiene miedo al efecto rebote o a no poder volver luego de haberse excedido un poquito”, explica la doctora Gladys Chaia, directora de Dietas de Alto Rendimiento (DAR).

“Para todos ellos, lo primero que tratamos de transmitir en los grupos es que se puede seguir. Al día siguiente de Nochebuena, Navidad o año nuevo es posible continuar cuidándose. ¿Cómo?: entendiendo que si se comió un poco de más fue por decisión propia, situación muy distinta en cuanto a su concepción y su significado a lo que es, por ejemplo, un ‘ataque’ de ansiedad o hambre. Cuando elegimos, inconscientemente, estamos poniendo un límite”, sostuvo la doctora Chaia, médica especialista en Trastornos Alimentarios.

Momento de encuentro

“Por otro lado, y continuando la línea de lo que solemos transmitirle a nuestro pacientes, es importante que las fiestas sean entendidas como una ocasión para juntarse con amigos y gente querida, y no con aquellos familiares o cercanos que uno tiene que ver ‘por obligación’. Eso no sólo evitará la sensación de ‘vergüenza’ por estar a dieta y poder ser una ‘molestia’ que a veces sienten algunos, sino que a su vez, facilitará otra cuestión que es fundamental: el poder consultar (porque se tiene confianza con el anfitrión), qué es lo que se va a cocinar, o incluso el llevarse una pequeña viandita”, agregó la médica.

Dentro de esta línea, la doctora también refirió que es importante sentarse cerca de una persona con la que uno tenga afinidad, confianza o se divierta para evitar que el centro de la reunión sea la comida, y así promover que el encuentro sea una ocasión divertida. “Hay que correr el eje del placer y, además, rodearse de gente a la que uno pueda decirle, por ejemplo, ‘me das una mano, quiero evitar pasarme o comer de más’. Tengamos en cuenta que la obesidad es una enfermedad adictiva en la cual toda ayuda que se pueda tener cuenta, sobre todo si pensamos en no caer en situaciones de las que después es difícil volver”.

““Finalmente, aunque eso también sirve para las personas que no están a dietas, es importante utilizar platos chicos y servirse una sola vez; aunque tampoco debemos olvidarnos de mimar un poco el ego: ponernos ropa que nos guste, nos haga sentir bien y estimule los elogios, también es un granito de arena que ayuda a restringirse un poquito”, comentó la especialista, y advirtió que “la obesidad es una condición que tiene que ver con la herencia, pero fundamentalmente con los hábitos adquiridos, razón por la cual es fundamental prestarle atención al vínculo que cada persona construye con la comida, así como también -para alcanzar el éxito- elaborar un plan de alimentación completo que contemple la actividad física y el aspecto emocional”.

Lo primero que debemos considerar es que la idea de las fiestas no es igual para una persona que está en su peso o ligeramente por encima, que para una persona que se encuentra en un plan de descenso, o que en un determinado período de tiempo ha logrado bajar muchos kilos