Construidos por Renzo Piano

Con fachadas de colores en Londres

De la redacción de El Litoral

El arquitecto italiano Renzo Piano ha diseñado un gran bloque de edificios de vivos colores en pleno centro de Londres, inmediatamente detrás del rascacielos que hay en uno de los extremos de Oxford Street, el llamado Centre Point.

Se trata de un complejo de oficinas bautizado Central CT Giles y cuyas fachadas brillan como cacerolas de vitrocerámica de colores vivos y uniformes como el naranja, el rojo, el verde manzana o el amarillo limón.

“Quería construir un edificio que sonriese”, explica el arquitecto en declaraciones que recoge el vespertino “Evening Standard”.

Si se exceptúa su obra más conocida, el Centro Pompidou, de París, que diseñó junto al británico Richard Rogers, las creaciones de Piano no se caracterizan precisamente por los colores.

La torre del New York Times, en esa ciudad estadounidense, es de un blanco perla, y el que proyecta en Londres, junto a la estación de metro de London Bridge, bautizado Shard, será de cristal lechoso.

Es en cualquier caso una novedad en Londres, donde no hay edificios de esa magnitud, que utilicen el color con tanto arrojo como Piano en esos bloques.

Es cierto que los arquitectos últimamente parecen haberse aficionado a los colores, y así el británico David Chipperfield ha terminado la Ciudad de la Justicia de Barcelona y Hospitalet de Llobregat (España), un conjunto de edificios también de colores.

Según ha explicado Piano, el primer objetivo del color fue romper la escala de un bloque tan masivo, incrustado en un laberinto callejero de traza medieval.

“Un día, iba por una calle próxima y vi tiendas en las que vendían edificios musicales de colores muy bonitos: amarillos, rojos y azules”, dijo el arquitecto.

Según Piano, fue flexible en la elección de los colores, y sólo insistió en que debían ser “luminosos”.

El material utilizado es cerámica vitrificada, que no pierde brillo con el tiempo y que se limpia además fácilmente con la lluvia, abundante en la capital británica.

La cerámica vitrificada es un material antiguo -ha servido para decorar edificios desde que Nabucodonosor construyó su famoso palacio de Babilonia-, pero sólo desde fecha reciente se produce en cantidades industriales gracias a las nuevas tecnologías.