Lo dijo en una gala benéfica

Catherine Deneuve prefiere

más “el glamour a l’amour”

La musa de grandes directores como Luis Buñuel, Roman Polanski, Lars von Trier o Manuel de Oliveira manifestó que “la jubilación no marca la edad, sino la falta de oportunidades”.

 

De la redacción de El Litoral

La actriz francesa Catherine Deneuve desplegó en Madrid esa rara habilidad que es el glamour intelectual afirmando, en la presentación de una gala benéfica, que prefiere “el glamour a l’amour” (“el glamour al amor“).

Con esa naturalidad para recitar frases que las estrellas más avispadas parecen robar de sus mejores guiones, la musa de directores tan dispares como Luis Buñuel, Roman Polanksi, Lars Von Trier o Manoel de Oliveira, ofreció una breve rueda de prensa para apoyar una subasta benéfica de doce botellas de champán Moet & Chandon, firmadas por grandes estrellas.

La recaudación irá a parar a la Fundación Casa del Actor, que ofrece un retiro digno a una profesión en la que “la jubilación no la marca la edad, sino la falta de oportunidades”, reconoció la protagonista de “Le dernier metro” (1980) o “Tristana” (1970).

Enfundada en un traje de terciopelo negro con cuello barco y unos zapatos de raso verde, conquistó a los presentes chapurreando español, intercalando alguna frase de ese italiano que aprendió junto a Marcello Mastroiani y mostrándose engañosamente cercana.

Deneuve rechazó las teorías de que el glamour sea una especie en extinción, a pesar de que sus grandes maestros en la disciplina, como Ives Saint Laurent, hayan desaparecido.

“Las reglas han cambiado, pero el glamour existe. Antes consistía en enseñar y ahora en ocultarse”, resumió la actriz, “lo único que pasa es que la moda ha sido tomada por las grandes compañías y siempre hemos sabido que la alta costura nunca será rentable”.

Lejos del retiro

Ella, a sus 66 años, no ve de cerca la retirada. “Si me preguntáis sobre la jubilación, estáis anticipándose demasiado”, expresó. “Mientras tenga ganas suficientes seguiré. Cuando se acaben, espero tener la sabiduría de dejarlo”. De momento, ya está rodando de nuevo con François Ozon.

Y es que su esplendor parece perenne. “No soy la misma persona que cuando realicé “Belle de Jour’ (1967). La vida ha transcurrido, pero he tenido la suerte de hacer papeles que se adaptaban a los cambios de mi vida real”, aseguró.

Rodeada de tonos dorados a propósito de la bebida más sofisticada, Deneuve comentó cómo lo que más la hace “burbujear“ ahora mismo es “la injusticia de un mundo que permite que haya gente que no pueda alimentarse” y asegura que esa efervescencia es necesaria para pasar a la acción.

Hablando de Justicia, pero esta vez con mayúsculas, no faltó mención a Roman Polanski, con quien trabajó en “Repulsión” y a quien mostró su apoyo frente a la extradición solicitada por Estados Unidos por un juicio abierto por violación a una menor.

“Estoy muy sorprendida pero a la vez no me sorprende nada, teniendo en cuenta la mentalidad puritana de los Estados Unidos”, aseguró. “Que sigan 35 años después persiguiendo a alguien cuando la propia chica ha retirado los cargos es cuanto menos curioso”.

Mirando hacia su país, reconoció haber oído hablar del rodaje de Woody Allen con Carla Bruni en París, pero al preguntársele si se imagina al presidente del gobierno francés, Nicolás Sarkozy, haciendo también un papel exclamó: “No creo que tuviera tiempo de dedicarse a algo que no sea un trabajo de Estado”.

El propio Allen es una de las personalidades cuya firma cotizaba en las botellas que se subastaron, junto a Penélope Cruz, Antonio Banderas, Melanie Griffith, John Malkovich, Javier Bardem, Meryl Streep, Colin Firth, Mirtha Ibarra, Joan Chen, Eduardo Noriega y Pedro Almodóvar.

Catherine Deneuve prefiere más “el glamour a l’amour”

Toda la hermosa madurez, en uno de los rostros más bellos de la industria del cine en todo el mundo.

Foto: Archivo El Litoral