Patrona de América Latina
Guardavidas en procesión
Recientemente, se conmemoró la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, Patrona de América Latina. En la jornada, alumnos del Liceo Naval Ntra. Señora de Guadalupe llegaron en procesión a la Basílica, primero navegando por la laguna Setúbal y, tras su desembarco en el Espigón I, de a pie.
La procesión fue organizada por el Sindicato Único de Guardavidas y Afines de la República Argentina y la Asociación Mutual de Guardavidas Argentinos y Asociados, a través de su Instituto de Formación y Capacitación Profesional Rubén Miguel Cúccaro, quienes llevaron consigo una imagen guadalupana y otra de Ntra. Señora de Lourdes, Patrona de los Guardavidas, “a los efectos de venerarla y solicitarle su materna protección en el desempeño de su actividad en esta temporada”. Así contó a este diario el guardavidas Alejandro Sártori, quien expresó que “participar de esta celebración en la Basílica de Guadalupe es en consideración a su historia y a la presencia de la virgen en el barrio donde se encuentra la laguna Setúbal y sus concurridas playas”.
Bendición a los guardavidas
En pos de explicar un hecho cercano y la petición de su bendición para esta nueva temporada estival, Sártori explicó que la Virgen de Lourdes es Patrona de los Guardavidas a partir de 1997, por un rescate en el mar que se realizó en Mar del Plata el 9 de enero de ese año.
Fue en el balneario popular dos, a pocos metros del Casino Central de La Feliz, cuando un guardavidas y algunos alumnos salieron a hacer una práctica y tras nadar unos 200 metros de la costa vieron que flotaba la estatuilla de una Virgen. Uno de ellos intentó sacarla y se asombró al notar que pesaba unos 70 kilos. Pidió ayuda a sus compañeros para remolcarla hasta la orilla y, una vez en la playa, observaron que la estatuilla era una imagen de yeso de la Virgen de Lourdes de 35 centímetros de altura. La imagen tenía su interior repleto de arena, lo que sumaba 5 kilos más a su peso y, sin embargo, era muy fácil de remolcar por un solo rescatador, a pesar de que su material y el peso total hacían increíble que flotara -contó Sártori-. A partir de este hecho se generó un lazo indestructible entre la Virgen de Lourdes y los guardavidas, quienes la adoptarían como su patrona”.
