Una deuda pendiente

La Sociedad Protectora de Animales

necesita a ayuda para evitar el colapso

El Refugio Hogar se encuentra en una situación crítica. Afirman que desde la Municipalidad sólo reciben promesas que nunca cumplen. La entidad necesita ayuda urgente para sostener a los animales que asiste.

Danilo Chiapello

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Lastimados, hambrientos, maltrechos... así es el estado en el que muchos de los perros -y gatos- de nuestra ciudad llegan hasta el Refugio Hogar de la Sociedad Protectora de Animales, en lo que es su última oportunidad en la vida.

Decimos “llegan” por no mencionar a los tantos que son literalmente “tirados” frente a la institución, en otra terrible muestra de la crueldad de los humanos. Cuando no, muchos de ellos ni siquiera tienen esta última chance ya que perecen bajo las ruedas de algún vehículo. (cuyo conductor siempre fuga y jamás se detiene para auxiliarlo).

La situación no es nueva... pero cada vez se agrava un poco más. Y por varios motivos.

A saber:

* La capacidad del refugio está al borde del colapso ya que en los últimos años pasó de tener 200 perros a albergar cerca de 800.

* El desinterés de gran parte de la sociedad que mira indiferente la problemática, agravándola en muchos casos cuando abandonan animales porque son viejos o están enfermos.

* La falta total y absoluta de algún tipo de asistencia por parte de los gobernantes de turno. “Siempre dicen que nos van a ayudar... pero jamás cumplen”, aseguran las autoridades de la entidad.

La otra cara

Sin embargo, está “el otro lado” de la moneda. Allí se ubica un nutrido grupo de personas que de manera anónima y silenciosa, hace frente a la situación.

“El motivo principal del aumento en la cantidad de perros alojados es porque la gente los tira o los abandona en la calle. Aquí apenas ingresa un animal se lo castra. De ese modo evitamos que se reproduzcan”, precisó Lorena Arber, presidenta de la entidad.

“No podemos hacernos cargo de todos los animales abandonados pero sí ayudamos a aquellos que han sido atropellados ya que estos se encuentran en el punto más alto de la desprotección”, dijo.

En soledad

Más adelante Lorena explicó que “una lucha tan cuesta arriba tuvo también su impacto en la parte económica”. El aumento de dos factores hizo que la precaria economía de la entidad haya entrado en crisis: la creciente demanda de atención de los animales de la zona y la asistencia de los animales accidentados.

Párrafo aparte merecen los casos de las personas que llegan hasta la puerta de la institución -ubicada en el Camino Viejo a Esperanza, frente al country Los Molinos- y dejan a sus perros abandonados y atados al portón de entrada.

El correlato inmediato de este cuadro es la generación de gastos que se distribuyen para el pago de fletes, veterinarios, medicamentos, además de los impuestos por el predio.

“Para colmo de males -prosiguió- nunca la Municipalidad nos apoyó de manera decidida. Tiempo atrás han hecho una tímidas colaboraciones pero no pasaron de eso. Cada vez que vamos a pedir ayuda volvemos llenas de promesas que jamás se cumplen. La verdad ya estamos un poco cansados...”, sentenció.

La Sociedad Protectora de Animales necesita a ayuda para evitar el colapso

La institución sobrevive gracias al aporte desinteresado de socios y voluntarios. De igual modo se necesitan donaciones de alimentos.

Foto: Archivo El Litoral

Para ayudar

Las necesidades del Refugio Hogar son muchas y los aportes siempre son bienvenidos. Quien quiera colaborar puede comunicarse a los números 154-432359 ó 4-88-7478. También al 4535254 ó 4552510 ó 4886478. Lo principal es conseguir alimento balanceado y medicamentos. También se requiere: materiales de construcción, trapos, artículos de limpieza y chapas en buen estado, entre otras cosas.

/// EL DATO