Gastón Mazzacane (*)

EN UN MERCEDES BENZ 280 SERIE C

—¿Te lo compraste porque te gustó o fue un negocio?

—No, porque es un auto que vale lo que es realmente y eso me gusta. Es un auto excelente de 242 CV, que tiene una gran seguridad activa y pasiva. En el segmento que compite está entre los mejores.

—¿Qué fue lo mejor que te pasó con este auto?

—Muchas cosas buenas. Al tener una caja donde tenés la opción que es automática o manual, es importante para mí. Me gusta mucho lo que hace el auto entre cambio y cambio, el andar que tiene es incomparable. Me incliné por esta caja porque quiero andar tranquilo. Es un “acelerar de otra manera”.

—De los autos que tuviste, ¿Podés contar alguna anécdota como por ejemplo dejar las llaves adentro o quedarte a pie en algún lugar inconveniente?

—Vos sabés que nunca tuve inconveniente alguno. Claro que casi siempre usé vehículos nuevos.

—¿Por algún desperfecto de los autos, pensaste alguna vez en decir: ¡qué auto de porquería!?

—Lo que más me molesta es pinchar un neumático. Siempre te sucede cuando estás apurado. Eso es complicado y lo que más me j...

—¿Le sos fiel?

—Sí, totalmente. Estoy muy a gusto con mi auto.

—¿Lo maltratás?

—No, tampoco. Es cierto que si tengo que acelerarlo lo hago, pero no lo maltrato. Siempre voy con un andar tranquilo.

—¿Sí tendrías que venderlo, le dirías al comprador: “llevalo tranquilo”?

—Sí, por supuesto. Mirá, lo cuido siempre y de esa forma es más fácil venderlo. Porque si no, lo tenés como un cachivache y después nadie te lo quiere comprar.

—¿Un consejo para los otros conductores?

—Básicamente que se fijen en los espejos retrovisores. Hay una enorme reticencia en Argentina a usarlos y no saben que se evitan muchos accidentes de esa forma. Además hay muy poco respeto por el otro... Acá es “quiero pasar primero sí o sí” y no puede ser.

(*) Ex piloto de Fórmula Uno. Actualmente corre en Top Race y Turismo Carretera