Una ley nacional prohíbe vender focos comunes desde 2011

Queda un año para reemplazar

las lámparas incandescentes

A partir del 31 de diciembre de 2010 quedará prohibida la importación y la comercialización de las lámparas incandescentes de uso residencial general. En otras palabras, no se podrán vender (ni ingresar al país) los llamados “focos comunes”.

La Ley Nacional Nº 26.473 -que fue debatida durante 2008 y promulgada el 21 de enero de 2009- fija que el último día de este año se podrán comprar o vender las lámparas incandescentes, con el fin de que estas sean sustituidas por las de bajo consumo para ahorrar energía eléctrica.

Cuando por unanimidad las Cámaras de Diputados y Senadores del Congreso de la Nación establecieron la prohibición, faltaban dos años para que entrara en vigencia. Hoy queda sólo uno por delante.

El proyecto de ley fue enviado por el gobierno nacional, que se basa en estudios que muestran que puede ahorrarse hasta un 80% de la electricidad que hoy se utiliza para iluminar los hogares.

La norma que no generó ningún tipo de polémicas consta de apenas 5 artículos: el primero dispone la prohibición señalada, mientras que el segundo faculta al Poder Ejecutivo nacional a establecer excepciones por razones técnicas, funcionales y operativas. Y el tercero invita a “facilitar la importación de lámparas de bajo consumo, sus partes, insumos, componentes y/o equipamiento necesario para su producción, reduciendo o liberando de gravámenes y tributos de importación a través de las facultades que le fueran conferidas en el Código Aduanero de la República Argentina”, ya que -todavía- las lámparas de bajo consumo que contarán con todo el mercado nacional no se fabrican en el país.

El plan cuenta con el apoyo de organizaciones ecologistas que consideran que es la medida más efectiva para lograr una reducción significativa de las emisiones de gases contaminantes y de otros que provocan el efecto invernadero.

El Ministerio de Planificación de la Nación lanzó un programa de recambio de lámparas: a cada hogar se le entregarían dos lámparas de bajo consumo a cambio de dos incandescentes, que luego son destruidas, pero por ahora son ínfimas las entregas a los hogares menos favorecidos respecto de lo establecido por la ley.

Costos

Las lámparas blancas que deben reemplazar a los focos comunes son más caras: las unidades de bajo consumo cuestan de 10 pesos en adelante, mientras que -en el peor de los casos- las lamparitas tradicionales incandescentes cuestan hasta 2 pesos.

Se estima que las nuevas lámparas consumen hasta cuatro veces menos que sus equivalentes.