FESTIVIDAD

Fray Mamerto Esquiú

Hoy, la comunidad del Convento de San Francisco, celebra la festividad de Fray Mamerto Esquiú con una misa, a las 19.

El 10 de enero de 1883 a las 15 en la Posta del Suncho -campo poblado por pobres cuidadores de cabras y ovejas, amoldados a aguas saladas y a temperaturas veraniegas, a veces superiores a los 40º- el obispo Esquiú entregó su alma al Creador sorpresivamente mientras regresaba de La Rioja en diligencia.

Desde niño recibió las notas de la espiritualidad franciscana. Sus padres pertenecieron a la Orden franciscana seglar. A los 10 años ingresó al convento como postulante a la vida consagrada. Iniciados los estudios eclesiásticos, demostró su superior capacidad intelectual.

A los 17 años ejerció como maestro primario. A los 19 asumió como director de la escuela, mientras continua estudios superiores de Filosofía y Teología. A los 22 años recibió la consagración sacerdotal. Creciendo en las Ciencias Sagradas participó en la creación del Seminario regional, dictando Teología y Moral. A los 27 años el gobierno provincial le confía la reflexión sobre la Constitución Nacional que se aprobó en Santa Fe en 1853.

Por su disertación mereció el título de “Orador de la Constitución”. Consciente de la necesidad de aportar para la organización provincial, aceptó el oficio de diputado provincial en dos períodos; al mismo tiempo que fue constitucionalista en dos oportunidades. Por 10 años colaboró con la Iglesia de Bolivia, como profesor en su semanario. La Argentina seguía requiriendo su servicio. En 1872 fue nombrado obispo de Bs. As. Su renuncia fue total. No se consideraba digno ni capaz de animar dicha diócesis. Conocer de su humildad, el Senado Nacional lo propuso para obispo de Córdoba con el aval del Papa. Éste, a través del nuncio le solicita la aceptación. Su respuesta fue clara y sincera: si el Papa lo quiere, Dios lo quiere.

En sólo 2 años de actividad pastoral dejó la figura luminosa de obispo misionero, sobrio y santo.