Crisis K con la Justicia
En plena feria judicial (y fin de semana) el Poder Ejecutivo logró que un camarista le reciba la apelación sobre la remoción de Martín Redrado, que no aceptaba la jueza Sarmiento.
El gobierno de Cristina Kirchner logró que un juez de la Cámara en lo Contencioso Administrativo aceptara recibir la apelación oficial sobre la destitución de Martín Redrado y la utilización de las reservas del Banco Central para el pago de deuda.
Durante la feria judicial -y en pleno fin de semana- el tribunal de alzada recibió el escrito que la jueza María José Sarmiento, se negó a aceptar (iba a hacerlo mañana por la mañana). La magistrada no aceptó las apelaciones del Poder Ejecutivo Nacional en su domicilio particular, ante una delegación de la Policía Federal.
“Esta decisión no tiene precedente”, dijo la jueza Sarmiento, con asombro al diario La Nación, al comentar que la Cámara finalmente había recibido la apelación. El mismo diario advierte que antes, mientras la magistrada navegaba por el Delta del Tigre, sabía que “la decisión de habilitar las apelaciones es mía. Me voy a atener a las normas del Código: apenas lo reciba resolveré con la misma rapidez que con el amparo del presidente del Banco Central”, señaló.
El ex presidente Néstor Kirchner -en un extenso reportaje que publica hoy Página 12- sostiene que el gobierno de su esposa vive bajo una “conspiración permanente”. El diputado nacional además criticó el fallo de la jueza sobre Redrado “resuelto en menos de dos horas y sin darnos opción para apelar y plantear nuestra posición.
Ayer la jueza Sarmiento denunció la presencia de un móvil policial en la puerta de su domicilio, lo que a su entender era intimidatorio, además de haber recibido dos llamadas telefónicas durante la madrugada, en las que nadie habló (colgaron).
El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, dijo que “la disposición de la jueza tiene una raíz política evidente” y la acusó de haberse negado a recibir la apelación.
