Final inesperado

Maratón en Misiones terminó en tragedia

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Dolor incontenible. En medio de la desesperada búsqueda de los desaparecidos, allegados a la tradicional prueba manifiestan su pesar en la costa misionera.

Agencia DyN

Un muerto, siete desaparecidos y un nadador internado en grave estado fue el resultado del Cruce del Río Paraná, realizado ayer entre el club Pacú Cuá, de Encarnación y la capital misionera.

 

De la redacción de El Litoral

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EFE/La Nación/El Territorio

La octogésima edición de la competencia de natación de aguas abiertas Cruce del Río Paraná, entre Encarnación y Posadas, terminó ayer en una verdadera tragedia.

Según lo informado por los organizadores, al cierre de nuestra edición se produjo un muerto; hay siete desaparecidos y un internado de gravedad, todos de nacionalidad argentina, entre los que se encuentran nadadores, profesores y boteros acompañantes.

A causa del fuerte oleaje del río y un gran remolino que se formó alrededor de una barcaza transportadora de granos, anclada en aguas jurisdiccionales paraguayas, fue succionado un grupo de los competidores debajo de la enorme embarcación.

La largada

Unos 59 nadadores entre argentinos y paraguayos con sus respectivos acompañantes en piraguas, largaron del club de Pesca y Deportes Náuticos Pacu Cuá, de Encarnación, a 10.10 horas, y unos 20 minutos después sucedió el desenlace fatal.

En ese momento, lideraba el posadeño Facundo Briñóccoli, escoltado por Lucas Londero y la asunceña Tania Saposnic, y debido al fuerte viento y al río muy revuelto, un grupo de entre ocho y diez nadadores y piragüeros fue arrastrado por el agua, cambiando el circuito de la prueba, por lo que fueron “succionados” por barcazas de carga que estaban apostadas en esa zona.

Con la desesperación que lógicamente se apoderó de los propios competidores, organizadores y familiares asentados en el lugar, se decidió suspender inmediatamente la prueba y comenzar el rescate de los efectivos de Prefectura.

Este maratón, correspondiente a la segunda fecha del Circuito Misionero de Aguas Abiertas, tenía una distancia de 6 kilómetros entre ambas orillas y los competidores en su mayoría eran argentinos.

Lista fatal

La víctima fatal fue Luis Sáenz, de 56 años, profesor de Educación Física de Reconquista, provincia de Santa Fe, que fue rescatado, pero falleció antes de llegar al hospital. En tanto, Diego Cool, de 18 años, se encuentra internado, en terapia intensiva, en un nosocomio de Posadas, en grave estado.

En total son siete los desaparecidos, entre los que se encuentran los profesores de Educación Física Mauro Bacigalupi y Eugenio León Ceró, éste de 59 años, que en la presente edición cumplía 46 años como participante de la competencia.

Efectivos del Área Naval de Itapúa y de la Prefectura Naval Argentina, realizaron la tarea de rescate de los nadadores y acompañantes, logrando salvar a unos 15, y hoy continúan con la búsqueda de los cuerpos sin vida de los desaparecidos.

Cabe destacar que el fuerte viento arrastró prácticamente a los competidores hacía la barcaza estacionada en el río, lo que provocó que algunos piraguas se volcaran y sus tripulantes fueran empujados hacia el fondo, al igual que los nadadores.


Con la tradición a cuestas

El Cruce del Río Paraná es una de las competiciones de aguas abiertas más antiguas del país y une a las ciudades fronterizas de Encarnación y Posadas, promoviendo la amistad entre los participantes, destacó Gustavo Breitenburch, profesor de Educación Física de Clubes Asociados, de la provincia de Misiones, en la República Argentina.

“Es una competencia que nació con los gangueros cuando traían las maderas del Alto Paraná creando el desafío entre la gente de Encarnación y Posadas, que eran todos nadadores costeros. Así surgió el cruce: primero como desafío entre ellos y después se fue formalizando, hasta que hoy por hoy es una de las pruebas si se quiere más tradicionales y más atractiva de nuestros países.

“Anteriormente, este evento se hacía desde la cabecera del puente San Roque hasta el puerto de Posadas, y el recorrido era mucho más corto y la gente que por ahí no era tan nadadora y quería cruzar el río, lo hacía por una cuestión recreativa, pero hoy al no tener costa, se hace más largo el trayecto por lo que participan sólo los nadadores entrenados”, indicó el docente.