Apuntes de política provincial

La punta de la lana que hace el ovillo

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Los gobiernos de los Kirchner se han caracterizado por una fuerte concentración de recursos en la Nación. A la provincia le ha faltado garra para reclamar.

Foto: Archivo/El Litoral

 

Teresa Pandolfo

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En la semana que termina, si tomamos dos o tres ejemplos de expresión pública, se advierte que éstos tuvieron que ver con la inseguridad, con las reacciones por el anunciado aumento de tarifas en los servicios de agua y luz y las discusiones entre oficialismo y oposición por los recursos de municipios y comunas.

Tres niveles de contrapuntos que aunque parezcan carecientes de un hilo conductor, éste existe y actúa con vigor: la enorme transferencia de recursos desde la provincia a la Nación y el bajo nivel de inversión que el Estado nacional ha concretado en el territorio santafesino en áreas vinculadas con la producción y las cuestiones de fondo sociales.

Investigación

Una reciente investigación realizada por El Litoral con el apoyo técnico del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe sobre el período fiscal 2002-2008 -que se publica en esta edición- resulta claramente reveladora de lo mencionado.

La investigación periodística comenzó a propósito de los dichos de la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, cuando en pleno conflicto del gobierno nacional con el campo por el incremento de las retenciones -medida frustrada luego en su aplicación cuando el Senado no aprobó la resolución Nº 125- la mandataria expresó que una de las provincias más favorecidas por la Nación había sido Santa Fe.

En el período estudiado -2002-2008- por derechos de exportación y recaudación de impuestos nacionales incluido el Impuesto al Cheque, la provincia de Santa Fe aportó 65.117 millones de pesos. Recibió por vía de la coparticipación 24.269 millones más 254 millones entre abril y diciembre del Fondo Soja. Y además, el Estado nacional efectuó un gasto en el territorio de 24.014 millones más, quedando como saldo de este intercambio, a favor de la Nación, nada menos de 16.832 millones de pesos. Ese último monto acumulado en siete años, significa un presupuesto completo de la provincia de Santa Fe.

La cifra dada debe llamar a la reflexión por su magnitud.

Pero también son importantes otras conclusiones del trabajo. La mayor parte del llamado gasto nacional en la provincia correspondió a la efectivización de jubilaciones, retiros y pensiones nacionales (devolución de aportes a la seguridad social) y el pago de seguros de desempleo. En tanto, alarma la escasa inversión en estos siete años en Vivienda, por ejemplo, 11 pesos por habitante en 2002 y 23 pesos en el 2008; en Educación 34 pesos por persona en el 2002 y 230 en el 2008, mientras que en Salud esa erogación por habitante de la provincia en 2008 fue sólo de 47 pesos.

La investigación confirma, por un lado, la severa presión fiscal que soporta el aparato productivo; la fuerte concentración de fondos en las arcas nacionales y la baja inversión en áreas que cambiarían estándares y calidad de vida

La radiografía no podía ser más clara tanto de las relaciones entre la Nación y la provincia como de la tibieza que han tenido los gobiernos de turno frente a esta succión creciente de fondos.

En la gestión de Hermes Binner se han concretado acciones de reclamo por diferencias de coparticipación en instancias administrativas y judiciales y se conoce que habría intención de salir del régimen de compensaciones de deudas que Santa Fe mantiene con la Nación. Pero ni ahora ni antes hubo un planteo claro, fuertemente expuesto ante la prensa del país y las instancias de decisión política y jurídica como lo hace San Luis, por ejemplo. La tibieza no ha sido una característica sólo de este gobierno sino también de los anteriores.

Ampliar la producción

En tanto, en el territorio santafesino queda una población que no tolera más niveles de presión fiscal -impuestos y tarifas- aunque sea cierto el desfinanciamiento del Estado provincial y sus empresas de servicios y una discusión bizantina entre el oficialismo y la oposición por los recursos de los municipios y comunas.

De no ampliarse la torta productiva y lograrse mediante el reclamo en las instancias que correspondan, una coparticipación más justa, no habrá soluciones tanto para la Nación como para Santa Fe.

En opinión de esta periodista, en lo interno de la provincia, no es una discusión respecto a cómo tributan los pobres y los ricos, o si las responsabilidades son del mercado o del Estado.

No habrá proyectos de vida en los cuales se encuentre satisfacción si no hay un contexto de posibilidades para una mayor producción que implica mejores niveles de empleo y de salarios. Para lograrlo se necesita trabajo científico y tecnológico; infraestructura acorde con los tiempos; libertad para trasponer fronteras con el comercio, puertos que abaraten costos y más profesionalismo en todas las actividades que se emprendan.

En fin, una estrategia de país integral, sin dueños absolutos de la caja sostenidos merced al clientelismo político, y una economía genuina en expansión. A esto sólo lo podrá lograr una sociedad que exija apego a las instituciones y a las normas rectoras de la República.

Un policía o un móvil más, no resolverá la inseguridad nacida de proyectos personales frustrados o directamente la falta de expectativas de vida: ni la mejor administración resolverá el financiamiento de los servicios cada vez más exigidos, ni serán suficientes los recursos para la provincia y los municipios. Es la punta de la lana que hace el ovillo.