Pinamar

Pesadilla sin fin

 

(Télam).

Un grupo de delincuentes robó en Pinamar dinero y otras pertenencias a la familia de Gonzalo Etcharrán, el empleado bancario asesinado en octubre delante de su esposa embarazada y su pequeña hija en la localidad bonaerense de Ciudadela.

La información fue dada a conocer por Raúl Etcharrán -padre del joven- quien dijo que de la casa de veraneo que alquilaron le sustrajeron 8.000 pesos y tres teléfonos celulares, entre otros objetos personales. “Nos vinimos a Pinamar toda la familia a contenernos y a pasar unos días de vacaciones. Yo voy al dormitorio a buscar unos cigarrillos y veo la puerta del placar abierta. Me doy cuenta de que me robaron todo”, relató el hombre a Radio 10.

El papá de Gonzalo contó que el robo se produjo anoche, cuando la familia cenaba en el comedor, y que se encuentra con “una depresión terrible”.

El crimen de Etcharrán, de 30 años, ocurrió cerca de la una de la madrugada del 16 de octubre pasado, en Ramón Falcón y Boquerón, de Ciudadela Sur, cuando el joven regresaba en su auto a su casa junto a su esposa Vanesa Díaz, de 29, embarazada de 9 meses, y su hijo de dos años.

La familia había cenado con los padres de Vanesa y cuando estaban volviendo a su vivienda, ubicada a pocas cuadras de allí, fueron sorprendidos por varios delincuentes, uno de los cuales le gritó alto, y como Etcharrán aceleró para escapar le dispararon a través de la ventanilla.

El bancario murió en el hospital Carrillo, mientras que por el caso hay un solo detenido, José Nepal, de 19 años, sindicado como el autor material de los disparos.

Tras ese hecho, la familia fue estafada por un supuesto empleado de una cochería, que le pidió 732 pesos, con la excusa de que debía entregarle varias copias del certificado de defunción del muchacho.

Las únicas buenas noticias que recibió la familia tras el crimen fueron el nacimiento del bebé de Gonzalo y que el equipo que el joven había armado para participar del concurso “El Gran DT” ganó una fecha con un premio de 10.000 pesos, dos semanas después de su asesinato.