La prensa opina
Derrota y advertencia para Obama
Emilia Rojas-Sasse
Deutsche Welle
El republicano Scott Brown gana un escaño en Massachusetts. La pérdida de los demócratas de un escaño en el Senado tras las elecciones en Massachusetts es tema de los editorialistas europeos de hoy.
El periódico de Volkskrant, de Amsterdam, opina: “La pérdida de un escaño en el Senado no es, naturalmente, un sismo político. Los demócratas mantienen la mayoría real en el Congreso estadounidense. Seguramente Obama no está en un callejón sin salida y, con algo de suerte, recuperará la iniciativa. Pero el presidente y los demócratas han recibido una advertencia. Su hegemonía es considerablemente más frágil de lo que muchos habían creído. Hay una gran posibilidad de que salgan perjudicados nuevamente en las próximas elecciones parlamentarias de noviembre. La victoria electoral de Obama tuvo significancia histórica, pero el resultado en Massachusetts demuestra una vez más que los votantes de EE.UU. no se entretienen durante mucho tiempo con la historia, y que hay que volver a convencerlos una y otra vez”.
Le Monde, de París, comenta: “Los republicanos transformaron las elecciones en Massachusetts en un referendo “anti-Obama’. Y demostraron que la campaña virulenta y persistente que conducen desde el verano de 2009 contra Obama es eficaz. Diez meses antes de las elecciones parlamentarias y a medio tiempo del período legislativo, esto es una muy mala señal para Barack Obama. Ahora, él debe restaurar el daño a su credibilidad y la limitación puesta a su capacidad de maniobra”.
El matutino Rzeczpospolita, de Varsovia, escribe: “¿Qué quiere la opinión pública estadounidense, que siempre está descontenta con Obama? Probablemente, la mayoría de los estadounidenses prefiere los republicanos a los demócratas, pero quiso darles una lección en 2008 y le confirió el poder a alguien con el que no está de acuerdo. O la mayoría de los estadounidenses no escuchó las palabras de Obama durante su campaña electoral y se dejó impresionar por su encanto personal. También es posible que los estadounidenses, simplemente, no sepan lo que quieren”.
