EN ROSARIO

Fingió su secuestro, cobró rescate y terminó apresado

Se trata de un chico de apenas 17 años. Cuando lo apresaron, los investigadores pensaban que se trataba de uno de los secuestradores, pero luego se dieron cuenta de que era la supuesta víctima.

 

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Télam

Un adolescente de 17 años fue detenido en la ciudad de Rosario, luego de que la policía descubriera que había fingido estar secuestrado y su madre pagara un rescate de 26.000 pesos y 600 dólares, mientras el joven nunca se movió del techo de su casa.

Fuentes policiales informaron que el hecho comenzó a las 19 del martes, cuando un chico de nombre Mariano dijo a su madre que se iba a un cyber, pero luego de unas horas llamó a su casa desde su teléfono celular y dijo que unos hombres lo tenían secuestrado.

“Me tienen apuntado con un revólver y dicen que si no pagás 10 mil pesos, me van a matar”, le dijo el joven a su mamá casi llorando.

Entonces, la mujer, identificada como Rosa Petrivich (51), hizo la denuncia policial, recibió otras comunicaciones de su hijo y comenzaron a intervenir efectivos de Seguridad Personal, quienes determinaron que los llamados eran reales.

En determinado momento, el joven volvió a llamar y dijo a su madre que debía llevar la plata en una bolsa y dejarla en la escuela Jesús Obrero para que lo liberaran.

Pero al rato, el chico la hizo dirigirse a Cerrito y México, y fue allí donde la mujer dejó la bolsa con 26.000 pesos y 600 dólares que tenía guardados en su casa, mucho más que el dinero que estaban exigiendo como rescate porque temía que a su hijo le pasara algo.

Según las fuentes, mientras un grupo de policías encubiertos esperaba que alguien fuera a retirar el dinero, otros efectivos estaban frente a la casa del chico, situada en Cerrito 6799, en la zona sudoeste de Rosario.

Fue entonces que casi al mismo tiempo que la mujer dejaba la bolsa, los policías advirtieron que un muchacho estaba en los techos de la casa y quería entrar, por lo que lo apresaron, creyendo que tal vez se tratara de alguno de los secuestradores.

Sin embargo, cuando la madre fue alertada de la aprehensión y regresó a la casa, le dijo a los policías que era su hijo.

En ese momento, el joven se quebró y confesó que nunca había estado secuestrado y que había realizado todos los llamados desde el techo de su casa.

El chico dijo que había cometido el hecho para “llamar la atención” y luego su madre comentó que estaba realizando un tratamiento psiquiátrico, pero no debido a una enfermedad grave, sino por la depresión que le había causado la gran cantidad de acné que le había salido en la cara.

A raíz del hecho, se abrió una causa en la Justicia de Menores en turno por “falsa denuncia y secuestro extorsivo esclarecido”.