AL MARGEN DE LA CRONICA

La actriz con “rostro de ángel”

 

Fue la dueña de uno de los rostros más hermosos en la historia del cine. Y también generadora de la sonrisa que cautivó a más de una generación. A lo largo de casi seis décadas trabajó bajo las órdenes de los directores más recordados y al lado de leyendas del séptimo arte como Laurence Olivier, Alec Guinness, Paul Newman, Rock Hudson, Burt Lancaster y muchos otros. Jean Simmons, quien murió hace pocos días a los 80 años, fue una de esas grandes actrices que alguna vez iluminaron con brillo propio el cielo de Hollywood. Nacida en Inglaterra, trabajó desde muy joven junto al realizador David Lean en “Grandes esperanzas” y conmovió con su interpretación de Ofelia en la versión de “Hamlet” dirigida y protagonizada por Laurence Olivier.

En los años 50’ protagonizó películas inolvidables como “Sinuhé el egipcio” de Michael Curtiz, “Desirée” junto a Marlon Brando, “La túnica sagrada” con Richard Burton, “Ellos y ellas” con el co-protagonismo de Frank Sinatra y “Horizontes de grandeza” donde compartió cartel con Gregory Peck.

Sin embargo, es posible que su actuación más recordada sea la que logró en aquella obra clave del cine negro de Otto Preminger titulada “Angel face”, donde interpreta a una mujer sensual y delicada ante la cual cae rendido nada menos que el recio Robert Mitchum. Y también (¿Cómo olvidarla?) su grandiosa actuación en la superproducción de 1960 “Espartaco”, donde vuelve a enamorar a otro gran duro del cine norteamericano como Kirk Douglas, esta vez caracterizado como el esclavo rebelde.

Junto con Jean Simmons se extinguió uno más de los últimos -casi míticos- vestigios de una era del cine hoy ya desaparecida bajo los inasibles escombros del tiempo. El único desahogo posible para todos los que alguna vez se enamoraron de ella, así como de Audrey Hepburn, Grace Kelly o Ingrid Bergman son sus películas que, gracias a Dios, jamás morirán.