Stefano vuelve a escena

El grupo De las Artes presenta esta obra representativa del grotesco criollo, en el marco del ciclo Universidad Abierta por Vacaciones.

 

DE LA REDACCIÓN DE EL LITORAL

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Este sábado, a las 22, el Grupo de las Artes presentará “Stefano”, en el Foro Cultural Universitario, 9 de Julio 2150. “La idea fue recuperar este texto de Armando Discépolo, que es un clásico, y al dramaturgo, que es tan necesario dentro de nuestro teatro. Esta obra responde al género grotesco criollo, fundado por Discépolo, que impactó fuertemente en el teatro nacional”, explicó Verónica Bucci, directora de la obra junto a Carlos Falco.

El elenco, que agrupa a reconocidos actores y actrices de Santa Fe, está integrado por Raúl Kreig, Rubén Von der Thusen, Camilo Céspedes, Vanina Monasterolo, Claudio Paz, Cristina Pagnanelli, Sergio Abbate y Marina Vázquez.

La obra es concebida como una joya del teatro nacional. De Armando Discépolo, considerado nuestro “Shakespeare rioplatense”, Stefano combina de manera exquisita el humor y el dolor, el color local y el relámpago intelectual, lo cómico con lo trágico, la teatralidad con la vida misma.

La obra fue estrenada en 1928, cuando Hipólito Yrigoyen comenzaba su segundo período como presidente de la Nación, interrumpido dos años después por el golpe militar encabezado por Uriburu.

“Se trata de la historia de un músico, que proviene de una familia de inmigrantes asolada por los conflictos económicos y sociales. Stefano quiere escribir una gran ópera y triunfar como músico. Tiene un proyecto de vida diferente del del inmigrante, quiere trascender. Es la historia del artista, del derrotero que sufre porque está todo el tiempo buscando realizar su obra. Al grupo de trabajo le interesa contar no sólo la historia social de Stefano, sino también esa necesidad de vivir por y para el arte”, detalló Bucci.

AGOBIO

En oportunidad del estreno de la obra en La Juana, el año pasado, la crítica de El Litoral sostuvo que “el personaje central está lejos de ser un frustrado más porque es, antes que nada, un ser humano con comprensibles defectos y virtudes. Es un hombre que proviene de un país de gran cultura al que la poca visión del medio en que se debe arraigar aplasta inexorablemente. La estrechez del agobiante ámbito familiar parece asfixiarlo y sus pequeñeces trascienden al espectador en perfecta simbiosis.

“Me he dado en tantos pedazos que ahora que me busco no m’encuentro”, reflexiona Stefano, mirando a su alrededor y escuchando los reproches del padre y de su mujer. La ilusión no alcanzada del inmigrante se transforma lentamente en una honda y desesperante frustración. Entonces resulta grotesco el contraste que se produce entre la persona que realmente sabe mucha música, pero que no ha podido escribir su ópera.

“En un comienzo y porque el protagonista no reconoce que tiene un problema, el motor de la acción parece ser económico. Sin embargo, cuando lo conocemos, percibimos que el dinero es sólo una causa para que el verdadero conflicto aflore: la imposibilidad de la relación familiar porque Stefano se cree superior. El personaje pasa del autoengaño a la revelación. El autoengaño es fundacional de todos los caracteres del grotesco. Es un movimiento hacia la toma de conciencia; el deslizamiento de la máscara que cubre la mueca impulsa la intriga que tiene un final trágico”.

“Son grotescas casi todas las situaciones en que participa Stefano, ya que él es grotesco. Lo grotesco surge de contrastar la tragedia de su vida con la comicidad de las situaciones en las que participa”, sostuvo El Litoral.

ESTA VEZ EN EL FORO

Con dirección de Verónica Bucci y Carlos Falco, la obra cuenta con actuaciones notables, como las de Cristina Pagnanelli y Raúl Kreig. Foto: ARCHIVO EL LITORAL

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Tienen un valor de cinco pesos.

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