Jornada Mundial del Enfermo

Celebraron la festividad de

Nuestra Señora de Lourdes

En la parroquia se recordó a la santa patrona con la procesión de antorchas y misa, presididas por el arzobispo, Mons. José María Arancedo.

De la redacción de El Litoral

El 11 de febrero de 1858, la Santísima Virgen María se apareció en Lourdes, Francia, a María Bernarda Soubirous (Bernardita), una niña de catorce años, analfabeta, muy pobre y de frágil salud. La Virgen le pidió que visitara varias veces aquel lugar conocido con el nombre de Massabielle -rocas viejas-. En sus apariciones la Madre de Dios le decía: “Yo te pido tres cosas, que recen mucho por los pecadores; que abandonen sus pecados; que hagan sacrificios”.

Muchos se mostraron incrédulos ante lo que Bernardita aseguraba ver. Incluso el mismo sacerdote dudó y le exigió a la niña que le pidiera a la Virgen un milagro para saber si era ella en verdad.

La Virgen para probar que sí era la Madre de Dios quien se aparecía a Bernardita, realizó tres milagros. Hizo brotar una fuente de agua en un torrente seco; un niño agonizaba con mucha fiebre, su mamá lo metió en aquella agua fría y quedó instantáneamente curado; un ciego, a quien los médicos le habían asegurado que nunca lograría ver, se lavó con esa misma agua y comenzó a ver claramente. Además, al preguntarle la niña su nombre a la bella Señora, ésta le respondió: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Así la misma Virgen confirmaba aquella verdad de fe que la Iglesia a través de S.S. Pío IX había proclamado cuatro años antes, declarar que María Santísima había sido concebida sin mancha de pecado.

Al conocer tales prodigios, el sacerdote, el obispo y todo el pueblo creyeron que sí era la Virgen quien se le aparecía a Bernardita y le construyeron una iglesia en el sitio de las apariciones. Desde entonces, Lourdes se ha tornado en un lugar permanente de peregrinaciones y milagros.

Al hablar de la Virgen bajo la advocación de Lourdes, el Papa Juan Pablo II declaró: “La Virgen se muestra siempre como Salud de los enfermos y Consoladora de los afligidos” e instituyó en el día de su fiesta la Jornada Mundial del Enfermo, con el propósito de motivar al pueblo creyente y a todos los hombres de buena voluntad a reflexionar sobre el valor redentor del dolor humano. De allí que celebrar la fiesta en honor a María de Lourdes nos ayuda a comprender que, “con la gracia de Dios acogida y vivida en la vida de cada día, la experiencia del sufrimiento humano se convierte en escuela de esperanza”, como lo señala el mensaje del Papa Benedicto XVI para la jornada de este año.

En Santa Fe

En nuestra ciudad, la parroquia Nuestra Señora de Lourdes -ubicada en Fray Cayetano 3858 - celebró ayer a su santa patrona con la misa y la celebración del Sacramento de la Unción de los Enfermos y, a las 20, con la procesión de antorchas y misa en honor a la Virgen de Lourdes, presididas por el arzobispo, Mons. José María Arancedo.

Cabe recordar que Mons. Nicolás Fasolino, luego de la conformidad obtenida el 4 de enero de 1944 nombra al P. Luis V. Dusso capellán del cementerio municipal con la misión de encarar la erección de la futura parroquia en el barrio Barranquitas. Al mismo tiempo se llama a una reunión en la casa de la familia Caminiti, a la que concurren las Srtas. Angela Cantoia, Carmen Garíia, Rosita Scarpini, Amanda de Bertona y Argüelles, en la que se les comunica que se fundará una nueva parroquia. La Srta. Argüelles manifiesta que no habiendo ninguna bajo la advocación de la Virgen de Lourdes podría ser éste el nombre, aceptándose tal designación.

La misma tiene su sede donde está actualmente y tiene límites propios por el norte calle Presidente Roca, desde Saavedra hasta las líneas del FCSF a Rosario, por el sur, FCSF a Rosario desde el Salado hasta calle Saavedra y por el este calle Saavedra desde el ferrocarril hasta Presidente Roca.

Como es tradición, los fieles dieron muestras de su fe en la parroquia conducida durante años por el recordado padre Luis Dusso.

Foto: Archivo El Litoral