POR CORRUPCIÓN
Detuvieron al gobernador de Brasilia
Está acusado de sobornar a un periodista. Es la primera vez que un gobernador es detenido desde el regreso de la democracia brasileña.
EFE
La decisión de la Justicia brasileña de ordenar la detención preventiva del gobernador del Distrito Federal de Brasilia, José Roberto Arruda, acusado de corrupción, abre un precedente en la lucha contra la impunidad en el país.
Arruda, de 56 años y sin partido político, se entregó en la sede de la Policía Federal, poco después de que el Superior Tribunal de Justicia (STJ) ordenara su detención preventiva y la de cinco subalternos suyos, acusados de intentar sobornar a un periodista.
La denuncia del Ministerio Público Federal contra el gobernador y sus cinco colaboradores por los delitos de acuerdo para delinquir y corrupción de testigos fue la base para la orden de detención emitida por el STJ, que también determinó que Arruda deberá abandonar el cargo.
“La prisión del gobernador José Roberto Arruda puede ser el marco histórico de la quiebra de la impunidad en la política brasileña. La Justicia actuó, como es su deber”, manifestó en un comunicado el presidente de la Orden de Abogados de Brasil (OAB), Ophir Cavalcante.
Según Cavalcante, la sociedad brasileña, acostumbrada a que los numerosos casos de corrupción descubiertos en el país se queden sin castigo “puede, al fin, acreditar que hay luz al final del túnel”.
Esta es la primera vez en democracia que un gobernador es detenido en el ejercicio del cargo.
Sin embargo, la permanencia de Arruda en la cárcel depende del resultado que obtengan sus abogados con un pedido de hábeas corpus que presentaron ante el Supremo Tribunal Federal (STF) y que será analizado hoy mismo por uno de los magistrados de la máxima corte.
El gobernador está en el ojo del huracán desde fines de noviembre pasado cuando su ex secretario de Relaciones Institucionales, Durval Barbosa, divulgó unas escandalosas imágenes grabadas con cámaras ocultas en las que se ve a Arruda y a varios diputados y miembros de su gobierno negociando la partición de sobornos.
El dinero que se repartía a manos llenas era producto de coimas de empresarios que se beneficiaban de contratos con el gobierno de Brasilia, la capital brasileña.
Entre los que aparecen en las imágenes figuran altos cargos de la administración del Distrito Federal y diez de los 24 diputados regionales.