al margen de la crónica

La fábrica está en marcha

El Club Atlético Colón pone en funcionamiento desde hoy su nueva pensión para las divisiones inferiores. Se trata de una obra enorme, que no hay en Santa Fe. La institución de barrio Centenario reclutará allí a los jóvenes valores de toda la provincia y alrededores para formarlos desde chicos en un lugar único.

Hace un buen tiempo que esta dirigencia aprovecha los pesos que genera el fútbol de la entidad para darle una mayor trascendencia a las categorías menores, con todo lo que eso implica: más profesionales, concentraciones y pretemporadas para la reserva (una novedad en el último año), equipamiento y un alojamiento que enorgullece a toda la familia sabalera.

Actualmente viven 50 chicos. Van desde los 13 hasta los 20 y llegan de distintos puntos de la provincia. Llegan... en realidad superan una serie de pruebas con los técnicos de Colón.

El lugar está lleno de vida. Estos chicos tienen el sueño del pibe, el que tuvo Diego en su momento y el de millones de jovencitos que arrancaron desde temprano a patear la pelotita.

“Casa fútbol” marca un punto de inflexión en materia de balompié amateur. Ese moderno edificio con capacidad para unos 80 pibes, con salas de recreación, un parque exterior y, al lado, las canchas para entrenar y ver cómo se entrena la primera división. A eso apuntan los dirigentes rojinegros cuando se refieren a “la fábrica de Colón”.

A los futuros profesionales los monitorean bien cerca, concretamente el grupo de trabajo que integran Mario Sciacqua, Pablo Virgilio, Rubén Rossi y el intendente del predio, Jorge Cantero.

Está todo “cocinado” para que los chicos empiecen el camino de la ilusión. El predio deportivo —kilómetro 154 de la autopista Santa Fe-Rosario— luce mejor que nunca. Allí funciona, desde hoy, la casa del fútbol de Colón, una obra formidable.