Con mayorías estrictas y oscilantes

Gobierno y oposición pujan por las

reservas y el control del Senado

El jefe del bloque oficialista cerró la posibilidad de negociar una ley para avalar el Fondo del Bicentenario, y se juega a conseguir el número para aprobar el DNU. La disputa por las comisiones y la agenda parlamentaria.

 

De la redacción de El Litoral

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La puja por la integración de las comisiones en el Senado llevó a los dos bandos en pugna a un minucioso y permanente conteo de miembros y adherentes a cada uno de ellos. La trascendencia de esta instancia está dada en la viabilidad de la estrategia opositora de acelerar el trámite de proyectos clave, como la reforma del tratamiento de los decretos de necesidad y urgencia, el Consejo de la Magistratura, el Indec y la coparticipación del impuesto al cheque. Pero en este mismo momento es vital a los efectos de anticipar la suerte del Fondo del Bicentenario.

Durante las últimas horas, el oficialismo mostró un temperamento ambivalente sobre los pasos a seguir, a la vista de un panorama que no termina de definirse. El senador kirchnerista por Santa Cruz, Nicolás Fernández, había priorizado la aprobación del Fondo en el Congreso, admitiendo que ella se produzca mediante el aval legislativo al DNU presidencial que ordenó utilizar reservas del Banco Central para garantizar el pago de la deuda externa, o negociando con la oposición el dictado de una ley que sintonice con esa línea.

El problema es que, para arribar a ese punto, desde la vereda de enfrente al gobierno exigen que primero se deje sin efecto el DNU en cuestión, cosa que el oficialismo no está dispuesto a hacer.

En cualquier caso, el jefe del bloque kirchnerista en el Senado, Miguel Pichetto, descartó anoche la posibilidad de ensayar un proyecto de ley e insistió con la estrategia de conseguir la aprobación del decreto tal como está.

A la arena

El Senado es, precisamente, la arena en la que se dirimirá esta contienda. Por eso la afinación de las cuentas es determinante, y los esfuerzos del oficialismo por captar voluntades están centrados en los pocos votos que necesitan allí para asegurarse la mayoría; la misma pulseada en la que se cifra la constitución de las comisiones.

“Hay que ver si la oposición logra mantener los 37 votos que dice reunir (y que son, exactamente, la mitad más uno necesaria para alcanzar estrictamente la mayoría) y si algún peronista quiere aparecer en la foto votando con el radicalismo”, desafió Pichetto.

Es que, hoy por hoy, la llave la tienen los dos senadores del peronismo pampeano, Carlos Verna y María Higonet, que ya adelantaron que no avalarán el DNU. Aunque sí estarían dispuestos a hacerlo si se lo reemplazara por un proyecto de ley.

Pero esa posibilidad, abierta por Fernández, fue cerrada anoche por Pichetto. “No tengo ninguna instrucción en ese sentido de la Casa Rosada. Nuestro objetivo es conseguir los votos para aprobar el decreto”, resumió.

Conteo provisorio

En tanto, el presidente de la UCR y senador nacional Ernesto Sanz, sostuvo hoy que “en principio” habría 37 senadores que votarían en contra del decreto de necesidad y urgencia para la creación del Fondo del Bicentenario. No obstante, Sanz intentó mostrarse cauteloso, al señalar que “tampoco estoy en condiciones de asegurarlo, me gusta ser prudente en ese sentido”.

“Ese número de 37 se reúne con algunos senadores como los de La Pampa. No han manifestado su posición con respecto a todos los temas. Sí, por ejemplo, en el caso del Fondo del Bicentenario, el senador (peronista Carlos) Verna, el voto más importante por decirlo así, se ha manifestado en contra de las creación del Fondo, por lo menos por DNU”, precisó el legislador.

Sanz anticipó los términos en que se darán los debates de ahora en adelante. “Vamos a estar en un año en el cual en el Senado, en teoría, va a haber una paridad importante. Va a ser apasionante ver cómo se construye la mayoría para los temas más trascendentes”.

Control de tránsito

En ese plano, Pichetto rechazó las propuestas de los bancadas opositoras que reclamaron mayoría de integrantes en todas las comisiones de la Cámara Alta, porque “eso equivaldría a una rendición incondicional” y a la “imposibilidad de gobernar en los próximos años”.

“No compartimos esa posición. El Frente para la Victoria es la primera minoría e históricamente, aún a pesar de procesos electorales adversos, el oficialismo siempre tuvo la capacidad de conducir las principales comisiones, las de gestión”, aseguró Pichetto.

Anticipó que las negociaciones, que se iniciaron ayer, continuarán el martes con la prioridad de abordar en las discusiones una definición sobre el número de legisladores que integrarán las futuras comisiones. “Con el esquema que pretende la oposición, vamos al recinto a votar y que demuestren que tienen los 37 votos”, desafió el dirigente kirchnerista, para quien, la propuesta de la oposición es “obstructiva y destructiva” del gobierno nacional.

Argumentó en este sentido que el Poder Ejecutivo “necesita herramientas de gobernabilidad”, al tiempo que sostuvo que “vamos a poner en esto toda la buena fe y la voluntad, pero vamos a defender firmemente el derecho del Frente para la Victoria como primera minoría: Tenemos 32 senadores propios, la UCR posee la mitad. Estamos hablando de una desproporcionalidad evidente”.

Y agregó, apuntando a la clave de la discusión, que si los opositores tienen mayoría propia en todas las comisiones, “el gobierno no va a poder conseguir una sola aprobación de medidas económicas, ni un acuerdo, ni un instrumento de gobierno”.

Gobierno y oposición pujan por las reservas y el control del Senado

Miguel Pichetto y Nicolás Fernández, voceros discordantes. Foto: Archivo El Litoral

/// la clave

Operaciones

“Estamos convencidos de que muchos van a formar parte de esta decisión y que a lo mejor no lo exteriorizan para no comerse las operaciones de algunos políticos de la oposición y del monopolio Clarín, que ha hecho de esto una bandera permanente para agredir al gobierno”, sostuvo el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. En declaraciones a Radio 10, Fernández sostuvo que “el Fondo del Bicentenario tiene muchísimos beneficios para las provincias” y advirtió: “No creo que los gobernadores no tengan en claro qué es lo que están buscando para sus provincias, de forma tal de encontrar una salida”.

/// análisis

Primer round

Diego Dulce (DyN)

El dato político más significativo de la primera reunión de presidentes de bloques del Senado para distribuir las comisiones de la Cámara Alta, fue la exhibición de una oposición que por primera vez se convirtió en mayoría del cuerpo. Se trata del primer round de una pelea de tendrá otros episodios y marcará, como en Diputados, la nueva realidad que imperará en el parlamento los próximos dos años.

Tras las elecciones del 28 de junio último, el cuerpo quedó en estado de un empate permanente pero muy inestable y con la posibilidad de que cualquiera de los dos bandos pueda disponer de quórum, según sean los temas que discutan.

Los dos senadores del PJ pampeano, Carlos Verna y María Higonet, que se declaran “ni oficialistas, ni opositores” le dieron el poder a la oposición en la primera intervención en el Senado. Los partidos opositores pudieron demostrar, al sentar a Verna en el lote anti-K de Gerardo Morales (UCR), Adolfo Rodríguez Saá (Peronismo Federal) y María Eugenia Estenssoro (Coalición Cívica) que ahora están en situación de imponer decisiones y que esto puede repetirse en el futuro, aunque esta vez sólo haya sido para la distribución de las comisiones.

Si la oposición puede considerarlo un momento de gloria, todavía deberá trabajar mucho para plasmar esta mayoría ajustadísima en temas como el rechazo al DNU 2010 que creó el Fondo del Bicentenario, que llegará al recinto en la primera reunión de las sesiones ordinarias de marzo.

En la relación de extrema paridad del Senado, ni siquiera el desempate a favor de la oposición es un dato permanente: hasta que llegue el día de la sesión preparatoria, el 24 de febrero, el oficialismo intentará revertir la tendencia desfavorable actual.

Al respecto, vale recordar el poderoso influjo que ejerce el gobierno nacional ante los gobernadores con problemas económicos cuando se trata de un proyecto que puede aliviar la situación fiscal del gobierno nacional.