La incertidumbre sobrevuela al maíz

 

Flavia Rossi

Analista de mercado de fyo.com

En pocos días empezarán a entrar las máquinas a los lotes con maíz. Las proyecciones son muy buenas: con un piso estimado en 18,5 millones de toneladas y un techo probable de 20 millones, se lograría dejar atrás las fuertes pérdidas que generó La Niña del ciclo pasado. Los mayores volúmenes le traerán oxígeno a muchas de las empresas que fracasaron con el trigo. La poca mercadería que pudo venderse no alcanza para hacer frente a las obligaciones, lo que explica por qué el mercado está sobre-ofrecido. Precisamente, a partir de la referencia que atraviesa el grano fino, los productores comienzan a sentirse incómodos con la escasa proporción de la cosecha que tienen sin comprometer. Según relevamientos privados -los datos oficiales se discontinuaron en septiembre del año 2008- el comercio interno de la campaña 2009/10 difícilmente llegue a 2,5 millones de toneladas. El nivel de cobertura es bajo. Apenas supera el 10 por ciento de la cosecha, cuando lo normal hubiese sido tener cubierto el 30 por ciento teniendo en cuenta los períodos 2006/07 y 2007/08. Las causas de esto están repartidas. Por un lado, la incertidumbre por no saber si llovería o no obligó a dejar pasar los 125 dólares por tonelada que cotizaron los futuros durante diciembre. Por otro, la falta de atractivo que tuvo el maíz argentino en el mundo y las escasas licencias de exportación (ROE) que hubo limitaron la necesidad de compra.

Reactivación de la demanda. Las cosas parecen estar cambiando este año ya que se llevan embarcadas más de 9 millones dentro de la campaña 2008/09.

El regreso de Argentina al mercado FOB se sintió en el mundo. Quedó confirmado en el último informe del Usda que, a raíz del mayor dinamismo que se espera para nuestro país, recortó las ventas en más de un millón de tn.

Empalme entre cosechas. Hace mucho tiempo que la exportación está retirada del disponible y dejó la plaza libre para el consumo doméstico. Aún así, los productores avícolas y engordadores han organizado sus stocks de forma tal de poder esperar un par de semanas y aprovechar los menores precios que habría con el ingreso fuerte de la cosecha.

Es por todo esto que el renovado interés de compra de la exportación fue aprovechado por las empresas agrícolas, que sólo los tres primeros días de la semana vendieron casi 100 mil toneladas en Rosario, aún cuando los precios se mantuvieron en 113-115 dólares de los días previos.

Todo indica que las expectativas de los vendedores se están acomodando a un escenario de buena producción, con escasa cobertura y poca liquidez, lo que podría generar otra situación de sobreoferta.