Las recomendaciones para esta campaña

La planificación de la cosecha gruesa en un año bien movido

Es clave prepararse para los probables cuellos de botella en la logística de los fletes. También averiguar tarifas y precios para las distintas alternativas de almacenamiento.

 

Prensa Aacrea

La Argentina, clima adecuado mediante, se encamina a generar una buena cosecha de soja. El dato por tener en cuenta es que se espera, además, una gran concentración de las ventas en la época de cosecha. “Venimos de una campaña muy mala, lo que hace que las necesidades financieras sean mayores, tanto para pagar deuda comercial como bancaria; también se va a vender más soja porque muchos de los alquileres se financiaron total o parcialmente a cosecha gruesa y la negociación de los nuevos alquileres (2010/11) no va a ser tan flexible como la de la presente campaña, por lo que pueden esperarse ventas de soja para calzar arrendamientos; en definitiva, se comercializará un gran volumen de soja para cancelar alquileres de dos campañas”, explica Sebastián Gavaldá, especialista en comercialización del Área de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA.

Por tal motivo, en esta campaña 2009/10 es fundamental llegar a cosecha con una correcta planificación de la comercialización del grano que va a ingresar al mercado en el primer semestre de 2010.

La mayor parte del costo de comercialización se compone de fletes. Partiendo de la base de un precio justo para ambas partes —que dependerá siempre de la situación estacional de oferta y demanda—, un aspecto crucial para mejorar el precio neto es realizar una adecuada negociación y control de fletes.

Por lo general, negociar el transporte de las cosechas fina y gruesa con las mismas empresas permite obtener mejores precios. Además, antes del inicio de la campaña es importante conocer la cantidad precisa de kilómetros que hay desde el campo de origen de la mercadería a los posibles destinos (dato necesario para controlar la facturación de fletes).

“Con respecto a las eventuales faltantes de kilos entre origen y destino, se considera normal una diferencia —ocasionada por balanzas— del tres por mil del peso de la mercadería, dando como resultado que, en un camión de 30.000 kilos, la tolerancia sea de 90 kilogramos”, explica Gavaldá.

“Generalmente las pérdidas superiores a los 100 kilos corren a cargo del transportista, aunque es importante que esto esté previamente acordado para evitar complicaciones posteriores con un eslabón fundamental de la cadena”, añade.

Mercadería en origen

Uno de los controles más importantes que deben realizarse es aquel orientado a comparar el tonelaje y la humedad de la mercadería en origen con el tomado en destino. Para esto se requiere una buena báscula en el campo o en las cercanías del mismo. Las balanzas deben estar controladas por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial.

Con respecto a la humedad, es importantísimo contar con un buen humedímetro en el campo para saber con exactitud en qué condiciones sale la mercadería desde origen. “Eso es sumamente importante en el caso del girasol, dado que se bonifica o rebaja mucho por materia grasa, y ésta puede variar considerablemente entre camiones”, indica Gavaldá. “Además, en momentos de cosecha es importante conocer la humedad, porque muchas empresas bonifican si la mercadería se encuentra seca”, agrega.

Acopio

Es importante tener en cuenta todas las opciones a nuestro alcance para acondicionar los granos en función de, entre otras cosas, el contenido de humedad al momento de entrega de la mercadería. En general, con niveles de humedad bajos es conveniente acondicionar los granos en los puertos, mientras que con niveles mayores la opción más ventajosa suele ser el acopio local.

La ventaja de acondicionar en el puerto es que la secada se cobra por punto, mientras que en los acopios se ofrece una sola tarifa para los primeros tres puntos de humedad. Esto no es un capricho de los acopiadores: lo que sucede es que éstos suelen perder dinero con la secada de los primeros puntos de humedad (sin embargo, el acondicionamiento en el puerto tiene también desventajas, ya que las condiciones de recibo no son constantes a lo largo del tiempo).

En las plantas de acondicionamiento del antepuerto las tarifas dependen mucho del proveedor y es importante conocerlas, ya que en ocasiones son más baratas que las del puerto. Para planificar esta operación es importante conocer bien la disponibilidad de procesamiento de cada una de las opciones. Pero, en todos los casos, tener claro esto suele representar mucha diferencia de dinero.

Poder de compra

No son pocos los productores que retienen su cosecha a la espera de la aparición de un determinado precio. Sin embargo, esta no es la mejor manera de razonar en el negocio agrícola, dado que el grano, más que un producto, es la moneda del empresario agrícola.

Por ende, además del análisis de los factores que inciden en los valores del disponible —que, obviamente, deben hacerse—, es vital poder reconocer la evolución del poder de compra de la moneda grano y la perspectiva futura que presenta la misma.

“Si analizamos la relación de los granos con respecto a los tres principales insumos, en la mayoría de los casos vemos que la relación actual es superior al promedio de los últimos 10 años”, indica Gavaldá.

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El consejo. Con niveles de humedad bajos es conveniente acondicionar los granos en los puertos, con niveles mayores la opción más ventajosa es el acopio local.

Foto: Archivo Campolitoral