A través de la Asociación para el Desarrollo del departamento castellanos

Quieren que más pueblos puedan acceder a créditos productivos

El presidente comunal de Tacural, Adrián Sola, hoy al frente de la Asociación, explicó que pretenden que las más de 40 localidades del distrito se beneficien con los instrumentos de apoyo generados por la entidad.

 

De la Redacción de El Litoral

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Desde hace ya tiempo al frente de la comuna de Tacural, a Adrián Sola le toca desde diciembre la responsabilidad extra de presidir la Asociación para el Desarrollo del departamento Castellanos. Cargo que -cabe resaltarlo- conlleva un gran desafío ya que la entidad está asentada en el corazón de una de las zonas productivas más importantes, no sólo de la provincia de Santa Fe, sino también del país.

La asociación está integrada por 43 pueblos más tres ciudades y “el recupero es muy bueno, del 95 por ciento”, destacó Sola en diálogo con El Litoral. Y adelantó que una de sus premisas centrales, que fue expuesta en una de las últimas reuniones de la comisión, es “que más allá de los 28 pueblos donde llegaron créditos a más de 250 emprendedores, se vayan incluyendo más pueblos”.

“El que no es presidente comunal no cree la importancia que tiene una llegada de 10 mil pesos -el crédito base con garantía simple- al pueblo, ya sea para reforzar una actividad que ya se está realizando o para abrir un emprendimiento nuevo”, consignó, como para dar más firmeza a su postura.

Una de las circunstancias que, según el mandatario, intensifica la posibilidad de generar un alto índice de recuperación del dinero prestado, está directamente relacionado con el seguimiento que realiza el gobierno comunal. “Hay 1.700 habitantes en Tacural y los seis créditos que presté, sé a quien se los di”, explicó.

Otro aspecto tiene que ver con el grado de involucramiento de los presidentes comunales en el proceso, ya que en muchos casos deben intervenir personalmente en cada paso debido a que, como indicó Sola, en los pueblos chicos “no tenemos Secretarías para el Desarrollo, o algo por el estilo”.

Al puntualizar los objetivos que regirán en los próximos meses el accionar de la Asociación para el Desarrollo de Castellanos, el titular de la comuna de Tacural no eludió referirse a las tribulaciones que atraviesan las economías regionales y remarcó que “son momentos difíciles, no es fácil dar un crédito y después cobrarlo o tener el seguimiento continuo”. “Yo sé que nunca va a alcanzar a cubrir la demanda, porque hoy la toma de dinero barata es necesaria”, añadió; aunque manifestó su confianza en la comisión que lo acompaña al frente de la entidad. “La mayoría hace tiempo que vienen trabajando; es gente que siempre peleó por su pueblo”, destacó.

Origen y metodología

Las Asociaciones para el Desarrollo (ADR) se originaron con la idea de “revalorizar las políticas públicas llevadas adelante en espacios locales, las cuales, son promovidas y fomentadas por el Ministerio de la Producción de la provincia”. Así lo indica el sitio web oficial de la provincia, que también señala que sus objetivos consisten en “promover la producción y el desarrollo agrícola, ganadero, industrial, socioeconómico, educativo y cultural de la región” y “actividades económicas alternativas que generen nuevos puestos de trabajo y una eficiente y racional utilización de los recursos materiales y humanos”.

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Optimismo. De cara al año que empieza, Sola manifestó su confianza hacia la gente de la comisión que “siempre peleó por su pueblo”.

Foto: Gentileza comuna de Tacural

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Un impulso necesario

Juan Ignacio Novak

El diccionario de la Real Academia Española define “desarrollo”, en una de sus tantas acepciones, como aquella “evolución progresiva de una economía hacia mejores niveles de vida”. Si se toma como premisa esta definición, el papel que juegan las Asociaciones para el Desarrollo que funcionan en los distintos departamentos de la provincia de Santa Fe cobran un rol fundamental. Debido a la posibilidad que brindan a muchos pequeños productores o empresarios de optimizar, precisamente, “sus niveles de vida”.

En las localidades del interior resulta muy fácil verificar la existencia de numerosas, por así decirlo, “capacidades emprendedoras”. Pero, paradójicamente, no figuran en la misma escala opciones que permitan superar el abismo que, en general, separa las buenas ideas de su puesta en práctica. Entonces, los instrumentos diseñados por las Asociaciones para el Desarrollo, traducidos en créditos blandos y accesibles, funcionan como el impulso necesario. Probablemente por esa razón, desde su creación una década atrás, estas entidades lograron afrontar con éxito los vaivenes que caracterizan a economías como la argentina.

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