Colón está dulce, ganó en la última jugada y bajo la lluvia...

Fuertes hizo con 37 lo que no hace uno de 20

Fuertes hizo con 37 lo que no hace uno de 20

El festejo del primer gol de Colón. “Pirulo” Rivarola, en el medio del ramillete de jugadores sabaleros. Fue una gran jugada de Lucero por derecha, con un centro atrás que dejó pasar inteligentemente Fuertes y capitalizó Rivarola para rematar al arco. El balón se desvió en un jugador de Chacarita y descolocó a Cejas.

Foto: Gentileza Olé/Baires

El Bichi armó una jugada espectacular y se la dio servida a Nieto para ganarle a Chacarita. Lo hizo con más de 90 minutos jugados en una cancha con agua y barro. Admirable.

 

Enrique Cruz (h)

(Enviado Especial a Buenos Aires)

Iban 48 minutos del segundo tiempo. Recibió la pelota por un costado y de espaldas al arco. La tiró hacia su derecha y empezó una corrida comparable a la de de un juvenil que, con todas sus ganas, quiere mostrarles a todos que puede jugar, que está dispuesto a dejar hasta el último esfuerzo posible en la cancha y que se quiere ganar un lugar en el equipo. Pero no es un juvenil. Es un tipo que tiene 37 años, los ligamentos cruzados de sus dos rodillas rotos y cientos y cientos de partidos y batallas bajo el lomo. Es Esteban Fuertes, un jugador que siempre tiene un plus, que siempre tiene algo más para dar y que sorprende ya no a los santafesinos o a los colonistas, sino al país entero. Esa corrida hecha en una cancha mojada, ya embarrada en algunos sectores, pesada y con más de 90 minutos encima, terminó con un pase de “tres dedos” brillante para la aparición de Federico Nieto, por el segundo palo. Y terminó en gol. Y fue victoria agónica de Colón, festejada bulliciosamente, con sabor a hazaña y que echó por tierra con algunos preconceptos con los cuáles llegó el sabalero a La Paternal: 1) el hecho de no haber ganado nunca en el nuevo estadio Diego Armando Maradona desde su reinauguración; 2) haber vencido a un rival al que no le podía ganar como visitante desde 1973 (estuvo cerca hace algunos años, cuando al cabo del primer tiempo vencía 2-0 con una brillante labor de Jair Benítez, y luego le empataron).

Fue gol de Nieto pero fue todo el mérito del Bichi. “90 por ciento de él y 10 por ciento mío”, dijo el autor del tanto en el vestuario, en una muestra de reconocimiento y honestidad casi brutal. Fidelidad absoluta y cabal demostración de que se están dando algunos síntomas que son muy positivos. A saber:

* 1) El Turco Mohamed dijo después del partido con la Católica, en Santiago de Chile, que el plantel estaba “golpeado”: tras cartón, ganó dos partidos seguidos y uno de ellos sobre la hora. Un problema menos y rápida recuperación.

* 2) Anoche se ganó un cotejo de ésos que marcan rumbos. No siempre se vence en la última jugada; mucho menos, de visitante. Y Colón demostró que, más allá de la eliminación copera, es un equipo que anda derecho, que está bien encaminado y que corre con vientos favorables.

* 3) Se nota que el clima interno es muy bueno y que el técnico contribuye para eso. Saca a Nieto -goleador del torneo pasado- y éste no sólo que no habla mal ni muestra fastidio, sino que se esmera por demostrarle al técnico que siempre está dispuesto a hacer algo bueno por el equipo, ya sea entrando como titular o yendo sin chistar al banco.

El Turco es un tipo que con sus casi 40 años mezcla lo avezado de su juventud natural con el riesgo propio que conlleva su personalidad. Mohamed es un tipo que va al frente, que tiene muchos deseos de progresar, de ganar cosas y que se anima, por ejemplo, a declarar que “ahora no nos queda otra que pelear el campeonato”, cuando otros entrenadores, haciendo culto quizás de la prudencia o, posiblemente, de un instinto algo pesimista, dirigiendo clubes grandes y con otras pretensiones que Colón, hablaban de un “paso a paso” o “tiempo al tiempo” o cosas por el estilo.

Mohamed quiere salir campeón con Colón. Ésa es la realidad, su realidad. Hace casi dos años que está en el club y fue cumpliendo y quemando etapas. Primero, salvó al equipo de una posición muy desventajosa en el promedio. Luego, lo fortaleció y convirtió a Colón en protagonista. Lo clasificó para la Libertadores, apostó a los chicos de inferiores, potenció valores y ahora sabe que tiene su propio esquema armado para pelearla. No le promete a la gente el campeonato, pero la ilusiona con sus dichos. Mohamed podría decir, con toda tranquilidad, que el objetivo es el de clasificar a la Sudamericana, por ejemplo; o, como se dijo más arriba, hacer la gran “Mostaza” Merlo y no mencionar la palabra campeonato, poniendo alguna barrera entre él y su equipo con la ilusión de la gente. Pero no. Apuesta fuerte y se dispone a ir por todo. Sabe que carga en sus espaldas muchas cosas a su favor: 1) el gran cariño que le tiene la gente; 2) sus números, que son irrebatibles; 3) un plantel que él supo forjar y que lo banca a muerte; 4) una dirigencia con la que se lleva muy bien y con la que han congeniado pautas que tienen que ver con el nuevo modelo futbolístico que ha encarado Colón en los últimos tiempos.

Pero hablemos un poco del partido de anoche. Bien Colón y bien Chacarita. Al menos en la propuesta. Hicieron frente a las adversidades (lluvia torrencial, un viaje inapropiado del plantel sabalero desde el hotel al estadio de casi una hora y media por las calles inundadas y un campo de juego poco apto para el buen juego). No armaron un gran partido de fútbol, pero los dos equipos se identificaron con una propuesta agresiva. En definitiva, Gamboa y Mohamed, como Cocca y otros que van a la vanguardia de esta camada de entrenadores, le han hecho muy bien al fútbol. Arman equipos ordenados, tácticos, ofensivos y ambiciosos. La gente de Chacarita se fue mal de la cancha porque su equipo perdió y la posición en los promedios es complicada, pero nadie podrá reprocharle a Gamboa que fue al frente y que lo quiso ganar. Como también lo quiso ganar -y lo consiguió- el Turco Mohamed.

Se repartieron el protagonismo. Cuando Bertoglio y Lucero hicieron de las suyas por los costados de la cancha y Pellerano manejó mejor la pelota, fue más Colón. Cuando Parra y Ramírez tuvieron movilidad y apareció en escena Morales, el timón pasó a manos del local. Por todo esto, se armó un partido con varias jugadas de peligro y con un resultado parcial (1 a 0 para los sabaleros) que terminó siendo algo mezquino para Chacarita.

Arriesgó Gamboa cuando lo puso a Franco, pues agregó un delantero y se quedó sin un volante por derecha con oficio de tal. Lo retrasó a Ramírez, un delantero, para que cubriera el sector. Y ahí reaccionó rápido el Turco y colocó a Ricky Gómez para jugar a sus espaldas. Todavía sin recuperar el nivel que lo distinguió en el torneo pasado, con su ingreso y el de Nieto (que en primera instancia no pareció tener demasiado sentido), Colón pudo emparejar un trámite que se le había complicado en el arranque del segundo tiempo, hasta el empate de Chacarita que le ponía justicia al partido.

Estaba para cualquiera de los dos. Cada centro sobre el área de Pozo era un verdadero peligro. Y cuando Colón se lo proponía, desnudaba falencias en el fondo de Chacarita, a tal punto que tanto Cejas en el arco local como Pozo en el de la visita tuvieron que trabajar más de la cuenta.

Era empate y no estaba mal. Premiaba el esfuerzo de los dos y no castigaba a ninguno. Pero el Bichi tenía un as bajo la manga... En realidad, el “viejito” tenía un pulmotor y todo el bagaje de calidad para tirarlo en la última jugada del encuentro y servirle la pelota a Nieto para que Colón se quedase con el triunfo, la punta y haga historia en una cancha en la que todavía no había podido ganar desde su reinauguración.

(Pasa a página 33).

/// SÍNTESIS

Chacarita 1

Colón 2

Cancha: Argentinos Juniors (local Chacarita).

Árbitro: Néstor Pittana.

Chacarita: Cejas; Lisandro López, Echeverría y Diego Crosa; Zarif, Pereira, Frezzotti y Centurión; Morales; Parra y Ramírez. A.S.: Tauber. Estuvieron en el banco: Fernando Crosa, Cevasco, Diego Torres y Cano. D.T.: Fernando Gamboa.

Colón: Pozo; Candia, Merlo y Nicolás Torres; Caire, Moreno y Fabianesi, Pellerano y Rivarola; Bertoglio; Fuertes y Lucero. A.S.: Marcos Díaz. Estuvieron en el banco: Mosquera, Capurro y Acosta. D.T.: Antonio Mohamed.

Goles: en el primer tiempo, a los 15 min Rivarola (C). En el complemento, a los 16 min Parra (Ch) y a los 48 min Nieto (C).

Cambios: en el complemento, al iniciarse, Franco (Ch) por Zarif; a los 12 min Nieto (C) por Lucero; a los 19 min Ricardo Gómez (C) por Moreno y Fabianesi; a los 32 min Soto (C) por Bertoglio y a los 40 min Ponce (Ch) por Morales.

Amonestados: en Colón, Caire, Bertoglio, Torres y Rivarola.


 
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No se cansa de sorprender

Esteban Fuertes fue clave en la victoria de anoche en La Paternal, pero no precisamente por haber hecho lo que más sabe (marcar goles) sino por la jugada espectacular que armó en el final del partido. Desafiando todas las leyes naturales que indican que un jugador, a los 37 años, no puede tener un arranque semejante cuando debió disputar más de 90 minutos (era el tercero de descuento) en una cancha mojada, barrosa y pesada, el Bichi se llevó a la rastra a un defensor, se metió al área y le puso un pase-gol estupendo a Nieto. Increíble.

Euforia

Es la que se vivió en el vestuario sabalero después del encuentro. Primero, habrá que decir que fue interesante la cantidad de simpatizantes (más de 300) que desafiaron las pésimas condiciones climáticas y las inundaciones en los barrios capitalinos, para llegarse hasta el estadio a alentar al equipo. Y en el vestuario, dirigentes y jugadores se confundieron en abrazos. Uno de los más contentos, obviamente, era el presidente del club, Germán Lerche, presente junto a sus hijos (fanáticos sabaleros) en La Paternal.

/// el dato

37

años

pasaron desde la última victoria de Colón, como visitante, ante Chacarita Juniors. Fue en la vieja cancha funebrera, en San Martín, en 1973.

34

años

pasaron desde la última vez que Colón pudo ganar en la cancha de Argentinos Juniors. Fue en el mismo lugar, en Agustín García y Boyacá, pero con una escenografía diferente, con todas las tribunas de madera. Fue en 1976, el año en que empezó a jugar Maradona en Primera.

Con Central, ¿17 ó 19.10?

Anoche, en la cancha de Argentinos Juniors, la dirigencia sabalera no pudo asegurar si el partido contra Central, programado para el sábado que viene en el Centenario, se jugará a las 19.10, tal cual está en el boletín oficial de AFA, o si por pedido de la policía se adelanta para las 17.

La policía, por cuestiones de seguridad, habría sugerido que el encuentro se juegue a las 17 para que la llegada y desconcentración de la gente de Central se produzca en horario diurno.

El comité ejecutivo de la AFA dispuso el martes que el encuentro se juegue a las 19.10, razón por la cual es el horario establecido en un principio y el que, por el momento, está en vigencia.