Sergio Idelsohn ganó una beca multimillonaria de 2,5 millones de euros

El científico de Santa Fe que revolucionó Europa

Fue premiado por idear un sistema de simulación informática que permite obtener datos en tiempo real, posibilitando la inmediata toma de decisiones ante eventuales catástrofes naturales. Desde Barcelona habla de sus proyecciones y sentimientos: “No siento nostalgia por Santa Fe, porque nunca me fui”, confiesa.

El científico de Santa Fe que revolucionó Europa

El hombre iluminado por la ciencia. Sergio Idelsohn posa en una foto para el diario El País de España. Detrás, la pantalla muestra su método de simulación. El docente de la UNL fue premiado con una beca multimillonaria.

Foto: ElPais.com

 

Luciano Andreychuk

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—Hola, ¿con el señor Idelsohn?

—Sí, él habla.

—Buenos días, o mejor, buenas tardes. Lo llamamos desde Santa Fe, del diario El Litoral.

—Ah, qué gusto escuchar a alguien de mi ciudad...

Sergio Idelsohn, el investigador que hace unos días obtuvo una beca de 2,5 millones de euros, el mismo que fue noticia en las columnas de El País de España y el hombre que ha revolucionado el mundo científico de Europa con el trabajo por el cual fue premiado, agradecía humildemente el llamado, desde su residencia en Barcelona. Aquí, el caluroso mediodía de febrero; allá, en el Viejo Continente, la gélida tarde del invierno. “Con tanta alegría que siento, el frío pasa desapercibido”, bromeaba.

Investigador de la prestigiosa Universidad Politécnica de Cataluña y también docente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL, Idelsohn fue merecedor de la multimillonaria beca otorgada por el Consejo Europeo de Investigación por un trabajo que, dada su novedad y alcances, sorprendió a toda la comunidad científica internacional. El desarrollo fue seleccionado entre 4 mil ideas originales presentadas por especialistas de todas las ciencias (medicina, física, ciencias sociales, ingeniería, etc.), que debían proponer soluciones para problemas de alto riesgo.

Idelsohn desarrolló un sistema de simulación informática a través del cual se pueden obtener cálculos numéricos en tiempo real. Este método podría utilizarse para medir determinadas variables en casos de desbordes de cursos hídricos, o comprobar cómo se comporta un avión en vuelo o cómo navega un petrolero, entre muchos otros ejemplos.

De qué se trata

“A pesar de que las computadoras actualmente son muy rápidas, los cálculos de ingeniería llevan un tiempo que va de 10 a 20 horas de trabajo. Si necesitamos calcular qué consecuencias traerá la rotura de un dique, por ejemplo, las mediciones de ese tipo tardan y son bastante lentas. Entonces, el proyecto premiado consiste en hacer los cálculos en tiempo real. No tendremos que esperar tantas horas de trabajo en la computadora mientras el agua se desborda”, explicó el investigador a El Litoral.

¿Qué quiere decir esto? “Que con este método podríamos hacer los cálculos en el mismo tiempo en que tarda romperse el dique. Con ello, determinar a tiempo real cómo bajará el agua, hasta dónde llegará, si deberán evacuarse preventivamente las ciudades más cercanas o no, etc. La ventaja del cálculo en tiempo real sirve donde fenómenos naturales se producen muy rápidamente, y se necesita tomar decisiones muy rápidas también”, completó.

Otro caso ilustrativo: “Imaginemos que hay un incendio forestal y están los bomberos tratando de apagarlo; hay un viento que sopla en un determinado sentido. Pero en un momento determinado el viento cambia su dirección. Entonces los bomberos necesitan saber en tiempo real hacia dónde se propagará el fuego, con qué velocidad, en cuánto tiempo llegaría a las viviendas más cercanas que estén de allí. Los bomberos necesitan tener un cálculo muy rápido para saber qué hará el fuego en función del cambio de la dirección del viento. Bueno, nuestro trabajo propone el método para obtener esos cálculos en tiempo inmediato”, refirió el investigador.

Ciencia en Santa Fe

—Su proyecto se midió con los mejores de todo el mundo, ¿tenía expectativas de ganar esta beca?

—Las posibilidades eran tan remotas que la verdad ni me lo esperaba. Me causó una gran satisfacción, indescriptible diría yo.

Su voz al teléfono irradiaba alegría. Idelsohn explicó que los fondos de la beca servirán para desarrollar su trabajo: parte del mismo se llevará a cabo en Cataluña, y parte aquí en Santa Fe con grupos de investigadores de la Fich. Algo que le dará más jerarquía a la cada vez más fuerte producción científica local. “Participarán muchas personas en este trabajo. Estoy entusiasmado, porque creo que podremos hacer algo muy bueno”, expresó Idelsohn.

“La ciudad de Santa Fe ha sido siempre un punto singular en cuanto al desarrollo científico. Hay una concentración de investigadores que no se ve en otros lugares del país. En términos relativos, no sería raro pensar que la cantidad y calidad de investigación en Santa Fe sea mucho mayor y mejor que en otro puntos de la Argentina, inclusive Buenos Aires”, concluyó.


Saltando el Atlántico

—Actualmente reside en Barcelona, pero ¿siente nostalgia por Santa Fe?

—No, no tengo tiempo de ponerme nostálgico...

Para Idelsohn las distancias no despiertan la melancolía del desarraigo. Como en aquel célebre cuento de Cortázar donde el protagonista cruzaba una galería de París para aparecer en el porteño pasaje Güemes -la pertenencia a un lugar hacía que se rompieran los límites del espacio real- Idelsohn está “allá y aquí, al mismo tiempo”.

Si bien nació en Paraná, su ciudad “adoptiva” fue Santa Fe, en la que vive desde los años “80. Hoy reside seis meses en Barcelona, y el resto del año aquí. “No siento nostalgia por la ciudad, por una sencilla razón: siento que está presente conmigo todo el tiempo, nunca me fui. Allá tengo mi casa, mi coche, mis afectos... Vuelvo en octubre”, prometió.

/// PERFIL

Quién es

Sergio Idelsohn nació en Paraná, donde hizo la escuela primaria y secundaria. Fue a la Universidad Nacional de Rosario y después del Doctorado (realizado en Bélgica) vino a vivir a Santa Fe, en los años “80, durante los comienzos del Intec y del Ceride. Más tarde comenzaría a dar clases en la facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL. Es Ingeniero Mecánico y Doctor en Ciencias Aplicadas. A sus 62 años, ha cosechado un extensísimo listado de premios y distinciones tanto en el ámbito nacional e internacional, que lo convierten en uno de los científico más prestigiosos del país.

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