Gran demanda de viviendas
San Guillermo construye siempre
Son muchas las localidades del interior que han crecido y seguirán haciéndolo a partir de la demanda habitacional que ostentan. Pero pocas pueden resolver, como San Guillermo, construir todo el tiempo a diferentes escalas y planificando la expansión.
Néstor Fenoglio
Daniel Martina debe contar muchas veces en otras partes la buena experiencia en materia de viviendas que se lleva adelante en San Guillermo, pujante localidad del noroeste santafesino, de la cual es el presidente comunal. Son muchos los pueblos de la escala de San Guillermo que ya pasaron los 7.000 habitantes y van camino a un destino cercano de ciudad y que por actividad económica y dinámica reclaman constantemente nuevos asentamientos. A muchos de esos pueblos les cuesta mucho expandirse por la falta de terrenos; a otros, por la falta de organización o personal a la hora de encarar la construcción, otros directamente no pueden hacer nada en materia de viviendas sociales. San Guillermo resuelve todas estas cuestiones al mismo tiempo y asegura un crecimiento que no sabe de pausas, a pesar de sequías, crisis o malos momentos.
San Guillermo, para decirlo de una vez, es un modelo en materia de resolución del delicado tema de la demanda de viviendas, al punto que hay 350 nuevos lotes ya adjudicados y casi ochenta viviendas en construcción en este momento.
El ritmo que San Guillermo sostiene en materia de viviendas, además de asegurarle un cercano destino de ciudad -no está lejos de los diez mil habitantes-, contempla una materia pendiente en toda la provincia: la vivienda social, que se logra gestionar a partir de eficientes ahorros, pues es la comuna la que se encarga de plomería y ladrillos, por ejemplo.
Pueblo en crecimiento
“Cada vez se extiende más el pueblo -admite Martina-; hay dos loteos ya concretados, uno de 80 lotes y otro de 270; son 350 en total, es decir que serán 350 casas más en breve. Se ve el movimiento; hay en este momento 77 viviendas en construcción. Esto genera mano de obra. Además, 25 de estas casas en construcción se concretan en Pueblo Viejo -el sitio de la fundacional, cercano al actual emplazamiento- y ya se están por entregar”.
El modelo es posible porque “la plomería la hacemos nosotros; los ladrillos son nuestros, de una fábrica de bloques que tenemos, y por eso lo podemos hacer. Quiero destacar también que las partidas que envía Vivienda están llegando en tiempo y forma, quizás un poco desactualizadas pero luego se eleva el recálculo y los fondos llegan, por lo que se arma el círculo que nos permite seguir avanzando”.
El otro esquema requiere de lotes propios: “La gente ha comprado su lote y allí trabajamos en conjunto. Hemos gestionado entre quienes querían vender algunas hectáreas lindantes con la traza actual y los muchos que querían comprar. Los lotes se compraron de contado y después sorteamos la ubicación, todo de modo transparente y con el seguimiento de los interesados. Evitamos así suspicacias y especulaciones, pues podría suceder que alguno rechazara el lote sorteado porque no le gustó el lugar y deja de pagar. No fue así: nosotros cobramos primero el costo total del lote y luego hicimos el sorteo. Las casas no son de modelo único.
“En el primer loteo de 80 terrenos, muchos ya hicieron por su cuenta sus casas; en otros casos, construimos nosotros y ya tenemos allí 13 casas techadas y ahora se arranca con 18 más en lote propio, y son 18 albañiles distintos, lo que genera en nuestra localidad un impacto muy importante en mano de obra: trabajan los corralones, todo lo relacionado con la construcción pero también los negocios, todo el mundo”.
