“Al filo de la oscuridad”

El verdadero valor de la vida y la muerte

El verdadero valor de la vida y la muerte

Mel Gibson es Thomas Craven, un solitario detective de Boston que deberá a enfrentar a una megaconspiración tras las muerte de su hija.

Foto: Télam

 

Ignacio Andrés Amarillo

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¿Qué se siente perder a una hija única? Esa pregunta es formulada en el transcurso de “Al filo de la oscuridad”, filme de Martin Campbell basado en la miniserie británica escrita por el fallecido Troy Kennedy-Martin (un detalle: antes de “Límite Vertical”, “Goldeneye”, “Casino Royale” y los dos filmes del Zorro, entre otros tanques, Campbell fue el director de la serie original). Es que ése es el disparador de la historia: hasta dónde puede llegar un padre que se ha quedado solo por desentrañar la muerte de un retoño muerto en sus brazos.

Thomas Craven es un solitario detective de Boston, que espera la visita de su hija Emma, graduada del MIT por lo que se ve en sus diplomas. Al parecer Tom es viudo, pero no se menciona demasiado a su antigua esposa. Tom y Emma no se han visto mucho en los últimos años, y el veterano policía encuentra en esa visita una oportunidad de reencontrar a su adorada niñita de antaño.

Pero ese reencuentro tiene secretos. Cuando ella empieza a sentirse mal, él quiere llevarla al médico, pero serán detenidos por un enmascarado que le descerraja un escopetazo a la chica, ultimándola. A partir de allí, el ahora desposeído padre iniciará una pesquisa personal para averiguar el porqué: mientras sus compañeros piensan que es una vendetta contra Tom, éste comenzará a seguir un hilo de Ariadna que lo llevará a una trama que cruza la política, la seguridad nacional, las intocables corporaciones privadas y la impunidad de los que siempre se movieron entre los bastidores de la realidad. Así, llegará a un punto de no retorno, donde deberá jugarse como lo hacen aquellos que lo han perdido todo.

De la pérdida a la acción

El desafío que asume Campbell no es menor: se trata de narrar una compleja historia que se mueve entre ternura y la extrema violencia; de contar el dolor, el miedo, la soberbia, la venganza. El ritmo narrativo está en un punto ideal: el relato se desenvuelve naturalmente, pero deja al espectador ansioso por saber qué es lo que viene en la escena siguiente.

Pero la mejor herramienta del director es sin duda Mel Gibson: el actor y también realizador, que recientemente dijo que “el director es un chef y el actor es como un huevo que el chef utiliza”, se coloca aquí como el ingrediente clave: reconocido por sus interpretaciones de duros con hondura dramática (las cuatro “Arma mortal”, “El patriota”, “Corazón valiente”, y la poco recordada “The Million Dollar Hotel”, por ejemplo) vuelve a erigirse en ese delicado equilibrio, reflejando toda la gama de emociones que debe atravesar el más duro de los hombres cuando ha perdido lo más querido.

Si bien el filme es puro Gibson, el elenco se beneficia con la presencia de Ray Winstone como el misterioso Jedburgh, el hombre dedicado a que los cabos no se puedan atar, tal como lo define en algún momento del filme, y también el otro hombre honesto en medio de la tormenta. La bonita Bojana Novakovic aporta como Emma Craven, con más protagonismo del que parecería, y Danny Huston encarna a Jack Bennett, el soberbio directivo de la compañía Northmoor, autoproclamado señor de la vida y la muerte.

“¿Qué es peor: no haber tenido nunca hijos o tenerlos para verlos morir?”, le pregunta Jedburgh a Tom en una de sus sublimes conversaciones. “Valió la pena todo el tiempo que duró”, será la respuesta del agente. Y ésa es la filosofía que lo anima: hacer valer la vida, y que también la muerte tenga sentido.


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MUY BUENA

“Al filo de la oscuridad”

“Edge Of Darkness” (Estados Unidos, 2010, hablada en inglés). Dirección: Martin Campbell. Con Mel Gibson, Ray Winstone, Danny Huston, Bojana Novakovic. Guión: William Monahan y Andrew Bovell, sobre la miniserie escrita por Troy Kennedy Martin. Fotografía: Phil Méheux. Música: Howard Shore. Edición: Stuart Baird. Duración: 113 minutos. Calificación: Sólo apta para mayores de 13 años. Se exhibe en Cinemark.