LIBRO PREMIADO

La historia del país, desde la mirada

de una anciana y un adolescente

En “Más liviano que el aire” (Premio Clarín de Novela 2009), el escritor Federico Jeanmarie construye un contrapunto entre clases, edades y géneros.

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TÉLAM

La obra está estructurada a partir del diálogo de una anciana de 93 años, quien mantiene encerrado en el baño de su casa a un adolescente que ingresó para intentar asaltarla.

A lo largo de toda la obra, se escuchará únicamente la voz de esta ex maestra solterona de familia acomodada, quien insiste en contarle al chico de 14 años la historia de su madre bajo la promesa de liberarlo en cuanto termine el relato, mientras que las respuestas de éste último pueden inferirse del mismo monólogo.

En medio de alusiones tanto gráficas como sutiles a la soledad y la incomunicación, la trágica historia íntima que relata la mujer (en la novela editada por Alfaguara) se entrelaza con el devenir nacional del país, y no de casualidad Jeanmarie dio a su protagonista casi 94 años, para poder así haber sido testigo de la historia del siglo XX.

“A mí, lo que me interesa es lo solos que vivimos todos y lo difícil que nos resulta comunicarnos, y que es esa soledad la que termina por generar violencia”, decía el escritor nacido en Baradero en 1957, el día de la entrega de premios, en el momento en que subió al escenario a recibir el galardón. “Yo creo que lo que te lleva a escribir son preguntas que no te contestás, para las cuales no tenés respuesta. Entonces, como manejás un oficio que es la escritura, te sentás con un par de esos problemas y sale lo que sale”.

DISCURSOS

La historia transcurre a lo largo de tres días de encierro para el chico, mientras va naciendo una suerte de vínculo particular entre ellos, a fuerza de los desengaños que ambos sufrieron en sus vidas, tal como se deduce del largo soliloquio que la mujer mantiene a través de la puerta.

“Ése es el modo que encontré para no decir explícitamente que el grupo social al que pertenece el chico no tiene voz. Además, creo que, por la situación del país, las pocas veces en las que tiene la voz, ni siquiera puede articular un discurso legible. Mi forma de decirlo fue no dándole la palabra a él y la única palabra es la de la mujer”, desgrana el autor.

En el monólogo de la anciana, el presente y el pasado argentinos aparecen bajo el nuevo ropaje que viste la vieja dicotomía entre civilización y barbarie, y van surgiendo temáticas como el peronismo, la iglesia, la educación.

Jeanmarie sostiene que la novela está atravesada por extremos importantes, que se tocan: uno es mujer, otro, varón; uno es rico, otro, pobre... ellos están determinados por nacimientos en sitios muy diversos de la Argentina”, opina.

“El gran problema que tenemos los argentinos es la incapacidad de charlar -lanza Jeanmarie-. Incluso, a nivel coloquial, nuestra relación es mucho mas irónica y grotesca que en otros países de habla hispana. Es muy difícil conectarse, conocerse y construir un diálogo más o menos digno en la Argentina de hoy, y ésa es una de mis preocupaciones”, afirma. “Creo que ahora la cosa se ha hecho mucho más grotesca porque se han perdido incluso formas del habla coloquial que hasta hace 20 ó 30 años eran obligatorias, como decir “Gracias’, o pedir “Por favor’, o decir “Buen día’. Esto se ha ido perdiendo y hoy la gente se comunica lo mínimo indispensable”, enfatiza.

Para el autor, “la lengua es como un mecanismo de anticipación de lo que va a venir y cada vez usamos un diccionario mas chico para comunicarnos con los demás. Supongo que todo eso está anticipando cuestiones cada vez más complejas de nuestras relaciones”.

La historia del país, desde la mirada de una anciana y un adolescente

Jeanmarie sostiene que la novela está atravesada “por extremos importantes, que se tocan: uno es mujer, otro, varón; uno es rico, otro, pobre... Ellos están determinados por nacimientos en sitios muy diversos de la Argentina”.

Foto: ARCHIVO EL LITORAL

Metáfora

La novela fue elegida ganadora por un jurado integrado por José Saramago, Rosa Montero, Pablo de Santis y Juan Cruz, quien se refirió a la obra como “una metáfora sobre la violencia y sobre la soledad, los dos azotes en torno a los que gira esta novela sorprendente, escrita con un pulso cuya maestría obliga al lector a una complicidad que no conoce límites”.

Para el Nobel portugués, en cambio, “Más liviano que el aire” es “una propuesta arriesgada que habla de la vida contemporánea, donde el bien y el mal comparten una frontera difusa”.

Jeanmaire es autor de numerosas novelas, entre ellas: “Desatando casi los nudos”, “Miguel”, “Montevideo”, “Papá”, “Países bajos”, “La patria” y “Vida interior” y del ensayo “Una lectura del Quijote”.