Para el presidente comunal de Saladero Cabal, Armando Pereyra

“Cuando se producen estas crecidas

hay que trabajar permanentemente”

El mandatario consideró necesario hacer un replanteo que posibilite que cada localidad tenga acceso a las bombas necesarias ante la emergencia hídrica. Si bien recibieron bolsas y nylon de la provincia indicó que se requiere ayuda económica para afrontar la situación.

 

Juan Ignacio Novak

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Al igual que el resto de sus pares en el corredor de la Ruta Provincial Nº 1 el presidente comunal de Saladero Cabal, Armando Pereyra, observa con atención el comportamiento del río. Es que si bien esta localidad ubicada 115 kilómetros al norte de la ciudad de Santa Fe no sufrió las últimas lluvias con la inusitada intensidad que tuvieron, por ejemplo en Helvecia y Santa Rosa de Calchines, también deben tomar las precauciones necesarias frente al escenario que plantea la actual creciente.

Para el mandatario, en primer lugar, “el sistema de bombeo es insuficiente cuando se producen grandes lluvias”. Hoy esta pequeña comuna costera tiene acceso a dos bombas una sola de las cuales es de gran caudal, mientras que la otra es más pequeña. Por eso -en la óptica de Pereyra- “hace falta un replanteo, una reestructuración para que cada localidad tenga las bombas que le hagan falta”. “Por ahí se priorizan aquellas localidades que van teniendo algún tipo de problemas, que los sobrepasa la cantidad de lluvia y tienen inundados, pero mientras tanto no hay un plan de contingencia” remarcó.

Debido a su condición de hombre de la costa, que vivió siempre cerca del río y padeció varias crecientes, el actual titular de la Comuna de Saladero Cabal sostiene que “ya sabemos con sobrada experiencia que es lo que pasa cuando hay una inundación, sabemos los riesgos y que es lo que tenemos que hacer”. Sin embargo, la limitación es que en los pueblos pequeños los recursos propios no alcanzan. “No es suficiente el dinero que se recauda como para hacer una inversión ni a corto ni a mediano ni a largo plazo” admitió.

Ante ese cuadro de situación, y si bien destacó que desde el área de Protección Civil de la provincia recibieron bolsas y nylon para reforzar las defensas, Pereyra señaló que “necesitamos la ayuda económica para solventar gastos de combustible y alquiler de tractores y camiones, porque las comunas pequeñas no tienen estos elementos para poder afrontar una situación semejante”. En definitiva “lo que nos hace falta es que la provincia, que conoce nuestra zona, nos dé alguna señal para seguir trabajando y no dejar que este fenómeno nos sobrepase en demasía”.

“No bajar los brazos”

Consultado sobre la situación que presentan hoy las defensas en Saladero Cabal el presidente comunal apuntó con énfasis que “el anillado perimetral que se construyó para defender el pueblo está en óptimas condiciones”. “Nunca desde que se hizo soportó una crecida, entonces no tiene desgaste. Démosle una chance a toda esa obra que se hizo, de gran magnitud” señaló. Pese a todo, explicó que desde la comuna se toman los recaudos para defender una parte de defensa vieja que sirve de protección “a un espacio de tierra productiva y algún complejo turístico”.

En estos días, tras alcanzar alturas considerables durante el mes de febrero, el río “está dando un respiro para poder salvaguardar las partes más vulnerables” indicó el mandatario y puso hincapié en que “ya deberíamos estar trabajando, no bajar los brazos, para poder mejorar algunas partes, proteger algunas otras y que no tengamos demasiados inconvenientes después”. “Sabemos que cuando se producen estas crecidas debemos estar permanentemente trabajando con la gente, que se producen gastos”. Y “hay que afrontarlos” -dice Pereyra- porque la alternativa sería “como abandonar una localidad”.

“Cuando se producen estas crecidas hay que trabajar permanentemente”

Protección. “El anillado perimetral que se construyó para defender el pueblo está en óptimas condiciones” aseguró el titular de la comuna. Aquí, una vista del camping de la localidad costera, situado a orillas del río.

Foto: El Litoral

Alumnos de El Laurel

Tal como reflejó El Litoral semanas atrás, el pasado 6 de febrero el río venció las defensas y anegó las viviendas, la comisaría y también la escuela de El Laurel, un paraje costero ubicado a la vera de la Ruta Provincial Nº 1 entre Helvecia y Saladero Cabal.

Casi un mes después, a pesar de que el río bajó algunos centímetros, el cuadro de situación tornó imposible la apertura del ciclo lectivo en ese establecimiento. Por eso los 13 alumnos y el personal docente (y no docente) fueron derivados a la Escuela Nº 423 ubicada en la Colonia Helvecia Norte, unos pocos kilómetros al sur. Así lo confirmó la directora de la Escuela de El Laurel, Silvia Límido quien señaló además que ya se hicieron las visitas correspondientes para notificar a los padres de esta determinación tomada por la Regional de Educación.

La docente explicó además que la idea es que los chicos puedan viajar, mientras dure la emergencia a través de los colectivos de la empresa Paraná Medio, que realiza su servicio de transporte de pasajeros sobre el corredor de la Ruta 1. Cabe señalar que el mobiliario y los instrumentos de la escuela de El Laurel habían sido traslados hacia el paraje Las Cañas los primeros días de enero, para salvaguardarlos de la creciente.

Un control

permanente

Entre otras acciones de prevención la Comuna de Saladero Cabal monitorea en forma constante la situación en el Barrio La Tablada “que está fuera del anillo de protección perimetral del pueblo”. Esto obedece a que, de “sobrepasar la altura de la defensa ese barrio se vería directamente afectados”. En esta zona, que entra bajo la órbita del gobierno local, habita una docena de familias.

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