Entre Santa Fe y Recreo

Tormenta mortal para dos peones

Las víctimas vivían y trabajaban en el establecimiento donde los sorprendió un rayo fulminante.

José Luis Pagés

Un hombre de nacionalidad boliviana y un menor de 17 años de edad que trabajaban en la zona de quintas comprendida entre las ciudades de Santa Fe y Recreo fueron víctimas fatales de un rayo que los alcanzó en medio de fuerte tormenta eléctrica, ayer a la tarde.

El trágico suceso nos sorprendió sobre la hora de cierre de modo que la información ofrecida en la edición anterior resultó de las primeras versiones que pudimos recoger en la zona y cuando, contrarreloj, los servidores públicos trabajaban en medio de las inclemencias del tiempo.

Entonces aclaramos hoy que fueron dos peones que trabajaban en una quinta situada al este de la Ruta Nacional 11, los dos fallecidos y no dos chicos que jugaban a la pelota en un descampado como consignamos erróneamente en la edición de ayer. Tampoco, como refieren otros medios de la región, los muertos fueron padre e hijo, sino que ambos compartían trabajo y vivienda, no existiendo relación de parentesco entre ambos.

Superada la confusión de los primeros momentos quedó en claro que las víctimas del insólito y penoso suceso fueron identificadas por la policía santafesina como a Ricardo Keoskero, un hombre de nacionalidad boliviana que tenía 47 años de edad y su joven compañero de tareas, Adrian Jurado, de 17 años de edad.

Los agentes de la Seccional 7a. que acudieron al lugar del hecho fueron informados por los encargados del establecimiento Cayetano Aiello -situado a la vera de la Ruta 11 a la altura del 10500- que Keoskero y Jurado “cayeron fulminados por un rayo”, cuando a cincuenta pasos de ellos, trabajaban en el vivero.

Los hombres entrevistados, ambos apellidados Coller, recordaron que vieron caer a los peones en el preciso momento que una fuerte explosión sacudía e iluminaba intensamente todo el entorno. Los infortunados Keoskero y Jurado cayeron para no levantarse más, en distintos puntos del terreno y a unos 40 metros de distancia, el uno del otro.

Los empleados del servicio de emergencias Dipaes 107 entendieron que todavía podrían hacer algo por salvar la vida de una de las víctimas de modo que la ambulancia ingresó velozmente en la zona, sin embargo al momento del arribo los policías que estaban junto a ellas avisaron que ambas habían fallecido en el mismo momento de recibir la potente descarga.

El juez de Instrucción en turno, Dr. Jorge Patrizi, recibió el informe policial y el diagnóstico del médico de la URI y acto seguido ordenó la entrega de los cuerpos a sus familiares.

Tormenta mortal para dos peones

Una mujer cubre piadosamente el cuerpo de uno de los dos trabajadores que cayeron muertos en el vivero. Foto: Luis Cetraro