Novillos, con el precio más alto

Si el gordo liviano ha aumentado de 70 a 80 % ¿Por qué los feedlots no encierran masivamente? Hay muchas razones, tanto productivas y financieras como de contexto económico.

 

Ignacio Iriarte

A medida que avance el año, se comenzará a sentir la caída del stock ganadero y también impactará la retención de hembras.

A moneda constante (base 1960 igual a 100), el precio actual del novillo es el más alto desde 1979. En agosto de aquél año, el precio real llegó a un índice 140, pero no se sostuvo y a los tres meses había caído 23 por ciento. El otro salto pronunciado de valores reales se dio en agosto de 1987, pero tampoco se pudo sostener: en diciembre de ese año había caído a 93.

Como promedio anual, los índices más altos se dieron en 1979 (111 puntos), en 1987 (114 puntos) y 1998 (104 puntos). El promedio histórico, desde 1979 a la fecha, es sólo de 90 puntos. Con esa perspectiva, el índice actual de 145 puntos es el más alto, por lejos, de los últimos 31 años.

Si el gordo liviano ha aumentado de 70 a 80 por ciento ¿por qué los feedlots no encierran masivamente? Muchos corrales nacieron y crecieron al calor de los subsidios y hoy, que se han aumentado los controles, desisten prudentemente de seguir en la actividad. Otros creen que estos valores de la invernada son muy altos y que se van a caer cuando aparezca la zafra de terneros, por lo que esperan y no reponen. Otros están ahogados por el atraso en el pago de los subsidios o se vaciaron en la última primavera, vendiendo el gordo liviano a 3,50-3,60 pesos el kilo vivo y hoy carecen del capital necesario para volver a empezar.

También están quienes quieren seguir, pero se ponen un límite en el precio a pagar, por lo que en la práctica compran muy poco. Y otros creen -con fundamento- que una vez que el Gobierno le pague a los corrales todo lo que les debe (hasta setiembre de 2009), el sistema de subsidios se modificará para alentar la producción de animales más pesados, y disminuirán o incluso desaparecerán las compensaciones al engorde de animales de menos de 300 kilos.

Para muchos, por último, el nivel de incertidumbre los lleva a considerar muy riesgoso entrar al engorde a corral, aunque la relación de precios entre la carne y el grano sea excelente.

Si el feedlot aumentara -en el mejor de los casos- a partir de mediados de año su oferta, queda por saber cuál será la respuesta de la ganadería pastoril que hoy, con la dramática caída en la producción de los corrales, pasa a ser no menos del 70 por ciento en cabezas del total de la hacienda que se ofrece para faena.

El promedio histórico, desde 1979 a la fecha, es sólo de 90 puntos. Con esa perspectiva, el índice actual de 145 puntos es el más alto, por lejos, de los últimos 31 años.

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Incertidumbre. Para muchos, el nivel de incertidumbre los lleva a considerar muy riesgoso entrar al engorde a corral, aunque la relación de precios entre la carne y el grano sea excelente.

Foto:Archivo

Caída en el stock

Puede que la salida de las veranadas, especialmente en el norte del país, permita una oferta algo mayor de este tipo de hacienda en el próximo otoño, pero debe ponderarse que a medida que avance el año, se comenzará a sentir la caída experimentada en los últimos tres años en el stock ganadero (-17 %) y la retención de hembras. Además, no se dará en este otoño la enorme oferta de gordo que sale todos los años de las islas entre abril y junio. Los exportadores ven con preocupación que las dos categorías que ellos demandan (novillo pesado y vaca) serán muy escasas por mucho tiempo. Las vacas, porque se acabó la liquidación y va a comenzar la retención en cualquier momento, y los novillos pesados porque se ha cortado (por la agriculturización, por la seca y por la política del Gobierno) la cadena de engorde de esta categoría.