Novias atrevidas y modernas

Cada novia tiene su estilo y por eso la mayoría de los profesionales reivindican maquillajes y peinados para todos los gustos. Eso sí, con la feminidad como denominador común.

TEXTO. CARMEN MARTÍN. FOTOS. EFE REPORTAJES

El vestido y el ramo no son los únicos protagonistas de una boda. Igual de importantes son el peinado, el maquillaje y los accesorios que se eligen para ese día tan especial. En estas líneas algunas sugerencias que podrán adaptarse al gusto de cada mujer, según su estilo.

El flequillo regresa para instalarse en los peinados de novia. “Siempre liso, se peinará ladeado o recto, depende de la personalidad de cada mujer. El resto de la melena se acompaña ondeada o semi recogida en la nuca”, dice el peluquero y estilista Michel Meyer.

También se llevan “las melenas completamente recogidas”, pues aportan un toque tan elegante como romántico, siempre que estén en armonía con el vestido. Para las novias más atrevidas y modernas, Michel Meyer propone una melena “corta y ligeramente ondeada”, estilo “art decó”, que otorgará a la novia un aspecto juvenil, urbano y cosmopolita.

Lo más importante y primordial “es poseer una textura capilar sana, poner el acento en el brillo del cabello y trabajar para que el resultado final sea natural, femenino y favorecedor”, explica Meyer.

LA VUELTA DEL TOCADO

Sin embargo, este año se imponen los tocados y sombreros para adornar el cabello de la novia, lo que significa que la creatividad del estilista debe ser mayor para aunar las facciones de cada mujer con el vestido y el tocado.

Hoy en día, el velo ha pasado a un segundo plano y los accesorios adquieren todo el protagonismo para adornar la cabeza. “Es realmente una opción muy chic, ya que dan un toque muy mágico, cinematográfico y de ensoñación”, dice Michel Meyer.

El tocado de la novia deberá destacar siempre sobre el resto de las invitadas y, la única forma de conseguirlo, es eligiendo el idóneo para el vestido escogido.

En tanto, “los sombreros se llevan desde la mañana hasta una hora antes de la puesta del sol. Durante el almuerzo el tocado seguirá sobre la cabeza”, explica Meyer. “Se lleva tanto por la mañana, por la tarde o por la noche y no se quita en ningún momento”.

No hay que olvidar que “el sombrero jamás se luce con un vestido largo. Se debe prescindir del tocado, si se lleva un modelo muy recargado”, aconseja el estilista y peluquero.

EL BROCHE FINAL

“El maquillaje nupcial debe ser natural y luminoso. El objetivo principal es conseguir una piel fresca. Además debe corregir las imperfecciones y realzar los rasgos de la novia. Esta temporada se debe perder el miedo a los brillos y apostar por la dulzura y la suavidad de un velo brillante”, dice el maquillador Pablo Iglesias.

La maquilladora oficial de L”Oreal, Beatriz Matallana, propone un maquillaje de novia limpio y natural con un fondo en textura “soufflé” que borre las arruguitas y las imperfecciones. Sobre el párpado aplica una sombra con sutiles destellos dorados y escoge un tono en función del color del iris. Termina el maquillaje con un ligero rubor sobre las mejillas y sobre la boca aplica un labial brillante con colágeno para hidratar, cuidar y aumentar el volumen de los labios.

“Para elaborar este maquillaje me he inspirado en la luz que proyecta el amanecer, con los primeros rayos del sol y la bruma matinal. Pureza e intimidad para crear un rostro casi angelical”, explica Matallana.

El maquillaje es el broche final de los cuidados de belleza que semanas antes de la boda se deben realizar. La esteticista Felicidad Carrera recomienda una primera visita tres meses antes para “realizar un diagnóstico de la piel y valorar los cuidados que precisa”.

Cuando sólo queden quince días es el momento de hacer una “limpieza profunda para facilitar la penetración de los productos que se pongan en sucesivos tratamientos para otorgar luminosidad y hidratación, y eliminar el estrés”.

“El maquillaje debe realzar la belleza respetando las luces y las sombras para que ese día la novia se sienta bella, radiante, no disfrazada”, dice Felicidad.