La bodega en casa

A diferencia de la mayor parte de las bebidas y alimentos, el vino puede mejorar con el tiempo. Que ésto ocurra depende de condiciones ambientales propicias. Si éstas no se dan, las bebidas terminan avinagrándose.

FUENTE. DECOYJARDIN.COM. FOTO. EL LITORAL.

La bodega en casa

No todos los vinos pueden añejarse. La mayor parte de ellos han sido elaborados para beberlos jóvenes. En general los vinos de guarda son los tintos; muy pocos vinos blancos son capaces de madurar.

El lugar ideal para guardar vinos es el sótano, un lugar donde puede desarrollarse tranquilamente en filas ordenadas y polvorientas que duermen y respiran en la oscuridad y a la temperatura correcta.

Los requisitos del lugar no son muy exigentes. Si no puede cumplir con todos, al menos puede intentarlo tratando de acercarse al ideal tanto como pueda.

El diseño de su propia bodega estará en relación con el espacio de que disponga. En ese sentido no se restrinja, aproveche espacios residuales como pasillos angostos, paredes libres donde colocar estanterías para vinos, o un rincón.

Cualquiera sea el lugar escogido, es útil tener un pequeño espacio donde moverse y poder apoyar las copas o quesos, si se quiere dar el gusto de probarlos en el lugar.

El vino es un producto natural y vivo. Como tal reacciona positiva o negativamente al ambiente en el que se lo ubica. El resultado final dependerá de cómo sea tratado durante la etapa de envejecimiento. Básicamente debe ser guardado en un lugar limpio, oscuro, húmedo y con buena ventilación, sin vibraciones y a temperatura constante.

TEMPERATURA Y HUMEDAD

La temperatura es el factor más importante y el que no debe resignarse. La óptima es de 10 a 12 grados centígrados. Sin embargo una temperatura que vaya desde 5 a los 18 grados también es aceptada en el hogar, siempre que sea constante.

Es importante que la variaciones sean lentas y no bruscas: una variación de 10 grados entre invierno y verano es perfectamente tolerada. en cambio, 10 grados de un día para el otro provocarán un envejecimiento prematuro.

Daños de esta naturaleza son observados como depósitos pegajosos que se forman alrededor de la cápsula. Por otra parte estas variaciones bruscas también dañan el corcho y la entrada de aire puede malograr el resultado.

Los vinos guardados a una temperatura muy alta envejecerán más rápido que los vinos guardados en una temperatura fría.

Esto no significa que si la temperatura es baja no se corren riesgos, ya que favorece las suspensiones y depósitos en la botella. Los vinos blancos son más delicados que los vinos rojos.

La humedad moderada es importante para proteger a los corchos con resistencia e impedir que entre aire a la botella. Una humedad relativa del 50 a 80 % es aceptable, aunque se recomienda 70% como ideal.

La humedad excesiva no daña al vino pero arruina las etiquetas o cajas. La humedad insuficiente puede hacer que los corchos se resequen, pierdan elasticidad y permitan el ingreso de aire.

ILUMINACIÓN Y VIBRACIONES

La luz envejece prematuramente una botella de vino. Las botellas más transparentes son más susceptibles a este problema; por lo tanto elija botellas oscuras. Piense que además del envejecimiento la luz ultravioleta (del sol) puede dar aromas desagradables y arruinar el producto. Los vinos espumosos requieren una atención especial.

Prefiera, para la iluminación artificial, las lámparas incandescentes o de vapor de sodio a las de neón o tubos fluorescentes.

Por otra parte, la vibración constante en el lugar donde el vino está almacenado provoca sedimentos y puede ser perjudicial. Respecto de las vibraciones se debe poner especial cuidado en todo aquello que las provoca, como los sonidos excesivos.

La idea es que usted siempre pueda moverse alrededor de las botellas y no tener que movilizarlas ni siquiera para observar las fechas. Es ideal que el vino sea apoyado y no se mueva hasta consumirlo.

Por último, las botellas deben ser ubicadas horizontalmente para que el liquido contenido en la botella mantenga al corcho con su humedad natural e impida el ingreso de aire.

LIMPIEZA

El lugar donde se almacena el vino debe tener buen movimiento de aire limpio, sin olores o aromas penetrantes. Los fuertes aromas pueden entrar al vino y variar su olor.

VENTILACIÓN

Aunque se trate de un sótano, hay que evitar aquellos lugares donde la falta de ventilación provoque olor a moho y humedad. El moho y los insectos que se desarrollan en lugares mal ventilados pueden atacar los corchos.

ALMACENAJE

Tampoco es conveniente colocar los vinos donde se almacenan verduras, frutas o quesos ni otros elementos que favorezcan la fermentación.