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Duelos en la infancia

El tema de la muerte es muy difícil de tratar, en especial si es la de un ser querido o persona cercana. Se trata de una experiencia dolorosa y angustiante que afecta a todos de un modo particular, y en el caso de los niños de manera especial.

TEXTO. LIC. ROSINA DUARTE (*). FOTOs. EL LITORAL.

Es de suma importancia hablar con los niños sobre la muerte. La “desaparición” de alguien querido no se asimila ni entiende fácilmente, por lo que hay que explicarles con información real lo que ha sucedido. Hay que tener en cuenta que existen muchas maneras de hablar sobre la muerte, dependiendo de los padres y de la edad de los niños.

Para abordar este tema es importante tener en cuenta algunas premisas:

- Precisión: hay que brindar a los chicos la información en la medida justa, tener una actitud de apertura y responder las preguntas que ellos hagan teniendo en cuenta la capacidad de comprensión.

- Información: siempre con la verdad. Hay que informar a los chicos lo que ocurre, teniendo cautela de no agregar información no solicitada, y no explayarse demasiado si los chicos no lo requieren, para evitar de este modo que se creen fantasías alrededor del tema.

- Sentimientos: resulta beneficioso transmitir el estado de tristeza, angustia o dolor, ya sea psíquico o físico, que los padres puedan sentir debido a lo acontecido. No hay que tratar de ocultar los sentimientos penosos, sino explicar.

- Contención: todo momento debe ser contenedor para los niños, hacerles saber que aunque ese ser querido se murió, siempre habrá alguien que lo cuide y lo proteja. Esto es para evitar que los niños piensen que todos se van a morir del mismo modo y pronto, fantasía muy recurrente en edades tempranas.

- Enfermedad: si la muerte fue como consecuencia de una enfermedad, se tiene que informar a los niños que no todas las enfermedades producen la muerte. Se les debe transmitir seguridad y confianza, teniendo en cuenta que hay enfermedades comunes como la tos, fiebre, anginas, dolor de estómago, etc., que no llevan a la muerte.

- Culpa: mucho hay que hablar con los niños para que entiendan que ellos no tuvieron la culpa de lo sucedido, por más que hayan tenido algún pensamiento “malo” sobre la persona que falleció.

- Encubrimientos: evitar decir mentiras, o relacionar la muerte con viajes o el sueño, porque los niños pueden sentir que los abandonaron o esperar que regresen (si decimos que la persona se fue “de viaje”), o relacionar dormir con la muerte, situación que se da mucho entre los niños de 2 ó 3 años.

CONTENCIÓN

Cada caso es particular y se deben pensar estrategias según las necesidades específicas de cada niño, teniendo en cuenta que no hay una respuesta ni verdad absoluta sobre el tema de la muerte. Al tener que atravesar una situación de duelo, lo mejor es tratar de vivirla de la manera más natural posible, pese a lo dolorosa que pueda ser, y brindar a los niños la mayor contención y seguridad posible.

Los padres deben saber que, además, cuentan con la ayuda de profesionales para tratar el tema. Si observan que los niños presentan actitudes o síntomas fuera de lo normal durante el período de duelo, la consulta con un profesional resulta beneficiosa para que el niño pueda evacuar sus dudas y fantasías sobre el tema que lo aqueja, y encontrar un espacio facilitador y contenedor para superar esta situación.

(*) Coordinadora del Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza.

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EL PROGRAMA

El Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza surge a partir del encuentro de un grupo interdisciplinario de profesionales que se plantean la necesidad de pensar la crianza y el trabajo con los niños y sus familias desde un lugar preventivo.

El objetivo es capacitar y brindar las herramientas para reflexionar acerca de la importancia de los primeros años de la vida, desde la perspectiva integradora. Está destinado a docentes, psicólogos, psicoterapeutas, psicopedagogos, puericultoras, médicos, enfermeras neonatales y pediátricas, fonoaudiólogos, kinesiólogos infantiles, terapeutas corporales, psicomotricistas, trabajadores sociales, parteras, instructoras en psicoprofilaxis, obstétricas, doulas, counsellors, psicólogos sociales, directivos de instituciones educativas, juegotecarios, coordinadores de juego, recreadores, estudiantes avanzados de las mencionadas carreras, otras afines, padres, madres, y todas aquellas personas interesadas en capacitarse de manera interdisciplinaria en el área de la Primera Infancia.