Es la temporada Nº 58
Cine Club comienza un nuevo año
Se iniciará mañana con la presentación de un ciclo de diez películas alemanas, dirigidas por los integrantes de la llamada “Escuela de Berlín”. Luego se irán sumando otras actividades.
De la redacción de El Litoral
Retomando sus habituales funciones (jueves, 20.15; viernes, 18, y sábados, 17.30), esta semana Cine Club da comienzo a la temporada número 58, que entregará una nutrida agenda en el 2010, reforzando las actividades culturales sobre la base de estrenos cinematográficos de destacados títulos de la cinematografía mundial.
Como todos los años, las muestras de cine con las embajadas tendrán su espacio durante el año, comenzando con el que se inicia mañana, jueves, “Escuela de Berlín: el joven Cine Alemán”, que es presentado conjuntamente con el Goethe-Institut de Buenos Aries e Icag (Instituto Cultural Argentino Germano) de Santa Fe.
En abril, se presentará la acostumbrada Muestra del Cine Francés con la Embajada de Francia y la Alianza Francesa de Santa Fe.
El mes próximo comienzan los tradicionales ciclos, “Cine Estudio”, con un primer programa dedicado a la obra del honkonés Wong Kar-Wai, y “Desvelado”, que presentará en la primera etapa una selección de realizadores independientes, muchos no estrenados en nuestras pantallas.
Es de destacar también que este año se incorpora como programa fijo el de la formación de nuevos públicos, “Cine Club hace Escuela”, programa que consiste en funciones de cine y debate, destinado al público infantil y juvenil; éste se une al proyecto “Aula Ciudad” que desarrolla la Secretaría de Cultura municipal, actividad que incluye a la comunidad escolar santafesina.
Para finalizar, recordamos que la campaña de nuevos socios está vigente y este año es de vital necesidad contar con el acompañamiento de los santafesinos para que, entre todos, podamos dar finalidad a los ya iniciados arreglos de sala y disfrutar, como siempre, del buen cine, en una sala netamente santafesina.
“Las lágrimas de mi madre”
El filme que abre la temporada este jueves, a las 20.15, tiene como protagonista a una santafesina, la realizadora y guionista, radicada desde hace años en Berlín, Cuini Amelio-Ortiz, responsable junto a su hijo, Alejandro, del guión del filme “Las lágrimas de mi madre” (“Die Tränen meiner Mutter”), ópera prima de Alejandro Cárdenas-Amelio, que dará inicio a este imperdible ciclo del nuevo cine alemán. La cinta refleja con mucha calidez, destellos mágicos, excelente fotografía y puesta en escena, las vivencias de ser hijo de un matrimonio que sufrió el exilio forzado.
Sobre su experiencia, Cuini Amelio-Ortiz, escribe para Cine Club: “... Decidimos escribir, Alejandro y yo, una historia en la que él pudiera narrar algunas anécdotas que recordaba de su niñez, en los años ‘80 en Berlín Occidental. Aquella ciudad amurallada, absurda e increíblemente libre y transgresora, donde se vivenciaba la libertad individual más excesiva de Europa. Por aquellos años en Berlín conocimos varios argentinos viviendo en el exilio, que por diferentes vías y motivos habían recalado en la “ciudad-isla’. Una de las características que observamos fue que el exilio destruía parejas. Era muy común ver jóvenes que se amaban pero que no conseguían sobrevivir una situación de desarraigo producida por el “deber” irte, que es diferente de irse voluntariamente. Decidimos crear una historia que hablara de este fenómeno, visto desde los ojos de un niño. Nos nutrimos de anécdotas e historias conocidas, como el primer día de clases de Alejandro o la competición de judo, pero creamos una realidad ficticia, de una familia en exilio, cuyos personajes ejercían profesiones similares a las nuestras, sin ser nosotros.
“El otro interrogante era el idioma. Por propia experiencia sabíamos que el niño debía hablar en castellano con sus padres y en alemán con el resto. Lo mismo sucedía con la pareja, entre ellos se comunicarían en castellano y en alemán con los demás. ¿Podría funcionar? Al margen de las reservas que tendría la producción a causa de los costos del subtitulado. La película demostró que el salto de un idioma al otro funcionaba perfectamente y que, de lo contrario, perdería en calidad.
“El guión fue trabajado y retrabajado en numerosas versiones. Para mí fue una experiencia estupenda. El productor, Nicolas Grupe, un buen amigo de Alejandro, creyó en el proyecto desde el primer renglón, ésa fue una inmensa ventaja. A pesar de ello, el tiempo para conseguir los fondos para la realización fueron más largos de lo previsto, ya que se trataba de un filme de debutante, con un protagonista niño, filmado en dos países, en tres ciudades y en dos idiomas... Todos los implicados de la maquinaria de la industria, antes de dar el ok financiero se preguntaban si el joven realizador estaría a la altura de semejante tarea.
“...Uno de los personajes clave en el desarrollo del proyecto fue Burkhard Althoff, el redactor de televisión del canal ZDF, que coprodujo el filme. No olvidaré nunca nuestro primer encuentro, cuando, mirándome con mucha curiosidad, me preguntó: “Y ustedes... ¿cómo logran trabajar juntos? ¡Yo jamás podría escribir un guión con mi madre!”.
