Las relaciones entre EE.UU. e Israel se encuentran en crisis

El cuñado del primer ministro

acusó a Obama de “antisemita”

La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, le pidió a Israel “compromiso con la paz” de la región.

 

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EFE-Télam

El cuñado del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, llamó hoy “antisemita” al presidente de EE.UU., Barak Obama, tras lo cual el jefe del gobierno de Israel se vio obligado a señalar que no está de acuerdo con sus comentarios.

Hagai Ben-Artzi, cuñado de Netanyahu, dijo hoy en una entrevista en la radio del ejército israelí que Obama “odia a los judíos” a consecuencia de la influencia del reverendo Jeremiah Wright, al que tachó de “antisemita, anti-israelí y anti-judío”, informó el servicio de noticias israelí Ynet.

“Me opongo firmemente a las palabras de Hagai Ben-Artzi. Tengo gran aprecio por el compromiso del presidente Obama con la seguridad de Israel, que ha expresado en muchas ocasiones, y con los profundos lazos entre los dos países”, dijo Netanyahu en un comunicado difundido poco después por la oficina del primer ministro.

Ben-Artzi aseguró en la emisora que “cuando un presidente antisemita llega al cargo en EE.UU. tenemos que decir que no nos rendiremos” y pidió públicamente a Netanyahu que diga “no” a las interferencias estadounidenses en Jerusalén.

Según él, a Obama “no sólo no le gusta el primer ministro (Netanyahu), sino que tampoco le gusta la gente de Israel”. Ben-Artzi también dijo que su cuñado “conoce las opiniones de Obama”, aunque aseguró que no puede divulgar lo que el primer ministro israelí “dice en conversaciones privadas” sobre el jefe de Estado de EE.UU.

Los comentarios del familiar del jefe del Gobierno tienen lugar en plena crisis entre Israel y EE.UU. a cuenta de la decisión de ampliar una colonia judía en el Jerusalén palestino durante la visita la pasada semana del vicepresidente norteamericano, Joe Biden, y poco después del anuncio del reinicio de conversaciones de paz con la mediación estadounidense, que no llegaron a producirse.

Le piden “compromiso”

A todo esto, la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, aseguró ayer tras una reunión con su colega irlandés, Micheal Martin, que Israel “debe demostrar su compromiso” con el proceso de paz en Medio Oriente pero negó que la relación bilateral atraviese una crisis.

En momentos en los que las relaciones entre los dos países atraviesan por una fuerte tensión después de que Israel anunciara la construcción de 1.600 viviendas en Jerusalén Este, Clinton indicó que “nuestro objetivo es contar con el compromiso pleno de los israelíes y los palestinos” con el proceso de paz.

En sus declaraciones tras la reunión con Martin, Clinton indicó que los funcionarios israelíes y estadounidenses mantienen intensos contactos sobre “pasos que creemos que demostrarán el compromiso necesario con el proceso”.

El gobierno estadounidense, agregó, espera la respuesta israelí a las sugerencias acerca de cómo reparar el daño causado por el anuncio de la semana pasada sobre las nuevas viviendas, dado a conocer cuando el vicepresidente estadounidense, Joseph Biden, se encontraba en Jerusalén para una visita oficial.

A raíz del anuncio, Clinton telefoneó al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y mantuvo con él una conversación de 43 minutos en la que le reprochó la medida en términos insólitamente duros. El primer ministro israelí pidió disculpas por el momento y el modo del anuncio -que aseguró que también le tomó a él por sorpresa-, pero no por su contenido.

El diario The Washington Post asegura hoy que en aquella conversación, la secretaria de Estado pidió a Netanyahu no sólo que cancele la construcción de las viviendas, sino también que haga un gesto “sustancial” hacia los palestinos y declare que las negociaciones de paz incluirán todos los “asuntos principales”, incluido el estatus de Jerusalén.

Sin conversaciones

A raíz del anuncio de la construcción, la Autoridad Nacional Palestina aseguró que se retiraría de las conversaciones indirectas de paz, cuya reanudación había anunciado Estados Unidos apenas días antes.

El enviado especial estadounidense para Oriente Medio, George Mitchell, que debía haber comenzado ayer una nueva visita a la región, anunció esta semana que aplazaba su viaje.

Pese a todo, en sus declaraciones, Clinton aseguró que los lazos entre Israel y Estados Unidos “son fuertes e indestructibles“ y no hay una crisis en su relación.

La secretaria de Estado y Netanyahu coincidirán en Washington a partir de este fin de semana, cuando ambos tienen previsto participar en la reunión anual del “lobby” pro-israelí estadounidense, AIPAC (American Israel Public Affairs Commitee).

Las críticas del gobierno estadounidense a su tradicional aliado han causado una cierta preocupación entre los congresistas judíos estadounidenses.

Dos legisladores, el republicano Mark Kirk y el demócrata Christopher Carney, enviaron una carta a la Casa Blanca para pedir a la Administración del Presidente Barack Obama que se abstenga de nuevas críticas públicas al gobierno israelí.

El cuñado del primer ministro acusó a Obama de “antisemita”

Manifestantes palestinos y policías israelíes se enfrentaron ayer en varias zonas de Jerusalén Este, en una jornada que el movimiento islamista Hamas ha declarado como “Día de la ira” para protestar las “provocaciones” de Israel en esa parte de la ciudad. Los choques se dan cuando EE.UU. intenta buscar el diálogo en Medio Oriente en un contexto de crisis con su aliado en la región, Israel.

Foto: AGENCIA EFE

 

Sigue el alerta en Jerusalén Este

La Policía israelí abrió hoy el acceso a la Explanada de las Mezquitas, pero mantiene reforzada su alerta y su dispositivo en Jerusalén Este para evitar que se repitan los disturbios que ayer acabaron con medio centenar de palestinos y 15 policías heridos, y 75 palestinos detenidos.

“La situación en Jerusalén es hoy de calma absoluta”, dijo el portavoz de la Policía, Miki Rosenfeld, quien añadió que en cualquier caso, “3.000 agentes se mantienen en alerta en Jerusalén Este para prevenir que surja violencia esporádica”.

“Esperamos que la jornada de hoy sea tranquila, pero no vamos a correr ningún riesgo”, dijo el portavoz, que informó que las revueltas de ayer en la parte ocupada de la ciudad terminaron con 75 palestinos detenidos y 15 oficiales de policía heridos.

Según fuentes palestinas, medio centenar de manifestantes árabes resultaron también heridos en las confrontaciones, que fueron reprimidas por la policía con balas de acero recubiertas de caucho, gases lacrimógenos y bombas de estruendo.

Los pasos fronterizos con Cisjordania se abrieron esta madrugada, tras cinco días de cierre total en los que cientos de palestinos que trabajan o estudian en Israel no han podido entrar en territorio del Estado judío.

Ayer se registraron enfrentamientos entre manifestantes palestinos y policías israelíes en Jerusalén Oriental, sobre todo en la vieja ciudadela amurallada, los barrios de Ras el Amud y Wadi Joz, el campo de refugiados de Shuafat y las aldeas vecinas de Isawíe y Abu Dis.

Las revueltas populares se produjeron tras el anuncio de Israel de nuevas construcciones en colonias judías en el Jerusalén palestino y la inauguración de una histórica sinagoga en la ciudad vieja, situada en la parte ocupada de la ciudad. Los extremistas judíos han aprovechado la inauguración de la sinagoga para llamar a la reconstrucción del Tercer Templo judío y reclamar el libre acceso y la posibilidad de celebrar servicios religiosos judíos en la Explanada de las Mezquitas, centro de culto musulmán que alberga las mezquitas de Omar y Al Aksa. Los disturbios se extendieron ayer a varios puntos de Cisjordania, donde fueron sofocados por la policía de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), y a zonas de Israel con mayoría de población árabe, como la ciudad de Jaffa, adyacente a Tel Aviv, y la región de Wadi Ara, en el norte, donde hubo lanzamiento de piedras contra coches y autobuses.