El Planeta Tierra en nuestras manos

Desde las Geociencias otra mirada es posible

Durante los años 2008 a 2010 se está realizando una serie de jornadas de reflexión con una visión global sobre la vulnerabilidad del territorio y las opciones humanas a partir de la comprensión de los fenómenos naturales y las acciones antrópicas, es decir todo impacto producido por el hombre sobre el medio natural.

Desde las Geociencias  otra mirada es posible
 

Docente Geólogo Jorge Omar Casarotto

Especialista en Ingeniería Ambiental (*)

Los eventos (talleres, conferencias, jornadas de reflexión y mesas redondas) son gratuitos y abiertos a todo público: docentes, planificadores, asesores, periodistas, políticos, ONGs y en general, a toda persona vinculada a procesos de decisión y manejo de la problemática territorial.

Las actividades son promovidas por el Comité Argentino del “Año Internacional del Planeta Tierra” con auspicio de la Asociación Geológica Argentina, el Consejo Profesional Superior de Geología, la Asociación Paleontológica Argentina y otras organizaciones nacionales e internacionales que reúnen a geocientíficos de nuestro país, con el apoyo de la Unión Internacional de las Ciencias Geológicas (IUGS), Planetearth (Earth Siences for Society) y Educational Sientific and Culture Organization de la Unesco.

El objeto de esta difusión es exponer una visión desde las Ciencias de la Tierra respecto de algunos temas de nuestro país, sin dejar de analizar el contexto de situaciones similares que acontecen en todo el planeta y preocupan a la sociedad en su conjunto.

Se desarrollan temas tales como: Agotamiento de las reservas naturales que dan sustento a la humanidad. El agua ¿recurso finito o infinito? La Energía: Carencia /Vs. Derroche. Combustibles Fósiles (petróleo, gas y carbón mineral) ¿hasta cuándo? Calentamiento global, impacto en áreas territoriales, costeras y oceánicas de Argentina. Minería ¿es posible que sea sustentable y limpia? Megaciudades, ciudades de más de 10 millones de habitantes ¿infierno o paraíso?

Durante 2010 se van a desarrollar otros temas relacionados con “Convivir con los riesgos naturales” en el marco de las ciencias geológicas.

Otro gran objetivo de los organizadores _entre ellos el presidente de la IUGS, el Profesor Geólogo Alberto C. Riccardi (argentino)_, es dar a conocer los fundamentos de la ciencia geológica para el servicio a la sociedad.

Un método

La Geología es una disciplina necesaria para conocer los procesos actuales y pasados y cuyos efectos preocupan a la sociedad, en cuanto a las pérdidas de vidas humanas y los daños materiales y psicológicos que persisten en quienes se han salvado de catástrofes como sismos, vulcanismo, avalanchas, aluviones, inundaciones extraordinarias, desbalances hídricos, exceso en ciertas regiones, sequías extremas en otras, entre otros.

En ese sentido, la Geología, a través de metodologías apropiadas, da aviso temprano a la sociedad de estos riesgos geológicos, prestando un gran servicio para salvaguardar vidas y bienes en aquellas regiones donde la vulnerabilidad y el riesgo es alto o mayor que en otras áreas.

La excepción lo constituyen los terremotos, los cuales no se pueden conocer con anticipación ni aún de segundos, ni el lugar ni el momento exacto que tendrá lugar el mismo. Tal aconteció en Chile días pasados, siendo el de mayor duración y de una magnitud de la Escala de Richter pocas veces superada. (En 1960, al sur de Chile se dio otro sismo con una magnitud de 9,2 grados.)

Riesgo y vulnerabilidad en la ciudad de Santa Fe

Nuestra región no está expuesta a riesgos sísmicos, ni volcánicos (aunque las cenizas volcánicas pueden ser transportadas por vientos favorables hasta acá), deslizamientos ni avalanchas, entre otros, pero sí a las inundaciones ordinarias y extraordinarias de los ríos Paraná y Salado y sus efectos directos e indirectos.

Cuando los fundadores buscaron un lugar estratégico para resistir el ataque de los aborígenes de la región, no tuvieron en cuenta el riesgo de crecientes de los ríos que la flanqueaban hacia el este, el oeste y el sur, que con el tiempo se volvería en un enemigo aún más peligroso.

La altura alcanzada en crecientes extraordinarias del río Paraná desde épocas coloniales y el siglo pasado (con registros) hacen vulnerable el asentamiento urbano, en especial cuando comienza la expansión de ciudad hacia la zona oeste, ocupando el valle aluvial del río Salado, cuya falta de previsión de crecientes se subestimó con resultados catastróficos (colapso puente autopista año 1973) e inundaciones sistemáticas de barrios del oeste e inundación de un tercio de la ciudad en 2003.

Hacia la zona este se avanzó sobre el propio valle del río Paraná construyendo obras que frenan el normal escurrimiento de las crecientes ordinarias y extraordinarias, así se construyó el Puente Colgante, el viaducto Oroño, la Ruta Nacional Nº 168 alteada posterior a cada creciente y que actualmente represa aguas altas. Posteriormente se tomó y alteó otras áreas del valle como el Ceride, la Universidad, Walmart, barrio El Pozo, entre otras, disminuyendo sensiblemente la sección de paso de caudales provenientes del río Paraná y que llegan a través de los arroyos Leyes y Potrero, por lo que es necesario realizar obras de ingeniería para controlar la entrada de caudales que erosionan y destruyen obras aguas abajo. Recuérdese la caída del Puente Colgante y una de las torres de alta tensión frente a las islas en la zona de Santo Tomé, dos manzanas de Alto Verde que fueron totalmente erosionadas y toda la costa del río Coronda en donde se cayeron casas de fin de semana y piscinas construidas sobre el borde de la barranca.

Cuando el agua baje su nivel a valores normales o aún inferiores, es de esperar asentamientos en la costanera vieja, Alto Verde y barrancas de Sauce Viejo.

Ante el actual cambio climático, y en pleno desarrollo de la creciente de El Niño, la vulnerabilidad aumenta ante la creciente extraordinaria del Paraná cuyas aguas altas entrarán en el valle del río Salado (en la creciente de 1982/83 llegaron hasta el Hipódromo de Las Flores) y si agregamos la posible simultaneidad de crecientes extraordinarias de los ríos Salado y Paraná y coincidentemente con lluvias como en 2008, cuyos valores alcanzaron casi 500 mm en tan solo 3 días (la mitad de lo que llueve en el resto del año), el riesgo aumenta notablemente.

La recurrencia de inundaciones no puede ser frenada, ya que depende de la naturaleza; que no se convierta en un desastre para la sociedad, esto sí dependerá del hombre, que deberá tomar medidas preventivas implementando planes de contingencia y emergencia (la previsión es la mejor herramienta) , integrando una acción conjunta entre la sociedad, gobierno, instituciones, centros vecinales, comités de defensa civil y la ciudadanía, lo que ayudaría a minimizar situaciones indeseables.

(*) Informe realizado como profesional independiente en actividad desde 1972 a la fecha.

No ocupa cargo público, ni político ni de gestión en ningún organismo del estado Nacional, provincial y/o municipal.

La Geología es una disciplina que estudia procesos del planeta cuyos efectos podrían afectar a las sociedades humanas. Foto: Archivo El Litoral