Conflictos gremiales

Llega la cosecha y crece la tensión en los puertos

De la corresponsalía de Rosario

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A pocos días de que comiencen a llegar los camiones cargados de granos de la última cosecha, se espera que arriben 700 mil vehículos de carga, y en el polo agroindustrial del Gran Rosario empezaron surgir tensiones entre los gremios y los exportadores, por lo que es probable que la campaña que pronostican que batirá récord arranque con conflictos.

El Sindicato Unidos Portuarios Argentinos (Supa) de Puerto General San Martín está en alerta y movilización, en reclamo de un incremento de salarios que los estibadores cobran a través de la Cooperativa de Trabajos Portuarios. El ex intendente de Puerto General San Martín, Hermes Juárez, es secretario general del sindicato y también titular de la cooperativa. La semana pasada, nueve terminales portuarias de la zona hicieron un ofrecimiento de un incremento del 25 por ciento del sueldo, pero el gremio lo rechazó.

En una solicitada, el secretario gremial de Supa, Julio Silva, destacó las “millonarias ganancias de estas empresas”.

Ayer dirigentes del sindicato empezaron a acumular neumáticos en la puerta de ingreso de dos cerealeras para advertir que, si no hay un acuerdo, en las próximas horas comenzará el conflicto en el sector.

Acuerdo

Hace dos semanas este sindicato firmó un acuerdo con dos importantes gremios, como el de Aceiteros de San Lorenzo, conducido por Pablo Reghera, referente de la CGT en el cordón industrial, y Hugo Moyano, secretario general de la Federación de Camioneros y máxima autoridad de la central obrera a nivel nacional. Se conformó la Unión de Trabajadores de la Actividad Agroindustrial, del Transporte y de la Estiba, que plantea una negociación en bloque por condiciones laborales y salarios.

El acta formal del acuerdo establece que las tres entidades gremiales buscarán “consensuar, planificar y generar esquemas idóneos destinados a la prevención de accidentes de trabajo, y mejorar las condiciones de higiene y seguridad laboral”. Pero también se advierte sobre la unificación de estrategias para dar respuestas a los planteos tanto salariales como reivindicativos de los trabajadores o para adoptar medidas en común y reclamar ante las respectivas empresas o Cámaras representativas, en salvaguarda de los derechos de los trabajadores. Esto es lo que preocupa a las grandes empresas del sector.

Pablo Reghera calificó el pacto que selló con Moyano como un hecho histórico en el cordón industrial. “Esto les va a dar garantías a los trabajadores, que se buscarán mejores salarios y condiciones de trabajo”, sostuvo el referente de la CGT. “Que esté Moyano sentado a la mesa de negociaciones no es cualquier cosa. Nosotros nos sentamos a discutir con empresas muy grandes con las que es muy complicado que entiendan que las enormes ganancias que tienen deben servir también para mejorar la vida del trabajador”, consideró.

Los aceiteros obtuvieron a principios de este año una mejora salarial del 27 por ciento y ahora están inmersos en una nueva negociación en forma conjunta con la Federación Aceitera de la República Argentina. La demanda del gremio es que un trabajador del sector no debe ganar menos de 4.000 pesos.