HABRÍA FALLECIDO POR SOBREDOSIS DE COCAÍNA
El hijo de Grimau y Manso estaba
muerto desde el 10 de febrero
A principios de febrero pasado, apareció desnudo y gritando: “Soy dios, soy dios”, en pleno barrio de Palermo. Postergaron la sepultura para realizar una nueva autopsia.
De la Redacción de El Litoral
DyN/Télam
El fallecimiento del hijo de los actores Antonio Grimau y Leonor Manso, cuyo cadáver estaba desde hacía varios días en la morgue judicial sin que sus familiares lo supieran, se habría producido por “intoxicación por consumo de cocaína”.
De acuerdo con los voceros, Lucas Rebolini Manso, de 36 años, había sido encontrado el 6 de febrero gritando en la calle, desnudo, en inmediaciones de las calles Castex y Salguero, en Palermo, y llevado al hospital Fernández, donde falleció cuatro días más tarde.
Los padres lo denunciaron como desaparecido recién el 22 de febrero último, pero en realidad ya llevaba 12 días muerto.
La identificación la realizó el actor Grimau, luego de que fuentes del Cuerpo Forense de la Policía Federal informaran que en la morgue había un cuerpo indocumentado y sin antecedentes policiales que, según estudios dispuestos por la Justicia, podía ser el del hombre de 36 años denunciado como desaparecido.
Horas antes de cumplirse este trámite, la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 47, que investigaba la identidad del cuerpo -que permanecía como NN- expresó en un comunicado que “según un comparativo dactilar” se estableció que el cadáver “resultaría ser el de Lucas Rebolini Manso”.
Según datos suministrados por esa fiscalía, los hechos comenzaron el 6 de febrero último, a la 1.20 en la esquina de Castex y Salguero, en el barrio porteño de Palermo, donde la policía encontró al hombre “descompuesto y desorientado” y lo derivó al Hospital Fernández, donde fue internado en Terapia Intensiva.
Más temprano, fuentes policiales indicaron que en esa madrugada el servicio de emergencias 911 recibió llamados de vecinos, quienes indicaban que entre esa esquina y la de Libertador y Salguero había un hombre desnudo que se abalanzaba sobre los coches y en los charcos de agua mientras gritaba: “Yo soy dios, yo soy dios”.
No era agresivo
Ayer por la tarde, algunos vecinos de la zona recordaron que si bien el hombre había alterado la tranquilidad del barrio, no se mostraba agresivo y no parecía drogado ni alcoholizado, sino víctima de problemas psiquiátricos.
En el hospital Fernández, el hombre indocumentado permaneció cuatro días sin conocimiento y, “habiendo dado la Comisaría intervención al Juzgado Civil en turno, dicho estrado dispuso constatar la misma mediante el Centro de Orientación de Personas de la Policía Federal (COP) con resultados infructuosos”, señala un comunicado de la fiscalía.
La muerte sobrevino el 10 de febrero a las 9.15, “por insuficiencia respiratoria y paro cardíaco, dándose a partir de allí la pertinente intervención a esta Fiscalía que dispuso en consecuencia la realización de exámenes necroscópicos de rigor”, añade el texto.
Luego señala que ese día se informó “del fallecimiento de una persona de sexo masculino no identificada, de entre 30 y 35 años, en el interior del Hospital Fernández”, a las 16.
A partir de entonces, la Fiscalía Nacional en lo Criminal de Instrucción 47 llevó adelante la causa I-47-19209, caratulada “NN s/ muerte por causa dudosa”, con intervención de la comisaría 53 de la Policía Federal.
Tras el deceso, “se encomendó extraer un nuevo juego de fichas dactiloscópicas del cadáver, disponiéndose su remisión a la División índice General de la PFA y al Registro Nacional de las Personas a los fines de lograr su identificación”, pero el 11 de ese mes la División Antecedentes informó que no lo tenía registrado.
El 18 siguiente -añade- “se ordenó la obtención de una ficha odontológica para continuar intentando tal identificación, siendo que a la fecha se continuaban produciendo peritajes vinculados con su deceso, que arrojaron preliminarmente que el mismo falleció a causa de una neumopatía”.
Ayer, a las 19.28, Grimau ingresó a la Morgue Judicial ubicada en Viamonte 2151, en el asiento trasero de un automóvil particular, del lado del acompañante, mientras adelante iban el conductor y una mujer.
El actor se dirigió al Cuerpo Forense y 25 minutos después se retiró sin formular declaraciones a los numerosos periodistas que permanecían de guardia desde que surgió la información de fuentes policiales.
