Investigación
“Noticias”: el diario
de los Montoneros
Gabriela Esquivada es la autora de un libro sobre una de las experiencias más atípicas del periodismo argentino: un periódico de tirada masiva creado por la izquierda peronista, y dirigido por Miguel Bonasso, Horacio Verbistky, Rodolfo Walsh, Juan Gelman y Paco Urondo, entre otros.
Mora Cordeu
Télam
Una investigación sobre el diario de los Montoneros es el eje de un libro de la periodista Gabriela Esquivada que va mucho más allá de un recorte sobre el tema, para establecer una continuidad entre pasado y presente en el afán de comprender lo sucedido desde la mirada de otra generación.
“En la investigación cito muchos libros hubiera sido imposible trabajar sin ellos, la mayoría son testimoniales, de gente cuya vida fue atravesada por lo que sucedía en ese momento. Yo lo miro desde otra generación y esta distancia me permite preguntarme con libertad por los protagonistas y en qué lugar ponemos esta historia”, dice Esquivada a Télam.
En “Noticias de los Montoneros”, recién editado por Sudamericana, “trabajé muy conscientemente por una cuestión de respeto con los entrevistados, los que escribieron historias acerca de esa época, los que murieron en esa pelea y a veces con cierta envidia por esa pasión política, esa ilusión de creer que una revolución era posible”.
Sin embargo, afirma Esquivada: “Soy escéptica, no pienso más que en una sociedad un poco menos desigual, no tengo ninguna ilusión y traté de usar esto como una virtud: okey, no soy peronista ni antiperonista, esto me tiene que ayudar a aproximarme lo más posible a esta historia’”.
Y aclara: “Para mí, el punto medio no existe porque yo me crié durante la dictadura y una cosa es el terrorismo de Estado y otra la guerrilla. Contra la guerrilla, el Estado tiene todas las herramientas, contra el terrorismo de Estado no hay salida”.
Motivaciones
“Antes del libro, hice una tesis para mi maestría sobre la articulación de política y periodismo, comparé el diario con la prensa política y la prensa comercial -recuerda-. Pero me quedaron cosas, la guerrilla fue algo siempre misterioso para mí y quería entender la forma en cómo fue simplificada la violencia política en los años posteriores al terrorismo de Estado”.
“Y la historia de mi vida incide también, ya que en los ‘70 había un misterio en mi casa relacionado con la muerte de mis dos hermanitos por enfermedades, desgracias de las que tampoco se hablaba. Y estos dos planos -el colectivo y el personal-, hice lo posible para que aparecieran en el libro”, confiesa.
Entre otros, apunta Esquivada, el caso del dirigente montonero (Roberto) Quieto: “Un hombre secuestrado por un grupo parapolicial, durante un gobierno constitucional, llevado probablemente a Campo de Mayo, cuyos compañeros condenan por una presunta delación que nunca se puede probar y menos discutir”.
Y después está la historia personal de Guido Quieto “que es un chico que crece preguntándose cómo se reconcilia con ese padre ausente, que los dejó a él y a su hermana para hacer una revolución. “Teóricamente, era buena para nosotros, pero a mí me hubiera venido mejor tener un padre’, dice. Todos esos planos están en el libro”.
Escuela peronista
Esquivada habla de varias generaciones, “pero si simplificamos está la de Firmenich, Perdía, Vaca Narvaja, Abal Medina, Arrostito, que tenían veintipico de años en ese momento. ¿cómo llegan a esta búsqueda de la solución política por medio de la violencia?”.
“Traté de entender cómo vivieron el peronismo cuando ellos eran chiquitos explica, cuando leían en la escuela el manual de lectura de Evita. Y de repente, en 1955, todos los juguetes de la fundación Evita son objetos subversivos que los padres tienen que tirar al diablo para proteger a la familia”.
La periodista bucea en la política entendida únicamente como una confrontación, “que nace con el peronismo y se continúa desde el golpe del ‘55; cómo esos chiquitos terminan secuestrando y matando a (Pedro Eugenio) Aramburu. Me importaba entender los mecanismos personales y colectivos que llevaron a esa situación”.