Se recomiendan las especies de mar y río fileteadas y sin espinas

El kilo de pescado aumentó

entre 10 y un 20 por ciento

En una recorrida que se realizó para conocer los precios de los pescados de mar y río en el período de cuaresma, se pudo comprobar que los precios subieron entre un 10 y 20 por ciento. Los santafesinos no tienen más opción que pagar los incrementos de los valores de los productos alimenticios.

El kilo de pescado aumentó  entre 10 y un 20 por ciento

Los clientes llegan, preguntan precios, sacan cuentas y resuelven qué llevar. No es fácil hoy en día alimentar a la “familia tipo”.

Foto: Guillermo Di Salvatore

 

 

De la Redacción de El Litoral

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Cuando los valores de los cortes de carne vacuna se dispararon, el consumo apuntó al pollo, que también subió casi inmediatamente el precio por kilo. En el período de Cuaresma, se la vio a la presidenta de la Nación mostrando unos camiones que, por la ciudad autónoma de Buenos Aires, harán venta itinerante de merluza a 12,50 pesos por kilo. En nuestra ciudad no hay venta ambulante, y el mismo producto se encontró en pescaderías de barrio a 23 pesos la misma cantidad, un 15 % más caro que en el primer mes del año.

En calle Güemes y Balcarce, María atiende la pescadería de Cacho Perrota. Según explicó, la suba de los productos de mar registrados en enero tienen más que ver con una veda impuesta a nivel nacional a la pesca de determinadas especies y embarcaciones chicas que con la suba de la demanda por Cuaresma y los incrementos en la carne de vaca y pescado.

“A principio de año, el aumento fue de un 10 o un 20 por ciento y en esta época puede aumentar un peso más”, puntualizó.

Las especies preferidas por sus clientes son las de mar, porque “viene fileteado, es rendidor; también lo recomiendan los médicos y en comparación con los pescados de río, están igual o más baratos”. El gatuso o pollo de mar son los más requeridos, y de río se vende el mandubé, la boga sin espinas y las postas de surubí.

María no dudó en asegurar que si bien hay interés en alimentarse saludablemente, las consultas por la carne de pescado tienen un móvil fundamental: “Estirar el dinero”.

“La gente viene y pregunta qué es lo que más rinde; cuando aumentó la carne de vaca la gente vino más pero igual la plata no alcanza. En las verdulerías cuesta 8 pesos el kilo de tomates, con lo que ahora comprás medio kilo antes conseguías el kilo. La gente con suerte llega al 15 de cada mes con algo de plata”, relató la vendedora, haciendo una “radiografía” casi perfecta del comportamiento de los consumidores de la ciudad.

Detrás del mostrador de la pescadería El Dorado, en Güemes y Chacabuco, está Cristina atendiendo a la clientela del barrio. “Los precios aumentaron un poquito, pero no tanto como otras cosas. Siempre estuvimos más caros que la carne de vaca y ahora estamos hasta más barato con algunos productos”, explica defendiendo el rubro con razón. Sobre las subas, precisó que se dieron en el surubí puntualmente, y esta semana, en los mariscos un 10%. El kilo de mejillón estaba a 40 pesos y ahora a 45 pesos por kilo; el camarón cuesta 69 pesos, igual cantidad sin glaseado, y los langostinos grandes pelados, 90 pesos el kilo.

“La gente se volvió más al pescado, los clientes vienen y dicen: “Vamos a hacerle boicot a la carne’. De todas maneras, este año no es bueno como el 2009, porque no hay dinero”, aseguró la vendedora y agregó: “El año pasado venían y decían “somos cuatro personas para comer ¿cuánto tengo que llevar?’; ahora me dicen, “tengo 20 pesos, dame por esto’, y es verdad que no hay más”.

Buscar calidad y poner imaginación

Sergio Fabrizzi es el propietario de pescadería Mauri, en calle San Lorenzo y Santiago del Estero, y también coincidió con sus colegas. “Lamentablemente, el pescado acompañó la movida de precio que hubo, subió aproximadamente un 20%”. Sobre los motivos mencionó el incremento de la demanda local de estación, de la del exterior que “solicitan más cantidad de mar y río, pero se produce lo mismo” y la suba de los costos de insumos como el combustible y la energía.

En pescadería Mauri, las ventas en Cuaresma son buenas, incluso mejores que la anterior, “porque hay una producción más elaborada del pescado de río y el precio sigue siendo conveniente”.

Para quien se tenga que ocupar de la cocina por estos días, Fabrizzi recomendó poner esmero en la búsqueda de calidad y precio. “Por ahí hay clientes que por ahorrar unos centavos compran cualquier cosa y eso en nuestro rubro es muy delicado”. Es importante a la hora de comprar pescado poner atención en el tamaño y espesor de los cortes, el color y el olor, como también en la higiene del lugar donde se vende.

“Recomiendo cualquiera de los filetes de mar y de río que no tienen espinas; con un poco de imaginación salen platos muy ricos. Hay muy buena oferta de boga, mandubé y armado que cuestan alrededor de 20 y 22 pesos el kilo y no tienen espinas, grasa, ni cuero. Están listos para la cocina”, sugirió el comerciante.


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Es importante cuando se trata de pescado, asegurarse de que sea fresco. El tamaño de las postas y filetes y el olor son buenos indicios.

Foto: Guillermo Di Salvatore

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¿Qué se puede hacer?

En un informe elaborado por Periodismo Social, se hace referencia a las alternativas que proponen las organizaciones defensoras de usuarios y consumidores ante el aumento de precios de los alimentos básicos.

“Comprar productos de segunda marca, comparar precios, estar atentos a las promociones con tarjetas de crédito y débito, ir al Mercado Central de Buenos Aires, boicotear el consumo de algún producto”, se lee en el texto. En nuestra ciudad la mayoría de las medidas se pueden concretar con la voluntad de muchos, excepto la que sugiere concurrir al Mercado Central porque en Santa Fe se cerró hace algunos años el conocido y popular Mercado Norte de calle Urquiza o Mercado de Frescos. Era la opción más parecida a la porteña mencionada que Santa Fe tenía.

El informe continúa explicando que la Asociación de Usuarios y Consumidores de la República Argentina realiza viajes gratuitos desde distintos lugares del conurbano y Ciudad de Buenos Aires al Mercado Central “donde hay una diferencia de precios de hasta un 40% con otros comercios”. El municipio gestó el año pasado la reapertura del Mercado Norte. La convocatoria de aspirantes a radicarse en algunos de los 12 locales que se recuperarían fue hasta el 15 de enero. Para eso, se recibirá una subvención de 963.563 euros de la Comisión Europea -EuropeAid- que financiará los trabajos, y en el presupuesto el municipio previó destinar un millón de pesos durante 2010; el Programa de Revitalización del Comercio Tradicional asciende a $ 2.048.004.