En terrenos aptos para la actividad

Mi Galpón, una idea que promueve

la instalación ordenada de las Pymes

“El propósito es rescatar el valor del galpón y la industria como un instrumento social de desarrollo; ése es el núcleo central que justifica el proyecto”, aseguró Diego Turco, presidente de la Comisión de Industria del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y Región (CCIRR).

César Benítez

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“La idea es rescatar el valor del galpón y la industria como un instrumento social de desarrollo, ése es el núcleo central que justifica el proyecto. Como sucedía en otras épocas, los pueblos crecían alrededor de las plazas y galpones; había una necesidad de estar cerca del trabajo”.

De esta forma, Diego Turco, presidente de la Comisión de Industria del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y Región (CCIRR) y quien elaboró el marco conceptual del Proyecto Mi Galpón hizo una síntesis del lineamiento central de esta iniciativa, que fue enunciada como tal en la Preconferencia que se realizó el 25 de septiembre de 2009, en la ciudad cabecera del departamento Castellanos.

En esa ocasión se hicieron presentes industriales de Sunchales, Esperanza, Gálvez, Ceres y Tostado que decidieron incluirlo como tema central dentro de la agenda regional, que llevan adelante las entidades de base.

El joven dirigente y empresario aseguró a El Litoral que “esta iniciativa pretende revalorizar el tema del galpón-fábrica, pensando que el desarrollo urbano fue rodeando a las fábricas y los mecanismos de convivencia ya no fueron los mismos”.

Uno de los aspectos que se pretende rescatar es esa historia vinculada con el trabajo y el otro es hacerla amigable con su entorno social y medioambiental, dotándola de esta forma de las herramientas de organización que le permitan estar en un nivel de competitividad.

“Esto de crecer en una casa vieja o en un galpón chico y acotado tiene lógicamente sus límites en el espacio, que no te van a permitir trazar un esquema de crecimiento a futuro en un mundo tremendamente competitivo.

Sólo en Rafaela, un 35% de las empresas tiene necesidades de adaptar su espacio”, reveló Turco a este diario.

En ese sentido, admitió que el 70% de las empresas en todo este territorio santafesino están por debajo de los 20 operarios, con lo cual se demuestra que hay una serie de dificultades para poder adaptarse a la organización de ser competitivos.

“¿Qué es lo que uno ve que ha aparecido en los últimos años?: líneas de créditos, fundamentalmente fomentadas por el Estado como el proyecto Mi Casa que apunta a consolidar la familia como una cuestión básica que es la célula de toda sociedad.

Con ese mismo espíritu podríamos estar haciendo lo mismo con las industrias porque hay un espíritu colectivo y de relación con las mismas cosas. Entonces nos parece que a tremendo grado de dificultad

necesitamos una herramienta de financiamiento que no sea la que habitualmente tenemos en el mercado, y a partir de ahí es donde se propone una idea que rescate esta iniciativa y que compruebe el valor competitivo que le puede dar a la industria nacional con instrumentos a 20 y 30 años a la que puedan acceder todos”, explicó el titular de la Comisión de Industrias.

Para Turco, de esta forma logra revertirse “una tendencia que ahora es cortoplacista y con exigencias de garantías que son muy difíciles de acceder por parte de las empresas”.

Fomentar mejoras

Enmarcada dentro de los ejes temáticos de Promoción Industrial y Financiamiento para el Desarrollo, surgió una meta clara que es la de fomentar mejoras en la infraestructura edilicia y calidad organizacional de las Pymes industriales, con financiamiento a largo plazo (20 ó 30

años), lo que se traduce en este programa que se denomina Mi Galpón.

“Además podemos tomar la experiencia de varios centros industriales de la provincia, que vinculan la oferta crediticia del BNA (Banco Nación Argentina) Mi Casa y pudieron realizar emprendimientos para las viviendas del personal de sus empresas, haciéndose cargo de los terrenos, diligenciando el crédito y vinculándolo a institutos de vivienda locales para su implementación”, destacó Diego Turco.

La visión del proyecto radica en concebir al galpón-fábrica como un bien de capital social nacional, más allá de lo específicamente productivo e industrial. Es decir que se trata de poner en “valor” a los galpones y talleres industriales, como bienes sociales o de generación-reactivación de capital social, de importancia similar a una vivienda.

El tema de los terrenos disponibles para la expansión de locales industriales, dentro y fuera de los ejidos urbanos (áreas industriales), es una cuestión recurrente entre los emprendedores de la región, como así también entre miembros de las comisiones de Industrias de Rafaela, Sunchales, Esperanza, Gálvez, Ceres, Tostado y de la provincia.

Esta problemática se planteó en todas las preconferencias de Fisfe que se realizan desde 2007, en el marco de cada conferencia de la Federación Industrial de la provincia de Santa Fe.

Mi Galpón apunta a ser un proyecto para generar financiamientos, pero sobre todo, un aporte sistémico, que plantea una mirada amplia de la realidad organizacional de cada pyme industrial: hacia adentro y hacia la sociedad, promoviendo mejoras de calidad interna y medioambiental a favor de la convivencia social.

Turco destacó el valor de esta modalidad que se desarrolla con una metodología taller, cinco preconferencias con anterioridad a cada conferencia en sus sedes de Rafaela, Santa Fe, Rosario, Reconquista y Venado Tuerto, nucleadas en la Federación Industrial de la provincia.

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Limitación. “La mayoría de las pequeñas empresas que crecen deben ampliar sus espacios de producción, lo que lleva a un condicionamiento para la organización eficiente de la infraestructura disponible”, advierte Diego Turco.

Foto: Gustavo Conti

 

Mejor convivencia

Entre los objetivos específicos que contiene el Proyecto Mi Galpón en una organización dinámica para la convivencia social se destacan:

* Mejorar el impacto de las pymes industriales en el barrio-comunidad.

* Promover la instalación de industrias en terrenos aptos para la actividad productiva.

* Beneficiar el diseño de procesos internos de las pymes, optimizando sus recursos y reduciendo gastos ocultos.

* Elevar las condiciones de trabajo.

Micro y pequeñas.

Según las estadísticas nacionales, 3/4 de las pymes se ubican en el rango de 10 a 50 ocupados por empresa, las que son consideradas pequeñas industrias.

A nivel local, dos tercios del total de empresas censadas no superaban las cinco personas ocupadas; si a ellas se les adicionan las 68 industrias cuya ocupación no supera los 10 trabajadores, resulta que 8 de cada 10 firmas manufactureras de la ciudad de Rafaela tienen entre 1 y 10 trabajadores.

Aproximadamente el 12% son empresas de 11 a 50 ocupados, y sólo el 7% son empresas de más de 51 empleados. Por lo que es evidente a nivel local, regional, provincial y nacional, la preeminencia de empresas micro y pequeñas.

La mayoría de las empresas pequeñas que crecen deben ampliar los espacios de producción, y esto lleva a un condicionamiento para la organización eficiente de la infraestructura disponible, ya que muchas comienzan, por ejemplo en un garaje o alquilando, y luego tienen que improvisar.

De esta forma, pueden tener dificultades para cumplir con los requerimientos normativos de seguridad, calidad, salud, higiene y medio ambiente, teniendo un efecto negativo en el barrio, vecindario o comunidad donde desarrolla sus actividades.

/// LA CLAVE

Mi Galpón, una idea que promueve la instalación ordenada de las Pymes

El proyecto busca favorecer el desarrollo dinámico, competitivo y social de las Pymes industriales, a través de la infraestructura y la organización.

Foto: Gustavo Conti

Mi Galpón, una idea que promueve la instalación ordenada de las Pymes

En el marco del Bicentenario de la Patria, Mi Galpón recoge el compromiso de actores claves del progreso, crecimiento, grandeza y desarrollo de un país, productor de materias primas y generador de productos con valor agregado. Foto: Gustavo Conti

Crecer armónicamente

La proliferación de empresas de menor tamaño en sectores residenciales genera, para el conjunto de la población, una serie de problemas de contaminación visual, acústica, desechos, que no alcanza a ser contrarrestada por las ventajas de la cercanía a sus viviendas.

Naturalmente la complejidad de este último aspecto es tal que no es posible pensar que todas las empresas pequeñas deban emigrar de los barrios o comunidades a los que sirven y que son, en última instancia, su razón de ser. La inadecuación de los espacios afecta las condiciones de higiene y salud de los trabajadores involucrados.

Por otra parte, esa circunstancia impide el crecimiento de las empresas exitosas y genera múltiples problemas de transporte, por la engorrosa carga y descarga de materias primas y productos.

Desde el punto de vista de la localización como espacio físico, la dispersión en el espacio residencial obstaculiza el buen funcionamiento productivo, y a su vez, genera problemas de diversa magnitud a la comunidad con la que coexisten.

En ese sentido, desde el equipo de la entidad empresaria rafaelina se sostiene que la aglomeración empresarial en un parque, área, edificio, o espacio territorial permite abrir espacios de negocios conjuntos.

Por lo tanto, el marco de las relaciones empresariales no se agota en sí mismo, sino que necesariamente debe involucrar a otros actores: municipios, autoridades regionales, provinciales, gremiales, empresarias, instituciones estatales de apoyo al sector o relacionadas con los aspectos de infraestructura.

Muchas veces el crecimiento de los empresas, que ocupan áreas y parques industriales en nuestras ciudades son tan exponenciales, que la falta de disponibilidad de terrenos y, sobre todo, la falta de financiamiento para compras o ampliaciones de inmuebles, son una dificultad para el desarrollo económico local .

El planteo que encierra Mi Galpón apunta a focalizar en políticas de promoción del desarrollo industrial a corto y mediano plazo, en el sentido más específico, en acciones que generen financiamientos accesibles. Pero, a la vez pueden replicarse dentro de un programa integral para la promoción industrial a nivel regional, provincial y nacional, que proyecte a largo plazo metas consensuadas entre los actores públicos y privados.

Mi Galpón propone revalorizar a la actividad industrial nacional de las pequeñas y medianas empresas, como un bien social nacional, donde se reproducen relaciones de trabajo que afianzan lazos sociales, promoviéndose el desarrollo integral de cada una de nuestras poblaciones, contribuyendo así al desarrollo de las provincias y la Nación.

Mi Galpón, una idea que promueve la instalación ordenada de las Pymes

Búsqueda. Se pretende que el proyecto encuentre los caminos para transformarse en una Ley de la Nación, que plasme claramente una política de Estado para los sectores de la industria nacional.

Foto: Gustavo Conti

El equipo

que elaboró el Proyecto Mi Galpón lo integran Diego Turco, presidente de la Comisión de Industrias que tuvo a su cargo el marco conceptual de la novedosa iniciativa, mientras que en el diseño trabajaron Romina Rébola y Benjamín Albrecht, secretaria técnica de la Comisión de Industrias y gerente, respectivamente, del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR).

También colaboraron integrantes de la Mesa Chica de la Comisión de Industrias, equipos técnicos del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (UIA), del Centro Comercial e Industrial de Rafaela y Agencia Regional de Comisiones de Industrias.

/// EL DATO