Hoy se conmemora el Día Nacional del Donante de Médula Ósea

“Donar es un acto solidario y de amor”

Mariela Pereyra conforma desde 2007 el registro de donantes del Incucai. En diálogo con El Litoral remarcó la importancia de que crezca el número de inscriptos. La razón es sencilla: cuanto más voluntarios haya, crecen las probabilidades de salvar vidas que dependen de un trasplante de médula ósea.

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Luego de estudios que confirmaron una compatibilidad del 100% con un paciente, Mariela eligió el método de aféresis para concretar la donación. No sintió ningún dolor.

Foto: Gentileza Mariela Pereyra

 

Mónica Ritacca

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“Cuando di mi consentimiento para formar parte del Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas del Incucai -también llamado de Médula Ósea- no era verdaderamente conciente de lo que hacía. Recién cuando me llamaron para donar y lo hice, comprendí la magnitud del gesto voluntario que decidí llevar a cabo y, sobre todo, la importancia de integrar ese registro”. Mariela Pereyra, una santafesina de 40 años, es la dueña de la frase y quien en el Día Nacional del Donante de Médula Ósea que se conmemora hoy conversó con El Litoral a los fines de transmitir que “donar vida en vida” es posible.

Las Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) son las encargadas de producir los componentes de la sangre y se encuentran, además de la placenta de un bebé recién nacido y de la sangre del cordón umbilical, en la médula ósea humana que es un tejido esponjoso ubicado en la parte central de los huesos, donde se fabrican las células sanguíneas. Se pueden donar en vida, en un acto voluntario, libre y gratuito, a pacientes con indicación de trasplante de médula ósea por causa de distintas enfermedades hematológicas como leucemia, anemia aplástica, linfoma, mieloma, errores metabólicos o déficit inmunológico.

La importancia de que haya donantes de estas células es simple: año tras año a cientos de personas se les diagnostican enfermedades hematológicas que pueden llevar a la necesidad de un trasplante de médula ósea para que puedan seguir viviendo y se requieren de personas no emparentadas porque sólo entre un 25% y un 30% de los pacientes tiene la posibilidad de encontrar un donante familiar 100% compatible.

“Fue muy fuerte lo que viví”

Desde que se creó en 2003 el Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas, integrado actualmente por 44.000 personas del país, solamente tres voluntarios pudieron ser donantes por ser 100% compatible con el paciente. Mariela fue la segunda en 2009.

“En el año 2007 fui al hospital Iturraspe a donarle una unidad de sangre al esposo de una compañera de trabajo que tenía leucemia y necesitaba una transfusión. Ahí, me informaron acerca de la donación de células hematopoyéticas y me preguntaron si quería pertenecer al registro de donantes del Incucai. Para ello, lo único que necesitaban era mi autorización para que de esa misma unidad de sangre que yo le donaba al esposo de mi amiga pudieran hacer un mapeo genético. Les dije que sí, sin tener demasiada conciencia de lo que significaba, y más tarde me llegó una carta a mi domicilio, con una credencial, donde me daban la bienvenida al registro”, contó Mariela Pereyra.

Luego de evaluar su código genético y de ser sometida a varios estudios, entre ellos uno que se analiza en Estados Unidos para establecer el porcentaje de conciliabilidad con el paciente, la santafesina resultó ser 100% compatible con una persona que requería ser trasplantada. “Después de contactarme y de haber dicho que estaba dispuesta a hacerme todos los estudios, la gente del Incucai me preguntó varias veces si estaba segura de concretar la donación, ya que aún estando en el registro podía negarme, y me brindó mucha contención. Para mí, lo que hice marcó un punto de inflexión a nivel personal. Fue muy fuerte lo que viví”, señaló.

A través de dos métodos se puede concretar la donación de células hematopoyéticas: por punción o por aféresis, que fue el elegido por Mariela. “Desde que se creó el registro, fui la segunda persona del país que donó células y la primera en hacerlo por el método de aféresis. Se trata de una práctica ambulatoria en la que te aplican cinco vacunas antes de concretar la donación para que las células de la médula salgan al torrente sanguíneo. Al mismo tiempo te van haciendo estudios para ver qué cantidad de esas células tenés en el cuerpo y cuando estás preparada te conectan a una máquina que a medida que te va sacando sangre la va procesando para sacar lo que necesita de ella -es decir las células progenitoras hematopoyéticas- y por otro lado te la devuelve al cuerpo con lo que no ocupó, como ser los glóbulos blancos por ejemplo. La extracción fue en Buenos Aires y duró dos horas. No sentí dolor y me recuperé enseguida; lo único que sentí fue dolor en las articulaciones durante los cinco días que tomé las vacunas”, comentó.

Cabe aclarar que el método por punción consiste en punzar el hueso de la cadera para aspirar las células hematopoyéticas. Requiere de uno o dos días de internación y de anestesia general durante la práctica.

Consultada sobre el paciente, indicó no saber nada de él porque “el Incucai reserva su identidad así como la del donante durante un año”. “Lo único que sé es que es argentino. Después de un año de transcurrida la donación, y de estar ambas partes de acuerdo, podremos conocernos. A mí me gustaría, pero veremos qué pasa porque no todos los pacientes están dispuestos a hacerlo ya que muchos deciden empezar una nueva vida después del trasplante y dejar atrás los momentos duros que pasaron”.

Por último, en el Día Nacional del Donante de Médula Ósea, Mariela Pereyra remarcó la necesidad de que haya más donantes de células hematopoyéticas en el país ya que de eso depende que una persona que necesita un trasplante pueda ser intervenida. “Encontrar un donante 100% compatible no es fácil, con lo cual detectarlo es como sacarse la lotería para una persona que debe ser trasplantada. Hay 44.000 personas dentro del registro del Incucai y que solamente hayamos podidos donar tres personas desde su creación es muy poco. Faltan más voluntarios en ese registro, y ojalá crezca porque uno puede dar vida estando vivo”, finalizó.

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Mariela trabaja en la administración de las firmas Confina y Megatone, a quienes les agradeció todo el apoyo que le dieron a la hora de concretar la donación en un centro de trasplante especializado de Buenos Aires.

Foto: Guillermo Di Salvatore


Adhesión

El Ministerio de Salud de la provincia, a través de un comunicado de prensa, adhirió al Día Nacional del Donante de Médula Ósea e instó a que se sumen más voluntarios al registro que tiene el Incucai.

/// EL DATO

Cómo inscribirse

El Registro Nacional de Donantes de Células Progenitoras Hematopoyéticas (CPH) fue creado por la Ley 25.392. Gabriel Camiña, el técnico del Servicio de Hemoterapia del Hospital Iturraspe donde se puede efectivizar la inscripción, manifestó que son alrededor de 4.000 los santafesinos que lo integran y 44.000 personas a nivel nacional.

Cabe destacar que el registro del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) está adherido a una red mundial que agrupa a 54 registros de 40 países con más de 12 millones de donantes efectivos, por lo que se puede encontrar un donante compatible en cualquiera de esos países.

Quienes deseen inscribirse deben dirigirse a los centros de donantes que funcionan en los servicios de Hemoterapia de diversos hospitales del país. En nuestra ciudad, la inscripción puede hacerse en los hospitales Cullen e Iturraspe. Estar sano, tener entre 18 y 55 años y pesar más de 50 kilogramos son los requisitos para formar parte del registro.

Resta decir que desde 1997 se realizan en Argentina trasplantes de médula ósea con donantes no emparentados y existen equipos médicos altamente capacitados para llevar adelante esa práctica.