Estar en facebook

Los nuevos modos de comunicarse generan otras maneras de actuar. El campo tampoco se queda atrás en esta práctica cultural que se modifica día a día.

 

Federico Aguer

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Pasquale Manfredi era uno de los “capos” más buscados de la ‘Ndrangheta (la temida mafia calabresa). Pese a sus 32 años, ostentaba un oscuro currículum de extorsión, tráfico de drogas, tenencias de armas de guerra y asesinatos. Sin embargo, fue su adicción al portal más extendido de contactos por internet lo que lo hizo caer.

Bajo el nombre de “Scarface”, en clara alusión al personaje de Al Pacino, Manfredi pasaba horas conectado a su PC, y en cada dato que brindaba dejaba una clara señal que los investigadores iban recolectando. Finalmente, fue cercado por la policía y capturado. Para él, estar en facebook fue la ruina.

Términos como “muro” “perfil” y “amistad”, cobran ahora un nuevo significado. La curiosa posibilidad de cuantificar las amistades virtuales es una de las tantas aristas de esta red, que posibilita el desarrollo de redes sociales, la organización de eventos y que permite difundir los datos de una persona o de una entidad al mundo entero.

Campolitoral, a los pocos días de tener su propio lugar, ya contaba con más de 100 amigos; personas, entidades y medios de comunicación con quien empezamos a compartir otra forma de estar en contacto. Al suplemento gráfico, al programa de televisión y a nuestra página web, le agregamos esta nueva faceta, y nos encontramos con una sorpresa.

En la página aparecieron personas ligadas al campo, entidades conservacionistas, y -sobre todo- muchos jóvenes. No es casual que los Ateneos de las Sociedades Rurales de todo el país, quienes están interconectados en un proyecto común, fueran de los primeros de la partida.

El lugar, permite incorporar el soporte de la imagen (fotografía), el video y el audio, pero además, inaugura una posibilidad de horizontalidad inédita: lo que uno escribe es leído por todos. Para nosotros, comunicadores sociales, este soporte implica el desafío de “bajar” desde ese imaginario “mangrullo” desde el cual pretendemos describir lo que observamos, y dialogar de igual a igual con todos. Y en ese cotidiano ida y vuelta, uno se encuentra con amigos viejos y nuevos, redes, grupos y con ideas. Facebook es un disparador que proyecta nuestra imagen al mundo y el campo no se ha quedado atrás. A Pasquale Manfredi, mostrar su verdadero rostro le significó caer preso. Al campo, le permitirá seguir buscando herramientas para crecer.