Obsesiones y sueños de Fellini
José Oliva
(EFE)
Las obsesiones de Federico Fellini, las imágenes que le inspiraron, que soñó y que reconstruyó en sus filmes se evocan a partir de las 400 piezas que componen la exposición “El circo de las ilusiones”, una gran antología dedicada al cineasta italiano, inaugurada en Barcelona.
Considerado uno de los artífices de la modernidad cinematográfica, Fellini (Rímini, 1920 - Roma, 1993) altera en su obra las reglas de la narración, deconstruye el relato y concibe el cine con absoluta libertad.
Su filmografía es un manifiesto en favor de la imaginación como categoría cognoscitiva y comprensiva válida, a partir de una filmografía que constituye por sí misma “un mundo particular, privado y personal, de imágenes líricas y poéticas”, ha destacado el comisario de la muestra que acoge CaixaForum, Sam Stourdzé.
Coorganizada por NBC Photographie, la exposición reúne una iconografía diversa, entre fotografías, dibujos, revistas, cómics, carteles, entrevistas y extractos de filmes, algunos de ellos inéditos.
Entre estas piezas inéditas, Stourdzé destaca un conjunto de ocho fotografías en color de “La dolce vita”, otro grupo de instantáneas también en color de “8 y medio”, o algunos dibujos y caricaturas de los años 30 del propio Fellini.
Sin embargo, para el propio comisario, la aproximación que propone la muestra “ya es de por sí inédita, como también lo es la contextualización de las fuentes que manejó Fellini, entre ellas la fotografía en la que se inspiró el director para la famosa escena de ‘La dolce vita’ en la Fontana di Trevi”.
Concebida como si fuera un laboratorio visual, “El circo de las ilusiones” se articula en torno de cuatro grandes ámbitos, que presentan a Fellini a través de sus distintas obsesiones y sus fuentes de inspiración: su relación con la cultura popular; delante y detrás de la cámara; las mujeres y la invención biográfica.
El comisario ha encontrado paralelismos entre Fellini y Chaplin, al cual también dedicó una exposición retrospectiva: “Fellini toma el relevo de Chaplin, y cuenta la historia de la segunda mitad del siglo XX como el actor británico hizo en la primera mitad”.
Desde el mundo del cómic hasta el circo, pasando por su visión de la religión, el poder o los medios de comunicación, el cineasta se inspiraba en lo que le rodeaba y en el amplio repertorio de sus recuerdos, fueran reales o inventados. Su carácter visionario lo llevó incluso a inventar el nombre con que se conocen a los “ladrones de imágenes”, los paparazzi, término proveniente del personaje del fotógrafo Paparazzo de “La dolce vita”.
Y también están presentes los recuerdos infantiles y los sueños de Fellini, que aparecen constantemente en sus filmes. De hecho, a partir de “8 y medio” (1963), el propio realizador se convierte en uno de sus temas recurrentes.
